Sé que ella me quería decir algo que no dijo, y lo que no dijo se le notaba hasta en la forma de respirar y mirarme.
Estoy en el sofá terminando de redactar una demanda y ella se sienta a mi lado apoyando su rostro en mi hombro.
—Hueles bien —me dice bostezando.
—Ve a acostarte.
—No, hasta que vengas conmigo —toma una de mis manos y la coloca sobre su vientre—. Eres una workalcohilic —me tenso—, pero supongo que los mejores son lo son ¿Eso fue un problema en tu matrimonio?
—No tanto como ocultar que estaba casada con ella.
—Debió ser difícil para ambas —acaricia mi mano mientras está en su vientre.
—Nunca antes habían pensado que para mí también fue difícil.
—Bueno, supongo que no soy como todo el mundo, o quizás pienso en ti y tú punto de vista, porque me agradas —sonrío.
—¿Te agrado mucho? —bosteza.
—Lo suficiente como para ir a buscarte al aeropuerto, cocinarte y dejarte dormir en mi cama. Siempre me ha costado dormir junto a alguien más —apago la computadora y beso su frente.
—Vamos a dormir consentida —la ayudo a pararse y me abraza cuando se para—. Yo también me siento cómoda durmiendo a tu lado. Vamos —tomo su mano.
Cada vez siento que me cuesta más marcharme, que odio este aeropuerto y despedirme de ella, siento que me pierdo de desayunar a su lado en la mañana, de poder verla a diario. Odio llegar a mi enorme departamento donde como dijo mi padre, nadie me espera, donde me siento más sola y caigo en la cuenta de que últimamente también me siento insatisfecha en el matrimonio que tengo con mi trabajo, que no me gusta y que todo el excito o la idea que tenía de ello ha caducado para transformarse en algo nuevo, algo que quiero compartir con alguien, no es que antes no quisiera con Avery, pero ella tenía razón había sido demasiado egoísta y ni siquiera a veces le había dado un lugar a ella en mi postal.
Ahora las cosas con Laura eran diferentes, todo era diferente, yo había cambiado en tan poco tiempo mi manera de ver las cosas y en parte creo que ha sido por ella y por haber abierto los ojos al perder a Avery porque egoístamente pensé alguna vez que si la llenaba de lo material, ella jamás se iría de mi lado, aunque claro que estaba equivocada.
Ahora recién habiendo arribado a mi ciudad, me baño, tomo mi auto y voy camino a buscar a Ender, hago todo esto por su hermano con tal de verla feliz a ella. Antes de sacar mi auto veo el que era de mi ex aún estacionado llenándose de polvo, pienso que tengo que venderlo.
—Hola —le digo apenas sube a mi auto— toma —le paso una bolsa con ropa nueva que compre para él.
—Gracias —me regala una sonrisa— ¿A dónde iremos?
—A mi departamento, necesito llegar a dormir mañana trabajo temprano.
En cuanto llegamos y él cruza la puerta queda fascinado por el lugar, solo entonces se nota realmente los números que llenan mi cuenta de banco. Le ofrezco algo de comer y le doy la bolsa de la farmacia donde compré crema de afeitar, una maquina para que se rasure, cepillo de dientes, antitranspirante, talco par los pies, perfume y una pasta dental para él.
—Te espero abajo para cenar.
Baja sin la barba tupida de antes y la verdad es que es bastante guapo, aunque realmente se le notan las secuelas de su adicción, si hubiera aunque fuese un 2% de heterosexualidad en mí, seguramente me fijaría en él, tiene el aspecto del típico fuck boy con esa cicatriz en la ceja y boca que lo hacen ver un poco rudo y sexy, pero Laura es más linda.
—Viajamos el jueves, iremos directo a hablar con el amigo de mi hermano. Estás son las llaves del departamento donde vas quedarte.
—¿Por qué te tomas tantas molestias en ayudar al hermano de tu amiga?
—Porque eres el único hermano de mi amiga.
—Sí, pero por qué ¿hace cuanto la conoces?
—Unos meses —digo restándole importancia mientras sigo comiendo—, y lo hago porque me importa —él me mira incrédulo haciendo una mueca—. Sé que me dijiste que quieres estar limpio, pero ella de verdad te ama y te necesita bien al cien por ciento, dime si apareces ¿cuantas son las posibilidades de que recaigas?
—¿A qué se debe este cuestionario?
—No quiero que ella sufra.
—Yo tampoco, toda mi vida me he cerciorado de eso. Hasta... —se queda callado y sus ojos se tornan fríos.
—Leí tu expediente —me observa— lo sé —evito tocar el tema directo, desviando un poco la conversación— Tuviste una gran abogada, me enfrente a ella en un juicio y me la puso difícil.
—Mi má Stella le dio clases.
—Mira que chico es el mundo —él sonríe.
—¿La quieres? —lo miro— a mi hermana ¿la quieres?
—Sí.
—Si las cosas se ponen difíciles...
—Me quedaré igual.
Satisfechos nos vamos a acostar, a la mañana siguiente me voy y le doy un celular usado en buen estado, honestamente me voy algo insegura, apenas lo conozco y él está saliendo de las adicciones. En la oficina le cuento a mi hermano la situación y claro que se queja y me pregunta si perdí la cabeza por haberlo dejado en mi departamento solo, así que me pide las llaves y pasa de manera "casual" a ver si está todo bien, y tengo todos mis muebles.
—Todo bien. No lo reconocí cuando entré, ya no parece un vagabundo —sonríe—. Le llevaré algo de mi ropa que no uso para que se ponga, y le dejé dinero para que se compre ropa interior.
—Sí, porque de la ropa interior de hombre no tengo ni la más mínima idea —tocan la puerta y sin esperar que responda entra mi padre—. Hola.
—Calum, sal —le dice a mi hermano antes de siquiera saludarnos. Pero no me importa venía preparada para enfrentarlo.
—Estoy conversando algo importante sobre un caso, si es sobre la fiesta a la cual no asistí no me interesa lo que tengas que decir —se mete y cierra la puerta. Me sueno el cuello y lo observo.
—No se que te pasa, pero desde hace meses que no eres tú ¿Estás juntándote mucho con Alison?
—Esta soy yo, la que está harta y podrida de que me manejes la vida. Soy una adulta, con una carrera y un trabajo.
—Solterona y sin marido. Las mujeres de tu edad ya están casadas y tienen hijos.
—Un marido no es toda mi aspiración en la vida, ni llenarme de hijos. Si quieres nietos ya viene uno en camino.
—Nathalie, yo no te eduque así.
—No de hecho ni tú, ni tu mujer me educaron, recuerdo ir de aquí para allá en tutores y clases extra curriculares porque tu mujer estaba metida en el cuanta actividad y viaje la mantuviera lejos de casa y tú entre las piernas de tu secretaria, por cierto ¿como se llamaba nuestro hermano del cual tampoco te haces cargo?
—Michael —responde mi hermano.
—Mándale saludos de mi parte, espero que le vaya bien en la universidad. Medicina no es nada barata papá, pero el menos uno de nosotros se dedica a seguir tus pasos ¿eso no te conforma?. Ay ¿no pensaste que jamás nos enteraríamos de él o si? Sabiendo eso me sorprende tu cinismo para hablar de Alison ¿Necesitas algo más? —sale dando un portazo. Calum voltea a verme y se levanta para darme un abrazo.
—Estuviste tan venenosa, eres mi yarará favorita —me lo saco de encima.
—Es un imbécil, aún recuerdo cuando nos hacía llamarlo doctor Kincaid en casa. Maldito narcisista. Con eso no joderá por un tiempo —me tomo la cabeza y cierro los ojos ante una puntada— ¿puedes traerme algo para el dolor de cabeza? —le digo levantándome y me mareo volviéndome a sentar.
ESTÁS LEYENDO
Legalmente Amor
Romance¿Qué tienen en común una abogada recién divorciada, y una mujer que busca divorciarse de su marido y recibe la noticia de que está embarazada? Un amor que va creciendo entre ellas a medida que el tiempo pasa y las líneas de cliente y abogada se desd...