21 Segundas nupcias

440 68 27
                                    

Alguna vez llegué a pensar que una vez que me casara sería para siempre, amaría a mi esposa para siempre y ella se quedaría conmigo para siempre, eso no pasó la primera vez, por eso luego de haber tenido el ensayo de lo que no debo hacer en un matrimonio, apuesto todas mis fichas en la segunda mano y mi intuición que jamás me ha fallado, me dice "esta vez lo vas a conseguir" y le creo.

Finalmente luego de un año casi y medio de preparativos, y estar comprometidas nos casamos. Queríamos que Bella fuera lo suficientemente grande para poder caminar al altar con los anillos al lado de su primo Michael, aunque creo que nos tardamos demasiado ya que Ender va por su primer hijo con Estefanía que ya tiene cinco meses y mi hermano oficializó su noviazgo con Anne. 

—¿Lista? —preguntan mis hermanos entrando a la habitación.

—Sí, pero muero de nervios y eso que es la segunda vez que hago esto.

—Sí, pero esta vez lo estás haciendo bien.

—Lo sé, lo sé ¿Qué tal me veo?

—El vestido te queda impresionante —dice mi hermana—, te ves aún más hermosa que yo en mi boda, maldita, si que sacaste los mejores genes —me río y Alison me sonríe, acariciando mi rostro de manera maternal—. Es la elegida y se aman, todo saldrá bien —ambos besan mi frente y se van, la puerta vuelve a abrirse y veo  Avery entrar.

—No vas a robarme, vete, shu.

Ella se ríe y se acerca a abrazarme fuerte, fue uno de mis grandes amores y me alegra haber cerrado esa etapa con ella en una charla honesta que tuvimos, nos perdonamos, nos reímos y hasta lloramos.

—En realidad estoy convenciendo a Laura que se escape conmigo, así vivimos en un paraíso de libros y educamos ahí a Bella —me quedo seria, ella se ríe y le golpeo el brazo—. Tengo a Skylar y es a la única que quiero. Saldrá todo bien —acaricia mis brazos—, ella también está hermosa, te vas a morir cuando la veas.

—Gracias, Avery. Es raro que pudimos quedar como amigas.

—Estamos muy elevadas espiritualmente, mi estimada —me río de su idiotez—. Bien me voy que este culito —me da una nalgada— tiene que casarse, no hagas esperar a tu futura esposa o me la robo. Es más te doy quince minutos para salir, sino la subo al auto mientras convenzo a Skylar de un poliamor.

—Te asesinaré si te llevas a mi futura esposa —se ríe.

—Estoy feliz por ti, de verdad. Te veo en un rato —me tira un beso y sale.

Siento que me sudan las manos, y creo que se me ve a resbalar el ramo, checo que mi maquillaje no se haya corrido en una copa de metal.

—Ahí está el cuerpo de cristo —me dice mi suegra porque en esta copa están las hostias.

—Está algo liviano creo que debería comer más —hago reír a Stella y se acerca negando para besarme la mejilla—. Estás hermosa ¿nerviosa?

—Bastante si te soy honesta.

—Me voy a acomodar, te veo en un rato.

Me preparo y veo a mi hermano a mi lado, iba a ser mi padre quien me llevara al altar pero lo justo es que fuera Calum, él ha estado en cada paso de mi vida cuidándome y por eso se lo pedí a él. Calum me sonríe y sus ojos brillan, sé que este sentimental va a llorar y me hará llorar a mí.

—No llores idiota, que voy a llorar yo y no quiero que se me corra el maquillaje.

—No voy a llorar —se limpia las lagrimas rápidamente y me extiende su brazo que tomo—. Estás bellísima y estoy muy orgulloso de ti y de la familia que has formado —lo miro y me tiro sobre su brazo—. Te amo muchísimo Nat.

—También te amo.

La marcha nupcial comienza a sonar y nos observamos con una gran sonrisa y salimos al altar donde nuestros pocos amigos, conocidos y familiares, nos esperan regalándonos una gran sonrisa. Camino a paso firme entre los flashes de la foto y el camarógrafo que filma, Calum besa mi mano y toma lugar del otro lado como uno de los padrinos de Laura, mientras mis amigas acomodan mi vestido. Al ver a Laura caminar al altar me quedo maravillada, creo que acabo de enamorarme de ella otra vez, se ve bellísima en su vestido y la sonrisa que carga es su mejor accesorio ¿cómo pude haberme perdido algo así la primera vez? Pero me alegra que esta boda sea diferente y poder verla así a ella en ese vestido. Llega a mí en cuanto Ender la deja y toma lugar adelante de Calum.

—Estás hermosa —le digo con una gran sonrisa.

—Tú también, te quiero besar —dice ansiosa mordiendo su labio inferior y me toma las manos para empujarme hacia ella, pero riendo me mantengo firme.

—Ya falta poco, y lo harás como mi esposa.

El padre ingresa con cara de pocos amigos y comienza a oficiar la boda, accedió luego de decirle que le haría una demanda legal por discriminación y se lo haría llegar a los medios. Laura quería casarse por iglesia y si mi reina me lo pide, yo haré lo imposible para que ella lo tenga. Llega la hora de los votos de cada una.

 —Casi toda mi vida —comienza ella— ha sido una constante intermitencia de luz y oscuridad, en parte, por malas decisiones, pero sin esas decisiones tal vez no te hubiera conocido, y no me arrepiento porque cuando te conocí y entraste a nuestras vidas —miramos a Isabella en brazos de Jasmine y ella nos sonríe— la intermitencia se terminó para ser solo luz, alegría y felicidad. Te amamos —se desvía besando mi mano porque la ansiosa ya quería besarme.

El cura carraspea la garganta apurándonos.

—Si vuelve a apurarnos le meteré la copa con el cuerpo de cristo por...

—Amor —me dice Laura y los idiotas de nuestros hermanos se ríen.

—Yo vivía por y para trabajar  —digo retomando mi postura tranquila—, pensé que era lo único para lo que servía, hasta que apareciste en la oficina con ese vestido floreado —sonreímos—. Quizás no lo supe de inmediato, pero eventualmente lo supe, jamás podría estar lejos de ustedes y quería pasar el resto de mis días viéndolas cada día, amándolas y cuidándolas que al parecer esa es mi mejor especialidad.

—Los anillos, por favor —pide el cura, este en cualquier momento conoce a su Dios, pero sí, quiero besarla ya.

Isabella avanza desde la mitad de la alfombra con su primo de la mano de Jasmine y cada uno lleva un cojín con los anillos atados y menos mal, porque Bella tropieza y ambas vamos hasta ella.

—Estoy bien, mami —me tira los brazos y la alzo.

Laura toma los cojines y a Michael, nuestro sobrino, de la mano para guiarlo de vuelta hasta sus padres, nuestra hija no quiere bajarse aferrándose a mí y escondiéndose en mi cuello, entonces seguimos, no quiero que llore. Laura coloca el anillo en mi dedo, yo lo coloco en el suyo.

—Las declaro ma... —lo miro mal— esposas, pueden besarse.

Al momento de besarnos Isabella se coloca en medio y la besamos a ella, el segundo beso nos lo damos ambas como esposas. Salimos con ella en brazos y bajo una lluvia de pétalos, hasta el auto que nos espera afuera para ir al salón de la fiesta. 

Nuestro primer baile como casadas, la tomo de la mano guiándola a la pista y comenzamos a danzar con el vals, sonrío y ella me regala un beso.

—Te amo.

—También te amo. Jamás pensé casarme bien con una boda ensueño la segunda vez.

—Te propuse Las Vegas y no quisiste —se ríe—. Te merecías una boda a tu nivel, con todo lo que habías soñado.

—Mami —Isabella tira de mi vestido y la alzo, ella nos abraza a ambas mientras bailamos y las llenamos de besos mientras ríe.

Nuestro final feliz, nuestra pequeña y a la vez gran familia cargada de amor. Construimos un hogar las unas para las otras y jamás quiero marcharme de aquí.

Fin.

Legalmente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora