12 Hospital

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El tiempo pasa muy rápido y lo sé al ver el vientre de Laura, ya tiene ocho meses, solo queda un mes para que nazca Isabella, como finalmente decidió que va a llamarla. Ender está encaminando su vida, no ha desaparecido ni recaído en adicciones, ahora está conociendo a una chica que era su clienta y se fue transformando en algo más, hasta descubrimos su lado tímido ya que es muy extrovertido con todo el mundo pero se inhibe con alguien que realmente le gusta como lo hace con Estefanía.

La cosas en la firma no han ido a mejor, creo que cada vez más, odio un poco mi trabajo, desearía trabajar en una firma pequeña, o alguna dónde no llegaran los idiotas que vienen aquí que te exigen que ganes su caso porque es amigo de tal o cual persona, por eso desde hace un tiempo estoy en mi propio proyecto personal, ya contacté a unos colegas y Dios quiere y todo sale bien, dejaré este hervidero de idiotas en menos de lo que canta un gallo.

—Calum ven un momento a mi oficina —le pido por teléfono y se aparece, mientras me sobo las sienes— ¿puedes revisar esto? no tengo cabeza hoy para revisarlo.

—Claro —toma los papeles— ¿fuiste al médico?

—Perdí la cita, ya voy a sacar una nueva.

—Tendrías que haber ido hace tiempo esos dolores de cabeza y mareos no son normales.

—Por favor solo soy capaz de soportar a un Kincaid con complejo de Dios y no me habla desde hace tiempo —me levanto para servirme un vaso de agua y al tomarlo me doy cuenta que está manchado con sangre, entonces toco mi nariz y miro a mi hermano—. Creo que no me siento muy bien —él es lo ultimo que veo antes de perder el conocimiento.

—¡Mami, mami, despierta!

Abro los ojos y noto que la sirena de la ambulancia se siente demasiado cerca, y me muevo por ende voy yo en la ambulancia.

—Nat, Nathalie ¿me escuchas? —Escucho que alguien me dice mientras una luz pasa por mis ojos y tengo algo en el rostro— Nathalie, te desmayaste estamos yendo camino al hospital ¿puedes hablar?

—¿Por qué me llevan al hospital?

—Perdiste el conocimiento Nat, y convulsionaste ¿eres epiléptica? —niego con la cabeza— ¿has perdido el conocimiento antes? —niego— ¿has tenido muchos dolores de cabeza? —asiento— ¿eres alérgica a algún medicamento?

—No, creo que no. Doctora no puedo morirme, tengo un bebé en camino.

—¿Estás embarazada?

—No, soy lesbiana, le aseguro que eso entre dos mujeres no pasa. Mi amiga, ella va a tener a nuestra bebé.

—Te felicito Nat, y no vas a morir, al menos no hasta conocer a tu hija, verla crecer y ser muy viejita ¿Está bien?

—Ella no es...

Me bajan en camilla y veo las luces pasar a través del techo. Mi hermano aparece a mi lado.

—Te desmayaste, idiota —me dice— ¿sabes el susto que me has dado? Papá viene en camino.

—No, él no.

—Deja de ser tan orgullosa, sabes que es el mejor, lamentablemente al menos eso es cierto.

Me meten a una maquina y luego estoy en una habitación, intento levantarme pero mi hermano vuelve a acostarme y mi padre entra con otro médico.

—¿Desde hace cuanto estás con dolores de cabeza? —Me pregunta directamente.

—Siempre he tenido migrañas, se supone que deberías saberlo.

—Nathalie soy el doctor Francis, neurocirujano —interviene el hombre a su lado—. Dime ¿has tenido mareos? ¿te ha sangrado la nariz? ¿te has sentido fatigada o inapetente? ¿visión borrosa?

Legalmente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora