Mi hermano me da un codazo cuando me la quedo viendo y Ender sonríe como el idiota que es desde el sofá.
—¿Eres así de obvia cuando estás con ella? —me susurra— seguro ya se ha dado cuenta.
—Cállate.
—¿Quieres ir a bañarte o desayunas antes? —me pregunta.
—Desayuno y voy ¿Descansaron?
—Sí, no sabía que tu departamento era tan lujoso, y en mi casa duermes hasta en el sillón incómodo —me encojo de hombros.
—Me gusta dormir en tu casa ¿Dónde durmieron?
—Ender me hizo pasar a tu habitación y él se fue a la única que tienes de invitados —lo miro y me sonríe, este departamento tiene cuatro habitaciones. Entonces me llega un mensaje de él "de nada, cuñis"— Calum acompáñame al centro, tengo que ir a ver unas cosas —ellos salen y me quedo solo con Laura.
—¿Quieres una mano? —señalo su vientre y ella asiente. Leí en un artículo que el solo hecho de cargar un poco el vientre de una embarazada, abrazándola por la espalda unos minutos, le daba un gran alivio a la madre y eso hago— ¿Cómo se ha portado la princesa? —me susurro en el cuello y noto como se le eriza la piel, ella se recarga en mí.
—Ahora bien, parece que solo deja de patear como loca cuando te escucha —acaricia mis brazos al rededor de su vientre, entonces recuerdo el sueño de anoche y sonrío—. Me preocupé bastente, Nat. Prométeme que vas a cuidarte más, no sé que haríamos sin ti, si algo te pasa.
—No dejaré que nada me pase, ahora las tengo a ustedes —beso su cuello y me aparto lentamente. Ella voltea y me toma del brazo— ¿Qué pa...?
Antes de terminar la oración sus labios tocan los míos, un beso tímido pero firme, abre sus ojos separándose de mí y la miro con una gran sonrisa, al fin. La tomo se vuelta de manera suave ella quiere decir algo y no quiero que se arrepienta, porque yo no me arrepiento, no de haberla besado y de ahora volver a hacerlo.
—Deseaba mucho que esto pasara —le digo sobre sus labios.
Ella sonríe y me tome de la nuca. Probar sus labios acaba de volverse mí nuevo sabor favorito. Nos besamos con ganas de explorar nuestras bocas, no quiero apartarme de ella, pero lo hago cuando respirar es necesario y junto nuestras frentes.
—Hace días que quieres decirme algo y no lo dices.
—No quería arruinar nuestra amistad diciéndote que me gustas —me mira a los ojos y se separa un poco pero no la dejo ir—. Pero mírame Nat, estoy embarazada de un hombre al probablemente jamás vuelva a ver, recién divorciada, soy maestra y tengo una pequeña casa cerca del pueblo en el que crecí. Tú tienes todo esto —señala a todos lados—, eres una exitosa abogada y...
—Prefiero dormir en tu casa, a tu lado, antes hace no mucho tiempo hubiera dicho que me importaba más la comodidad de una vida con lujos, que te lo puedo dar todo si te vienes a vivir conmigo, que voy a hacer que no les falta nada, prácticamente podría resolver tu vida con tal de que te quedes a mi lado.
—Yo me quedaría, no me importan los lujos, no los necesito.
—Lo sé. Hace mucho tiempo yo tomé una decisión egoísta, tomé una desición por las dos y acepté una oportunidad sin pensar en mi pareja, dí por hecho que ella me seguiría y lo hizo, hasta que se acabó, se cansó y se fue. Yo lo que te ofrezco ahora es, que si quieres lo dejaría todo, quiero abrir un buffet pequeño, más cerca de ustedes, yo quiero estar con ustedes, pero no quiero que sea como mi amiga.
—¿Cómo qué?
—Mi novia, claro está. Está vez si me das la oportunidad, quiero hacer las cosas bien, no vas a ser mi amiga en público o ser la tía Nat, y en privado ser pareja, yo ahora lo quiero todo y no me importa dejar esto a un lado —señalo todo a mi alrededor—. Cada vez que llego a este departamento vacío, me siento infeliz, mi hogar desde hace un tiempo son ustedes y a dónde estén, yo quiero estar —me separo un poco al ver su expresión—. Sé que es mucho de golpe, después tienen razón en que las lesbianas vamos en X5... —se ríe.
—Yo si quiero lo que me ofreces, pero vengo ahora con una bebé, mi hija...
—Nuestra —toco su vientre—, si desde que elegí su nombre es tan mía como tuya y la amo.
Ella se acerca nuevamente y yo ya la espero con un beso sonreímos y como puedo la abrazo fuerte.
—La celosa quiere atención —me agacho a besar su vientre y hablarle—. ¿Estás segura? De esto, entiendo si... —me paro y la vuelvo a callar con un beso.
—Ya te lo dije una vez, deja de hablar locuras. No es algo que no haya pensado, es en lo único que pienso desde hace tiempo —me sonríe—. Entonces... —entrelazo nuestras manos— somos...
—Sí.
—Solo tengo que salir del clóset con mi familia y listo. Llevo nada más que 30 años oculta.
—Si no estás lista.
—Lo estoy —beso la mano con la que iba a acariciarme—, vamos a tener un bebé —me sonríe—. Llevo demasiado tiempo oculta y ya perdí una vez, no voy a repetir mis errores.
—Es linda —la observo—, tu ex —comienzo a reír.
—¿Te gusta mi ex? Se queda con mi mejor amiga y se lleva a mi novia desde hace —miro la hora— 15 minutos. Hablaré con Avery, no quiero volver a verla sino, me vas a dejar y... —me lleva hacia ella y me besa.
—Lo decía porque no creo ser tan bonita.
—De verdad necesitas medicación, solo hablas locuras —la beso con fuerza.
Nos sentamos en el sofá luego de desayunar, le acaricio el cabello mientras está encima de mí y vemos una película, los chicos se tomaron en serio lo de darnos tiempo y aún no llegan. Disfruto de esta tranquilidad, de ella entre mis brazos, de no tener que seguir escondiendo lo que siento y de que ella sienta lo mismo, pero sobre todo estoy en paz con mi desición, dejaré el buffet, abriré uno mío más pequeño y cerca de ellas, sobre todo estoy en paz con la idea de finalmente decirle a mis padres sobre mi sexualidad.
—¿En qué piensas? —me mira y le doy un suave beso— Me encanta que ahora voy a poder besarte cuando quiera y no tener que conformarme con desear tus labios.
—Cada vez que quieras, jamás te quedes con las ganas —lleno su rostro de besos mientras se ríe—. Pienso en los días que van a venir y en lo en paz que siento con las desiciones que he tomado y voy a ejecutar, pienso —beso su mano—, en los días que voy a poder despertar a tu lado y besarte, y que voy a poder verte dormir sin que sea raro que te vea dormir, porque me encanta lo apacible que te ves cuando volteo a verte a mi lado.
—Eres una romántica —me besa y se acomoda mejor entre mis brazos—, me va a gustar ese lado tuyo, cómo tus otras facetas seguro. No hay algo que no me guste de ti —juega con mi mano.
—¿No odias que sea una workalcohilic?
—Soy maestra, me llevo también trabajo a casa —se encoje de hombros—. Aparte tengo el presentimiento de que esa adicción al trabajo va a cambiar cuando llegue esta niña, si así nada más demanda tu atención, no quiero imaginar cuando esté afuera —me río—. Nuestra hija me va a robar a mi novia —sonrío al escucharla decir nuestra hija, y por supuesto su novia.
La puerta se abre y entran ellos a las risas ella está por enderezarse, pero la traigo de nuevo hacia mí y se vuelve a acomodar entonces las risas se cortan, ellos llegan frente a nosotras y les regalo una enorme sonrisa que lo dice todo.
—¿Al fin? —pregunta Ender y ambas asentimos para tirarsenos encima nuestro— Yo soy el tío favorito —le dice a Calum.
—Eso lo veremos cuando nazca —lo reta mi hermano.
—Oye tu otra hermana también tendrá un hijo, quédate con ese —comienzan a discutir y nos levantamos en medio de su discusión de niños grandes.
—Vamos por un helado —entrelazo mi mano a la de Laura— ¿vienen?
—Yo quiero de dos sabores.
—Yo de tres —dice Calum.
—Por cierto manga de pelmazos —les digo mientras me coloco los lentes de sol y las puertas del ascensor se cierran—, tengan cuidado con mi novia, no ven que lleva a nuestra hija adentro.
Ellos nos miran con la boca abierta al mencionar la palabra novia, Laura se acomoda sus anteojos y se acerca a besarme con una sonrisa.
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Legalmente Amor
Romance¿Qué tienen en común una abogada recién divorciada, y una mujer que busca divorciarse de su marido y recibe la noticia de que está embarazada? Un amor que va creciendo entre ellas a medida que el tiempo pasa y las líneas de cliente y abogada se desd...