Sorpresa...

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La fiesta seguía su curso. Álex estaba tomando más copas de la cuenta por la conversación con el entrenador, (Y eso que no sabía nada de mi bailecito con Elías, o mejor dicho, con el paquete de Elías, espero que no le digan nada...).

Carolina se la estaba gozando con Fabián y Hugo. Mélani y Gala, miraban celosas desde lejos, bailando entre ellas y cuchicheando, imagino yo que, elaborando algún plan para quitarse de encima a la imponente Carolina.

No sé si lo hicieron por joderme a mí, o por joder a Carolina, pero, cuando quise darme cuenta, estaban bailando con Álex y Elías que, aunque ellos dos no estaban en sintonía, aquellas chicas se esforzaban por levantarles "El ánimo".

No pensaba ponerme celosa y montar ningún numerito allí por dos razones: por no darle el gusto a Mélani, que era la que bailaba con Elías y dos, porque no era yo la más indicada para dar lecciones de moralidad en aquel momento. Observé y ya está. Y cuando tuve oportunidad ataqué: ¿La victima?, Mélani, ¿La herramienta?, Hugo.

Me acerqué a él y dada mi reciente fama como bailarina, el muchacho se mostró más que receptivo conmigo. Lancé una mirada a Carolina para que bailara ella con Fabián, el novio de Gala, y me dejara a mí a Hugo. El chico estaba bueno, pero, solo era un arma para mí en ese momento. Lo cierto es que la cosa se tensó un poco pues, con mis tetas pegadas a su pecho, comenzó a agarrarme el culo con sus manos. Yo me puse algo incómoda, pero se lo permití.

Luego intentó besarme, ¡Delante de todos!, menos mal que nadie se dio cuenta de la cobra que le hice, porque, seguramente se hubiese liado allí la de dios, ¿A quién se le ocurre meter allí a un grupo de veinteañeros bebidos y cachondos?, Pues al entrenador, que parecía ser el que más disfrutaba con todo. Ajeno a las miradas, aquel hombre, observaba todo con atención y disfrutaba paseándose y viendo lo buenas que estábamos todas, no le culpo tampoco, la verdad que todas estábamos sexys y cachondas, normal que el hombre se excitara un poco... totalmente lógico.

Sobre las 0:30 más o menos, el entrenador, dijo que ya era hora de irse para la casa. La fiesta se acabó, al menos en la sala, puesto que, en la casa, comenzaba otra fiesta más...privada.

Volvimos y Álex, que estaba totalmente KO se acostó nada más llegar. Había sido una noche muy intensa y yo, me dispuse a escribir un rato en las tumbonas del jardín, a la luz de la luna. Me serví la última copa de la noche y me senté a escribir.

Comenzaron poco a poco, pero, los gemidos no tardaron en hacerse presente en la casa. El alcohol y aquella fiesta había puesto a todos como una moto y ahora, por lo visto, tocaba descargar, todos menos yo, que permanecía allí con la única compañía de la copa...

Allí, en la oscuridad de la tumbona, desde donde nadie me podía ver, ni siquiera quién estuviese cerca, comencé a tocarme.

Me levanté el vestido y masajeé mi clítoris deseando una buena embestida de... Álex. Me destapé las tetas y jugando con ellas me mordía los labios con cada lento manoseo que le daba a mi coño. A veces me lo agarraba entero con la mano y otras veces, con solo dos dedos, seguía con el masaje...

Entonces vi a dos personas entrar al jardín. Me detuve y me tapé creyendo que me iban a ver, pero no, no me veían. Se pusieron en una de las tumbonas que estaban cerca de mí. Yo quedé inmóvil, pero, al darme cuenta de que no me veían, intenté averiguar quién era.

Comprobé que el chico era Hugo. "Sí, sin duda es Hugo", no se podía ver mucho, pero, cierta luz le daba en sus cuerpos y con el movimiento de los besos y los manoseos, de vez en cuando, la luz le daban directamente en la cara y si, pude ver que se trataba de Hugo. Deduje entonces quién sería la chica... Mélani. Se lo iba a montar delante mía y yo allí sola, sin un hombre que me diera lo mío... menos mal que no me veía si no se hubiese reído de mí.

Comenzó Hugo a desvestirla. Se quedó como dios la trajo al mundo; se lo quitó todo, menos los tacones. Pude ver como el culo de Mélani se dejó ver en la luz. Aquel culazo pedía que Hugo lo dominara y le clavara su miembro.

La sorpresa vino cuando el pelo de la chica también se dejó ver en la luz. Era rojo...

Carolina regalaba su culo al novio de Mélani y este, iba a dominarlo sin tapujo alguno.

Hugo se sacó la polla, o eso pude intuir pues en la luz, solo estaba el imponente culo de Carolina con todo el coño abierto y chorreando, implorando la inminente embestida del capitán del equipo.

Hugo se la metió hasta el fondo. Pude ver por un segundo su polla y parecía estar bien dotado el muchacho. No quería ni imaginar que pasaría si en ese momento apareciera por allí Mélani.

Ángel y demonio (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora