Mi cuerpo lleno de leche

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Le daba tan fuerte que, le costaba mantener el equilibrio. Aquel enorme negro, le agarraba de la cintura y la poseía a su antojo. Carolina se corrió rápidamente.

"Ahora yo" dije.

Carolina, mareada por la que le había dado Elías, se sentó en el suelo a tocarse levemente mientras yo, me ponía en la misma posición que ella había estado para que me hiciese lo mismo.

Elías me penetró rápidamente por el coño y le dije "Por ahí no" dejándole entender que quería que me penetrase analmente... La sacó y me la metió por el culo. Ahora sí, comencé a gritar mientras me reventaba. Carolina, se levantó, metió la mano por debajo de mi cuerpo y alcanzando mi coño me dijo "Córrete" mientras me masturbaba. Grité mucho, y luego, me corrí.

Elías nos puso a las dos de rodillas frente a él y ambas abrimos la boca y sacamos la lengua en señal de sumisión. Jaló su verga unos segundos y comenzó a echar abundante leche sobre nosotras. Ambas recibimos leche en las tetas, en la boca y en la cara y luego, para que Elías terminara de correrse, nos besamos.

Esta mañana cuando me he despertado, totalmente aturdida y tras una noche de placer y lujuria, he encontrado mi teléfono móvil tirado junto a la cama de Carolina y Elías. Seguramente lo puse ahí en algún momento de la intensa noche. Lo desbloqueé y ví un mensaje por parte de Álex, que decía:

—Aquí, una mujer arrepentida.

Dicho texto adjuntaba una foto en la que se me veía durmiendo con Carolina y Elías y con todo mi cuerpo y el de Carolina lleno de leche... ¡No me lo podía creer!, ¡me había quedado dormida toda empapada!

Ahí no quedó la cosa pues, me mandó otra foto...en ella se veía a Mélani arrodillada y de frente a la cámara, con la lengua posada en una polla (que era la de Álex), y toda su cara llena de su leche.

Todo se ha desmadrado.

Ahora estoy aquí, en la habitación de Carolina, ya duchada y con mi PC, el cual, lo he recuperado aprovechando que Álex no estaba. Todo se ha vuelto extraño y no sé cuánto tiempo más duraré en esta casa, pero, dado los acontecimientos, no mucho... Luego vuelvo.

18 de Julio, 23:49.

Le enseñé a Carolina y a Elías el contenido del mensaje y luego de hablarlo los tres detenidamente, decidimos que era la hora de salir de aquella casa camino a Madrid.

A las dos y algo de la tarde, salimos de la habitación los tres, con las maletas hechas y en mano, rumbo a Madrid. En la mesa del comedor, estaban Álex, Mélani y Fabián. Parecían murmurar algo. No pude oír todo, pero, por lo que logré escuchar, Hugo, se había ido también de la casa al conocer la infidelidad de Mélani con Álex.

Cuando Álex me vio con la maleta, dedujo que era la siguiente en marcharse. Se levantó y se acercó:

—¿Podemos hablar?

—Sí, claro... —dije yo.

Salimos al jardín y nos sentamos en las famosas tumbonas blancas, las cuales, las vería por última vez.

—¿Vuelves a casa? —me dijo para mi asombro.

—No Álex. Vuelvo con mis padres. Ya he hablado con ellos.

—Quería decirte que siento mucho el mensaje que te envié. No estuvo bien... —me dijo arrepentido.

—No te preocupes Álex. Todo ha terminado ya. No te martirices.

—Me gustaría que, cuando estemos en Madrid, pudiésemos quedar un día e intentar recuperar lo que teníamos.

—No Álex. Ya no se puede. Y, además, lo he pensado y, no quiero volver.

Él se quedó cabizbajo y volvió a hablar.

—Lo entiendo.

En ese momento Mélani salió al jardín y llamó a voces a Álex. Yo no pude contenerme:

—¿¡Quieres callarte y dejarnos en paz!? ¡Estamos hablando!

No sé cuál fue la expresión de mi rostro, pero, al instante, se marchó. Álex quedó ciertamente sorprendido al escucharme gritar a Mélani.

Me levanté y me despedí de él:

—Álex, solo me queda decirte que te valla muy bien en la vida. No te deseo nada malo, pero, no vuelvas a dirigirte a mí. Se que he fallado en ciertos aspectos, pero, también sé que, yo no empecé esto. Adiós.

Se quedó allí sentado mientras yo salía del jardín. Pasé junto a la mesa del comedor donde estaban Fabián y Mélani. Dije adiós y no me respondieron, pero, no me importó.

Habiendo recorrido unos metros cuando salí de la casa, miré hacia atrás y, en cierto modo, sentí nostalgia...

Hanpasado muchas cosas ahí dentro y nunca olvidaré, ni lo bueno, ni lo malo que,estas vacaciones me han dado.

Ángel y demonio (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora