La mujer de "El guapo", se levantó y yo me agaché un poco, puesto que, si me reconocía, se podía liar allí mismo, y, sabría todo lo que estaba pasando en aquel momento.
Elías llamó a Carolina que, tardó un poco en responder. "Entretenla" pude escuchar a través del móvil de Elías.
—¿Qué te ha dicho?
—Quiere que yo la entretenga... —dijo Elías en voz baja y acercándose un poco.
—¿Y qué vas a hacer? —dije yo susurrando.
—Deséame suerte —Me dijo, antes de robarme un beso de mis labios.
Yo quedé extasiada... Él se levantó y fue a pagar a la barra del lugar donde se encontraba la mujer. Desde donde yo estaba, pude ver como Elías entraba en acción. No tengo ni idea de lo que le dijo, pero, cuando quise darme cuenta, estaba hablando con ella. Lógicamente, aquella mujer, quedó hipnotizada por aquel sexy y enorme negro, el cual, le estaba dando conversación.
Pude ver, como sus hermanas, se codeaban riéndose y murmurando entre las dos. "Luego se quejarán de sus maridos..." Pensé yo.
De nuevo, no sé cómo lo hizo, pero, salió con ella del bar. Yo no sabía dónde meterme, puesto que, las dos hermanas, comenzaron a mirarme.
Pude, durante unos diez minutos, zafarme de sus miradas, y estuve mirando mi teléfono móvil a cada instante, deseando que alguno de los dos, Elías o Carolina, me mandaran un mensaje y salir de allí lo más rápido posible.
El esperado mensaje no llegaba. Me levanté, agarré las tres maletas y me dirigí en busca de Elías. "Ya debe de haber terminado Carolina" Pensé yo. En la recepción, llamé al teléfono de Carolina y, dado que no me contestaba, paseé por los pasillos de la planta baja para ver, si encontraba a Elías, y sí, lo encontré...
Al pasar por una puerta, en cuya placa podía leerse: "Limpieza" pude oír, lo que claramente era, una mujer gimiendo de placer...
Al instante, no sé por qué, imaginé que, Elías había fracasado en su intento de entretener a la mujer de "El guapo" y que, luego de llamar a Carolina, para que saliese de esa habitación, esta, para rematar el polvo con "El guapo", se lo había bajado al cuarto de la limpieza para terminar con él. ¿Parece verosímil verdad?, pues nada más lejos de la realidad.
Abrí la puerta de aquel "Cuarto de la limpieza" para decirle a Carolina que se diese prisa y que saliésemos de allí cuanto antes, pero ¿Cuál fue la sorpresa? Pues, que Elías se estaba follando a la mujer de "El guapo". Quedé inmóvil mirándola a los ojos mientras ella, por un instante y perdida de placer por las embestidas de Elías, no supo que hacer, más que dejarse reventar por la polla de Elías, pero, dos segundos después, pasó: me reconoció.
"¡Tú que haces aquí!" dijo aquella señora, vislumbrando todo el plan y dándose cuenta de que, en la habitación 332, Carolina se estaba comiendo a su marido. Sacó la enorme polla de Elías de su ano y me empujó para salir corriendo hacia su habitación. Elías rápidamente me dijo, "¡Corre!" y ambos corrimos tras ella. No nos dio tiempo, el ascensor se cerró justo cuando llegamos a él, pero, la suerte nos acompañaba, pues, el que estaba justo al lado, se abrió, saliendo de él una pareja de cincuentones alucinando de ver, a Elías, con todo al aire, (La mujer casi se lo come allí mismo).
Cuando el ascensor llegó arriba, salimos de él corriendo, y vimos a la señora, buscando la tarjeta que abría la puerta. Llegamos justo cuando la abrió y los tres pudimos ver a Carolina, sentada en la cara de "El guapo" prácticamente follándole la boca a aquel hombre con su coño.
La señora comenzó a gritar todo tipo de barbaridades, dirigiéndose hacia su marido. Carolina dio un salto y desnuda, al igual que Elías, salió de la habitación corriendo, agarramos las maletas y desaparecimos por la puerta del hotel.
Paramos en una de las calles aledañas a este, y ambos se vistieron entre risas. A mi se me iba a salir el corazón por la boca.
Era casi la hora y nos dirigimos hacia la estación, donde nos sentamos hasta que vino el bus. Nos montamos y nos sentamos en los asientos del fondo.
Y aquí estoy, sentada rumbo a casa y escribiendo esto mientras Carolina se ha quedado dormida y Elías, está sentado a mi lado, ayudándome a recordar todo lo acontecido, en nuestra aventura al hotel.
Ahora que ya todo a acabado diré que, posiblemente, y aunque han pasado cosas desagradables, diré que han sido las mejores vacaciones de mi vida. Sí alguien lee esto, quiero decirle que, espero que haya disfrutado de esta aventura al igual que yo.
Cerraréeste diario por ahora y cuando tenga algo más que escribir, volveré. Hasta otraDiario.
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Ángel y demonio (+21)
RomanceUna historia capaz de hacer sentir con las palabras lo que ellos con sus cuerpos.