Allí estaba yo. Viendo a Elías desnudo para mí. Y Carolina en tanga acostada junto a él. A ellos les tocó la única habitación que no tenían que compartir con nadie, por el hecho de tener solo una cama.
Mi mano volvió a mi coño que comenzó a mojarse tras ver la gran polla que le colgaba a Elías. Me corrí de nuevo, bajo la intimidad que me había brindado Carolina. Nunca sabré como agradecerle tanto placer en una sola noche... En fin, me voy a dormir ya, este día a durado demasiado... voy a volver a mi habitación y dormiré junto al mismo que me ha dejado a dos velas esta noche, aunque entre Hugo, Carolina y Elías, me han dejado muy relajada. ¡Buenas noches Diario!
16 de Julio, 12:43.
Dolor de cabeza. Cuerpos desnutridos cabeceando por la casa. Ojeras. Tumbonas ocupadas por muertos vivientes.
Esto parece un campamento de guerra.
La irrepetible Mélani, ha sido la única que se ha levantado como si nada.
La noche la recuerdo con lagunas... Sé que me puse a escribir sobre todo lo que pasó, pero me da miedo leerlo...pero, tengo que hacerlo....
16 de Julio, 13:05.
¡Estoy alucinando! Con razón estamos todos así, si es que, aquí el que no se corre... ¡El que no corre! Vuela...
He tenido que tomarme unos minutos para asimilar todo lo que pasó ayer. Para empezar, el baile con Elías... ¿Esa era yo?
Nota mental: Ingerir alcohol con precaución.
Espera, ¿Carolina?, esa chica está loca ¿No?, es decir, no sé si fueron imaginaciones mías o de verdad hizo lo de la sábana a Elías... ¿Y yo allí en la ventana tocándome?, no doy crédito, ¿Tendrá esta casa algún hechizo que nos hace perder la cabeza a todos? Puede ser...
Nota mental: No estar a más de dos metros de Carolina. (Es broma, le he cogido cariño. ¿¡Cómo no hacerlo!?)
¿Y lo de Álex? No lo recuerdo bien, pero, por lo leído anteriormente se acostó nada más llegar... ¡Me dejó a dos velas! (Todavía no se ha levantado).
Tengo lagunas sí; muchas. Pero lo de Elías lo recuerdo perfectamente...
Ahí viene Carolina... ¡Está como una rosa! A ver que se cuenta, ¡Ahora vuelvo!
16 de Julio, 14:15.
Esta chica... Ha llegado y se ha sentado donde estoy, en mi tumbona de la piscina, que se ha convertido en mi despacho para escribir el diario.
—¿¡Qué tal está mi espía favorita!? —Sí. Eso es lo que ha gritado acercándose a mí.
Yo le he hecho un gesto de silencio con el dedo en la boca y he abierto los ojos más de lo normal mientras lo hacía. Nos hemos reído. Creo que me he puesto roja al hacerlo.
—¡Pues peor que tú por lo visto! —Le he respondido.
—No es la primera vez que me doy una fiesta como la de anoche señorita, ya estoy curtida en estas batallas —Ha dicho, orgullosa ella de sus palabras.
—¿Y Álex?
—Todavía dormido... —Le he respondido.
—¡Qué! Deberías buscarte un amigo en la casa... —Me ha dicho, bajándose un poco las gafas de sol y acostada en la tumbona, toda relajada la muchacha.
—Estás loca... —Respuesta lógica por mi parte.
En fin, ahí ha quedado la conversación. Ahora estoy aquí con ella mientras escribo. Creo que voy a darme un baño
16 de Julio, 14:40.
Buen baño, pero, mientras buceaba pude ver, andando por el borde de la piscina a Álex, esperándome a que yo saliera del agua.
—¡Hola! —¡Hola dice el oso!
—¿Hola?, Anoche me dejaste sola cuando llegamos mi amor.
—¿Qué querías que hiciera Lara?, estaba borracho.
—Pues follar Álex, follar. Cuando se está borracho, se folla. Es una ley no escrita mi amor, y yo también estaba borracha...
—¿También estabas borracha?, entonces, según tú recién inventada "ley", follaste anoche ¿no? —Ahí me ha pillado, no había errores en su lógica...
Me he vuelto a meter debajo del agua mientras el muy listo se reía por haber ganado la batalla verbal.
Al salir de nuevo del agua he visto algo extraño... O eso me ha parecido...
Álex, se había sentado junto a Carolina. Charlaban y se reían. No quiero pensar mal, pero, parecía que intentase ligar con ella. No puede ser; son cosas mías.
Carolina parecía no seguirle el juego, el atacaba marcando sus escasos músculos, (El fútbol lo deja muy delgado), pero no parecía tener mucho efecto en ella... ¡Que no! ¡Que son imaginaciones mías!, el alcohol todavía debe seguir en mi cuerpo, voy a comer algo y luego, no sé, a ver que se le ocurre hoy a Carolina por qué, a juzgar por su estado anímico, hoy, no hay quién la pare.
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Ángel y demonio (+21)
RomanceUna historia capaz de hacer sentir con las palabras lo que ellos con sus cuerpos.