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Conversaciones que Curar.

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El aire en la habitación estaba cargado de una calma extraña. Rodrigo, aún adolorido por los golpes, estaba acostado en su cama, con la mirada fija en el techo. A su lado, Iván hojeaba un libro en silencio, sentado en una silla cerca de la cama. Llevaban horas así, compartiendo un espacio donde las palabras no parecían necesarias.

Pero en esa tranquilidad, Rodrigo empezó a pensar. Pensar en cosas que siempre había dejado de lado, que le asustaba enfrentar, pero que ahora parecían inevitables con Iván a su lado. 'Había algo diferente en Iván', algo que lo hacía sentir visto, entendido, de una manera que no había experimentado antes.

"¿Te puedo preguntar algo?" la voz de Rodrigo rompió el silencio, suave pero curiosa.

Iván levantó la mirada del libro y lo observó. "Claro, lo que quieras."

Rodrigo se mordió el labio, pensando cómo formular la pregunta. 'No solía hablar de sí mismo, y mucho menos de lo que sentía o de lo que le gustaba.' Pero ahora, con Iván allí, no se sentía tan incómodo como pensaba.

"¿Qué te gusta hacer?" preguntó finalmente, optando por algo simple, una manera de abrir la puerta a una conversación que no sabía cómo manejar.

Iván sonrió suavemente, aliviado por la simplicidad de la pregunta. Cerró el libro y lo dejó a un lado. "Muchas cosas, la verdad. Me gusta el fútbol, pero también me gusta leer, aunque no lo parezca. A veces, me gusta ir a lugares tranquilos, como parques o librerías, donde puedo relajarme."

Rodrigo asintió, sintiéndose un poco más cómodo. "Yo... no soy muy bueno para el deporte, pero me gusta escuchar música. Me ayuda a desconectar, ¿sabes?"

"¿Qué tipo de música escuchas?" preguntó Iván, genuinamente interesado.

Rodrigo se encogió de hombros. "Un poco de todo. Depende de cómo me sienta en el momento."

La conversación fluyó con una naturalidad que sorprendió a Rodrigo. 'Era raro para él hablar tanto, pero con Iván parecía fácil, casi como si no hubiera presión de ser alguien que no era.c Después de intercambiar gustos en música, libros y películas, la conversación tomó un giro más personal.

"¿Te has enamorado alguna vez?" preguntó Iván, su tono aún suave pero más serio.

Rodrigo se tensó por un momento. 'Era una pregunta que no esperaba, pero, al mismo tiempo, algo dentro de él quería responder.' Quería ser sincero, al menos con Iván.

"No lo sé," dijo después de un momento de reflexión. "Nunca he tenido a alguien que me vea de esa manera. Y... no sé si sería fácil, siendo quien soy."

Iván frunció el ceño, sin comprender del todo. "¿A qué te refieres con 'siendo quien eres'?"

Rodrigo miró hacia el techo de nuevo, tomando un respiro profundo antes de responder. 'Hablar de su orientación sexual era algo que le daba miedo, sobre todo por cómo podrían reaccionar los demás.' Pero Iván había demostrado ser diferente, así que decidió arriesgarse.

"Soy gay," confesó finalmente, su voz temblando levemente. "Y no es algo que la gente acepte fácilmente, especialmente en esta escuela."

Iván permaneció en silencio por un momento, asimilando lo que Rodrigo había dicho. No había juicio en su expresión, solo una comprensión profunda.

"Yo también," dijo Iván en voz baja, con una sonrisa ligera que apareció en sus labios. "Lo entiendo. Y sé lo difícil que es, sobre todo cuando sientes que tienes que esconderlo."

Rodrigo lo miró sorprendido. 'No había esperado que Iván compartiera la misma experiencia.' De alguna manera, el peso en su pecho se alivió un poco. Sentirse comprendido, incluso en algo tan personal como su orientación sexual, era algo que no había creído posible.

"¿Tus padres lo saben?" preguntó Rodrigo, con curiosidad.

Iván asintió. "Sí, lo saben. Me apoyan, pero no siempre fue fácil. Creo que cada uno tiene su propio tiempo para aceptar las cosas, ¿sabes? Lo importante es que, al final del día, no me siento solo en eso."

Rodrigo lo observó, admirando la forma en que Iván hablaba de su verdad con tanta serenidad. 'Había algo en él, una confianza que lo hacía sentir seguro, como si no tuviera que temer ser quien era.'

El silencio volvió a caer entre ellos, pero esta vez no era incómodo. 'Era un silencio lleno de entendimiento, de aceptación mutua.' Rodrigo se dio cuenta de que, por primera vez en mucho tiempo, no tenía que esconderse. Con Iván, podía ser quien realmente era, sin miedo.

"Gracias por decirme eso," murmuró Rodrigo, con una pequeña sonrisa.

Iván le devolvió la sonrisa. "Gracias por confiar en mí."

***

La noche avanzó, y la conversación continuó fluyendo entre ellos, explorando pequeñas cosas que habían estado guardadas durante tanto tiempo. 'Y, sin que se dieran cuenta, algo empezó a cambiar entre ellos.' No fue un cambio abrupto, ni una revelación repentina, pero ambos empezaron a notar una conexión más profunda, algo que iba más allá de la amistad.

Rodrigo se dio cuenta de que la presencia de Iván le hacía sentir algo nuevo, algo que no había experimentado antes. 'Era una especie de calidez en el pecho, una tranquilidad al saber que Iván estaba allí, que lo entendía y lo aceptaba tal como era.'

Iván, por su parte, también comenzó a notar que cada vez que Rodrigo le sonreía, su corazón latía un poco más rápido. 'Era un sentimiento que crecía lentamente, algo que apenas empezaba a formarse, pero que sabía que tenía el potencial de convertirse en algo más.'

No había prisa. Ambos lo sabían. 'Lo que fuera que estaba naciendo entre ellos tenía tiempo para desarrollarse, y ninguno de los dos quería apresurarlo. Por ahora, estar juntos era suficiente.'

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𝘏𝘦𝘳𝘪𝘥𝘢𝘴 - 𝑅𝑜𝑑𝑟𝑖𝑣𝑎𝑛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora