1.- La Oportunidad

242 30 31
                                    

Me ajusto los audífonos, pero apenas puedo concentrarme en lo que estoy editando. Mis pensamientos están lejos, muy lejos de esta sala de edición. Las luces tenues y el suave zumbido de los equipos de grabación son el único ruido, pero mi mente está llena de música... de su música.

-¿Estás nerviosa?

La voz de Adrián me saca del trance. Lo veo en la puerta, apoyado contra el marco con su habitual taza de café en la mano y una sonrisa que me hace rodar los ojos.

-Nerviosa es quedarse corta -me quito los audífonos, los dejo sobre la mesa y suelto un largo suspiro-. Es The Warning, Adrián. Es como si toda mi vida hubiera sido un ensayo para esto, y ahora que el momento llegó, siento que no estoy lista.

Adrián cruza los brazos, fingiendo sorpresa.

-¿Tú? ¿No lista? Venga, Cass. Has trabajado con un montón de bandas. ¿Qué tiene de diferente esta vez?

Lo miro, sin poder evitar reírme de su incredulidad. Él no entiende lo que significa esto para mí.

-Todo. The Warning no es solo otra banda. Son... la banda. Las he seguido desde sus primeros videos tocando en su casa. Su música fue lo que me hizo meterme en esto. Y ahora, voy a entrevistarlas para mi proyecto.

-Y no podrías estar más calificada. Sabes más sobre ellas que cualquier otro fan, incluso más que la prensa. Eres la persona perfecta para esta entrevista.

-Sí, pero eso es lo que me preocupa. No quiero parecer una groupie -le digo, mientras me froto la frente. Mis pensamientos giran en círculos-. No es una entrevista cualquiera. Es el documental. Si algo sale mal, podría afectar todo el proyecto.

Adrián se sienta frente a mí, con esa mirada que me dice que está a punto de soltar algo profundo.

-Cass, ya tienes medio trabajo hecho. Eres fan, sí, pero también eres una productora increíble. Sabes cómo manejar la industria. Si alguien puede hacer de esta entrevista algo único, eres tú.

Lo escucho y, aunque quiero seguir preocupándome, tiene razón. Soy buena en esto. Lo sé. Pero la idea de estar frente a ellas, frente a Dany...

-No sé. Es solo que... cuando pienso en estar cara a cara con ellas... con Dany... siento que me voy a congelar.

Adrián se echa a reír, tomando un sorbo de su café.

-No lo harás. Cuando las luces estén encendidas y la cámara empiece a rodar, vas a olvidarte de todo lo demás. Será como cualquier otro proyecto. Aunque... cuando termines, entonces te darás cuenta de que acabas de vivir tu sueño.

Sonrío. Él lo hace sonar tan fácil, tan claro. Quizás no debería estar tan asustada.

-Gracias, necesitaba escuchar eso -le doy un pequeño golpe en el brazo y él me responde con una sonrisa cómplice.

-No hay de qué. Entonces, ¿lista para hacer historia?

Me levanto de la silla, respiro hondo y me miro un segundo en la pantalla oscura de mi computadora. Ahí está, el reflejo de alguien que ha trabajado duro para este momento. Alguien que lo va a lograr.

-Más que lista -digo, sintiendo cómo el nerviosismo se desvanece lentamente- Vamos a hacer esto.

Salgo del estudio, con la chaqueta ajustada sobre los hombros mientras camino hacia el auto. El aire nocturno de Los Ángeles tiene esa mezcla de frío y humedad que siempre me recuerda que vivo en una ciudad que nunca se apaga. Las luces, el tráfico, todo sigue en movimiento, incluso cuando yo quiero que el mundo se detenga por un segundo.

Me subo al auto, y mientras el motor ruge al encenderse, mi mente ya está en casa. No en el apartamento en sí, sino en lo que me espera: Charlie, mi perro. Charlie ha sido mi compañero durante años, un pequeño refugio de paz en medio de este caos. Siempre está ahí, sin importar cómo haya sido mi día.

Birds Of A FeatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora