Atada en un destino de espinas.

Capitulo Cuarenta Y Uno ( Parte Dos )

Giuseppe Mildford.

Mi mirada se poso en todos aquellos que se divertían y me regalaban sonrisas, sin dudas me mantenía de buen humor verlos tan contentos, sobre todo cuando su vida está dando un giro inesperado al nombrar a un Alpha de un linaje completamente nuevo.

Me senté en aquella isla mientras mis pies se mojaban y solo mire a mis padres al otro lado los cuales parecían darme una señal de apoyo y orgullo, pude ver las pequeñas lágrimas de mi mamá caer por su lindo rostro pero sabía que lloraba por verme tan crecida.

Liam se había acercado lentamente hacia mi por lo que solo lo mire.

¿Llevo a todos al centro del pueblo?.-Preguntó a lo que asentí.

Si, no quiero que estén tan expuestos aquí.- Dije mirandolo a lo que solo me dio una mirada gacha.- Me quedaré un rato más, llevate a mis padres también Liam.

Dije levantándome para rodear el árbol y poder sentarme del otro lado de la isla, pude escuchar como todos salían del agua y su ánimo no bajaba, eso era reconfortante de cierto modo.

El cielo estrellado era precioso a esta hora y tener el honor de verlo era inmenso, la Luna parecía resplandecer de una manera impresionante, dándome aquella calidez con cada uno de sus rayos.

Con mis pies jugando en el agua observaba la Luna con total admiración pero también con confusión.

Si tu me diste la oportunidad de ser un licantropo... ¿Porque escogiste una vida tan dura para mi?

Se que la vida no es de color de rosas, tampoco es fácil, pero el haber sido obligada a renunciar a mi inocencia, niñez y brillo fue cruel de su parte.

Aunque eso ah forjado todo lo que soy hoy en día y hoy puedo sonreír con libertad al saber que me eh quitado almenos unas espinas de mi cuerpo, hoy puedo sentirme un poco libre al saber que ya no tengo que hacerme cargo de la manada de dos personas que jamas vieron por mi, hoy me puedo dar el lujo de decidir...

Toda mi vida ah sido escrita por otras personas, siempre escogian que era lo mejor para mi al punto de no dejarme hablar sobre lo que yo quería, el hecho de que yo haya nacido con una carga enorme no les daba el derecho de matar a mi niña interior.

Mis entrañas se movían con los nervios de saber que me presentaría como la Alpha de una manada nueva, estaría en lo más bajo para empezar a subir a lo alto y eso me hacia empeñarme aun más.

Creo que ya se porque me diste una vida tan dura.- Hable mirando a la luna con melancolía.

Mis pensamientos se inundaron en esa respuesta a aquella pregunta y solo inhale profundamente, el olor del bosque era delicioso ya que resaltaba aun más en las noches.

Mire el árbol detrás mio y sonrei aun mirando como alrededor  las hojas de los árboles empezaban a cambiar de su color lentamente para convertirse en un rojizo intenso, mire el árbol nuevamente notando como los ojos de aquel lobo tallado se hacían dorados y la brisa pego con fuerza contra mi rostro.

A esto se le llamaba "Renacimiento"

Cuando un Alpha se presentaba como lider de una manada y se entregaba en una parte del bosque a ella, este pequeño espacio cambiaba depende de como fuera el alma del Alpha, lo hacía ver tan mágico el como la tierra también me aceptaba para protegerla y ella me protegía a mi.

Siempre había pensado que este momento sería solo uno que me daría cadenas nuevas pero al haberlo hecho en una manada que yo elegí sin la opinión o ordenes de alguien más me hizo sentir contenta, el pequeño destello en mi corazón me hacia sentir cálida y sin duda podía sonreír levemente.