Falling in Life

29-3

"Desearía poder darte mi amor ahora..."

POV JISOO

Los días pasaron y probablemente algunas semanas también y aún no había podido ver a Jennie, al principio pensé que sería conveniente darle un poco de espacio, supe que había hecho un viaje largo, quizás eso era lo que necesitaba.

Pero el hecho de que Jennie no estuviera, no me impedía estar aquí.Compré un ramo de rosas blancas y las traje para que añadieran un poco de vida a la lápida de la señora Kim.

Al igual que muchas veces me senté en el césped y me dediqué a observar. Era lo único que podía hacer la mayor parte del tiempo. Tratar de entender un poco la razón por la que alguien vendría a dejar flores todos los días. La razón por la que alguien gritaría con todas sus fuerzas maldiciendo un montón de tierra. La razón por la que ciertas personas parecen tener miedo de estar aquí.

—¿Jisoo? —No tuve que darme la vuelta para saber quién era la dueña de esa voz. Al menos mi corazón sabía de quién se trataba y no sabía si era por la sorpresa de verla o por el simple hecho de ver que estaba aquí.

Jennie se acercó a mí, quizás para comprobar que no se había equivocado de persona. Y entonces dejó un ramo colorido que traía consigo y después se sentó a mi lado.

¿Debía decir algo? ¿hacer preguntas sobre su viaje? ¿disculparme por estar aquí?

—Gracias por no dejarla sola. —escuché decir a Jennie, quien miraba la lápida de su madre. —¿Es extraño que ni siquiera sepa cuáles eran sus flores favoritas?

Yo en realidad tampoco lo sabía, mi atención siempre estaba dirigida a Jennie y las veces que no era así no me detenía mucho a notar esos pequeños detalles en la vida de Iseul.

—No recuerdo que al menos tuviese un tipo. Supongo que ese fue otro daño colateral más que papá dejó en su vida. —guardó silencio durante unos minutos antes de finalmente mirarme, como si recientemente hubiese recordado algo importante. —¿Sueles hacer esto con todas las personas que rescatas?

—Uhm... —ahora que lo preguntaba era un poco extraño y quizás espeluznante que yo estuviese aquí. No podía hablar con la verdad, pero tampoco podía mentirle. —No... no en realidad, solo sentí que tenía que hacerlo. Espero no haberme excedido.

—Oh no... no. —se apresuró a decir. —Es solo que tenía curiosidad por saber quien era la persona que le dejaba rosas blancas. No estuve aquí en la ciudad durante unas semanas, pero Rosé y Lisa me contaron, supongo que no tenían idea que eras tú.

—Por eso pensé que quizás alguien tenía que encargarse, al menos mientras no estabas.

—Eso quiere decir que... ¿sabías que no estaba en la ciudad? —No podía identificar si había diversión en su tono o más bien era una acusación. Bien hecho, Jisoo.

—Yo... supuse que no te encontrabas aquí y entonces... —Jamás había sentido mis mejillas tan calientes como ahora. —Fue una suposición solamente.

Creí que a Jennie le molestaría, pero entonces mostró una pequeña sonrisa.

—Bueno, tus suposiciones fueron correctas. Tuve que reunirme con mi editor en Nueva York y bueno... pensé que también sería bueno para mí.

—¿Lo fue? —miré a Jennie suspirar profundamente antes de responder.

—No lo sé, estoy un poco confundida ahora.—su vista se dirigió de nuevo a la lápida de su madre y después guardó silencio. —Aún no entiendo que fue lo que hice. ¿Por qué me odiaba tanto?

Jennie me miraba, me miraba con un poco de desesperación, como si de alguna forma yo pudiese responder sus preguntas, como si en verdad pudiese ser capaz de entenderla, pero la realidad es que no lo sé.