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Y de repente el mundo ya no es tan solitario.

No había tenido oportunidad de cambiarse de ropa, llegaba tarde al trabajo y su auto se había descompuesto, cosa que la había obligado usar el transporte público, algo que odiaba un poco porque la gente no solía ser muy amable por las mañanas. Justo ahora se encontraba aplastada entre un hombre que muy probablemente no se había duchado en días y otro que olía a comida.

Pero por alguna razón no podía dejar de sonreír. Había despertado en la casa de Jennie, pero no solo eso, había desayunado y conversado un rato con la castaña, quien extrañamente parecía feliz de pasar tiempo juntas.

Quizás por eso no le importaba soportar los olores matutinos de la gente o tener que enfrentarse al regaño de su jefe.

Extrañamente al llegar a la estación solo estaban Jiyeon y Seok.

—¿Dónde estabas, Jisoo? —preguntó Seok tan pronto como la vió. —Tienes suerte de que hoy sea el cumpleaños de la esposa de Yang y de que prácticamente nada pase a estas horas.

—Oh, lo siento mucho, chicos. —murmuró ligeramente avergonzada, pero nada arrepentida. —Les compensaré el tiempo que me cubrieron.

—No seas tonta, el estúpido de Seok solo esta jugando, ¿no es así? —Jiyeon preguntó a Seok, quien miraba de forma sospechosa a Jisoo.

—¿Por qué llegaste tarde?

—Mi auto se descompuso.

—¿Y por qué tienes la ropa llena de pintura? —Seok se acercó más a ella para mirarla con detenimiento.

—Porque estuve pintado ayer. —Jisoo no les había contado sobre Jennie y evidentemente no estaba dentro de sus planes hacerlo ahora.

—¿En dónde? Porque la verdad dudo mucho que pintarás tu departamento. —Miró con mayor detenimiento a Jisoo. —Te quedaste en otro lugar que no era tu casa, ¿cierto?

—Ya basta, Seok. Deja de molestarla. —Jisoo agradeció internamente a Jiyeon por ser tan oportuna como siempre.

—¿Qué no es obvio, Jiyeon? Parece ser que nuestra querida Sooya finalmente encontró alguien con quien pasar su tiempo.

—¿Es verdad, Jisoo? —Oh no, ahora la expresión de su amiga se había transformado por completo, ahora estaba evidentemente más interesada.

—Uhm... Solo somos amigas. —Añadió sintiendo sus mejillas calientes y desviando la mirada.

—Pero te gusta. —eso no parecía para nada una pregunta. Era más bien una afirmación, Jisoo no se explicaba cómo es que su amigo lo sabía.

—¿Cómo es que... ?

—Mi querida Jisoo, las únicas personas con las que sales están en esta habitación y siempre que alguien más intenta acercarse a ti, lo alejas. —Jisoo lo miró sin entender que tenía que ver eso. —Lo que trato de decir es que jamás te interesaste nadie, ni siquiera lo intentas. Eso quiere decir que si te quedas en su casa o pintan al óleo juntas es porque te gusta.

Vaya, eso parecía sonar bastante lógico.

—Solo la ayude a pintar algunas paredes.

—¿Quién es ella? —Jiyeon también parecía estar verdaderamente interesada, ambos parecían estarlo. Haciendo que Jisoo se preguntara porque no les había contado antes.

—¿Recuerdan a la chica del tenedor? —Ellos asintieron rápidamente mientras se preparaban para escuchar.

Y entonces Jisoo les contó sobre casi todos sus esporádicos encuentros, sobre los sentimientos que tenía por ella, aunque evidentemente disminuyó un poco la intensidad de su relato, obviamente no iba a contarles que prácticamente había estado con Jennie desde que nació.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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