Wait For Your Love | FreenBecky |

Limbo

SAROCHAS'S POV

DENVER, COLORADO
24 DE AGOSTO

La mañana del sábado desperté con una energía muy diferente a la que tenía cuando me fui a dormir, me convencí de que todo había sido producto del cúmulo de emociones que descubrir la infidelidad de Davikah me había generado, yo quería a Rebecca eso era cierto, Rebecca era guapa también era cierto, me sentía bien estando a su lado y nos divertíamos; la quería pero eso era muy diferente a sentir alguna clase de atracción por ella. Hemos sido amigas por mucho tiempo, nos queremos y cuidamos, no hay más.

—Rebecca Armstrong y yo somos amigas.—

Me repito una vez más mientras la luz del amanecer entra por mi ventana, ayer olvidé cerrar las cortinas y ahora éste es el karma que debo de pagar; despertar temprano un sábado. Me deshago de la sábana tirándola sobre el colchón a un lado de mi cuerpo y estiro mis brazos mientras bostezo. La conciencia llega lentamente; es hoy.

Me pongo de pie y el frío se cuela por la planta de mis pies descalzos, me estremezco un poco mientras acomodo mi pantalón de rombos que uso para dormir, estiro mis brazos una vez más y me pongo una playera sobre mi top antes de bajar.

Mi estómago gruñe y lo calmo con unas palmaditas suaves mientras bajo las escaleras, una canción de The Doors se escucha en la planta baja y supongo que es mi madre que se ha levantado para preparar el desayuno. Cuando llegó comedor veo a mi papá salir de la cocina, coloca un plato de waffles al centro justo a lado de un sartén con huevos revueltos.

—¿Waffles?—. Mi papá pregunta en cuanto me ve. Nos sonreímos de manera cómplice, él es un hombre delgado con el cabello negro y la piel un poco bronceada, usa anteojos delgados sobre sus ojos que son rasgados y contienen un tono miel como los míos, lleva un delantal de flores que compró y suele usar siempre que decide atacar la cocina—. ¿O huevos?

—Waffles con miel y huevos con tocino—. Contesto mientras me siento en una de las sillas del comedor, justo enfrente de una gran pila de tocino.

La boca se me hace agua y si esto fuera una caricatura se me saldrían los ojos y se me caería la baba del hambre que tengo, mi papá pasa una mano por mi cabello despeinado, y deja un plato enfrente de mí.

—Alguien despertó con hambre—. Mi mamá llega detrás de mi papá con una jarra con jugo de naranja natural en sus manos —. Estuviste despierta hasta tarde.

No es pregunta por lo que me encojo de hombros mientras papá sirve un poco de huevos revueltos en mi plato, mi mamá nos observa y rueda los ojos; en palabras de mi madre mi papá volvió a nacer cuando yo nací porque soy exactamente idéntica en todo a Somchai Chankimha, no es algo sólo físico según ella sino que también heredé sus manías y sus rarezas; como contar las letras de las palabras cuando alguien está hablando, acomodar todo milimétricamente, seguido por patrones de color u orden alfabético, y el más importante de todas nunca, nunca pisar las líneas de las aceras porque es de mala suerte. Un fraude que me haya tenido que llevar nueve meses en su panza para que no me pareciera en nada a ella, es lo que suele decir pero lo cierto es que hay algo que heredé de mi mamá y que es quizás la cosa que más disfruto de la vida; la música.

Mi mamá tenía una banda de rock en su juventud, conoció a mi padre en una de esas reuniones clandestina que organizaban los fines de semana y aunque difieren en sí fue amor a primera vista o no, yo tengo claro que ellos estuvieron destinados a encontrarse, ellos son muy diferentes, es como si el sol se enamorara de la luna y viceversa; mi mamá tiene el cabello castaño claro y sus ojos son de un café profundo, es unos centímetros más baja que mi papá y tiene un tatuaje de mariposa arriba del tobillo derecho, podría decir que son dos polos opuestos, pero eso no impidió que un año después mi mamá se enterara que estaba embarazada, no fue un bebé planeado pero si muy amado, cuando mi mamá se enteró que estaba embarazada sus sueños de ser una artista reconocida murieron, pero algo más grande nació, su amor por mí.