Wait For Your Love | FreenBecky |

Tsunami

SAROCHA'S POV

Puedo sentir el golpeteo frenético de mi corazón que busca una válvula de escape, mis manos están sudando y una corriente de adrenalina me hace temblar intermitentemente, en mi cabeza la sensación de la suavidad de los labios de Rebecca se mantiene como si hubiera sido grabada con tinta en mi subconsciente. Me llevo la mano izquierda hasta rozar con la yema de los dedos mi labio inferior, me siento como si acabara de despertar de algún sueño maravilloso, las palabras no existen para explicar la sensación que sus labios han dejado en todo mi cuerpo.

Si pudiera intentar darle un sentido sería como si hubieran descargado un desfibrilador en mi rostro y miles de hormigas recorrieran desde mis brazos a hasta mi cabeza. La escena de lo que hemos hecho se proyecta en mi memoria y la atesoraré como la mejor película de romance que alguien haya escrito.

Cierro los ojos y sólo puedo recordar los ojos marrones entrecerrados, la sensación de ahogamiento se mantiene latente, el aire era tan pesado que sentía que me estaba sofocando pero nada me importaba en ese momento; cuando le planteé a Rebecca la posibilidad de que en algún momento nos tendríamos que besar no esperaba que ella estuviera tan comprometida con la causa, una parte de mí se sentía culpable por robarle el primer beso, ya que para muchas personas resulta importante pero cuando Rebecca me confesó que ya había besado a alguien el pasado una especial de cólera inundó mi cuerpo, un remolino de celos emergió y volvió a cubrir mi mente con un manto oscuro.

¿Por qué ella no me lo había contado? ¿Quién era la persona que había besado por primera vez a Rebecca? No lo sabía y siendo sincera preferiría no saberlo u odiaría a alguien por el resto de mi vida sin un motivo aparente. Por otro lado deseé que ella me confesara en aquel momento quien había osado profanar sus labios, la incertidumbre y la duda me hicieron querer descubrir al impostor pero al ver sus ojos marrones, al escuchar el "ya no soy una niña" tuve el único deseo fugaz de borrar cualquier rastro existente de ese pasado que ahora me resultaba horrendo.

—Deberíamos...— la opresión en mi pecho se incrementaba, pero la coherencia se había marchado, si había estado preocupada por robarle el primer beso lo único que me preocupaba en ese momento era que mis labios le resultaran más apetecibles que cualquier otros — podríamos...— la anticipación y las ganas contenidas que nunca habían despertado me tenían al borde del colapso pero lo había decidió, no podía retroceder — deberíamos practicar porque... —. Su mirada baja un poco así que mi mano migra a su mentón y alza su cabeza para me mire, quiero que me mire, quiero que sus ojos me digan que no quiere hacerlo — debemos hacerlo bien para que sea convincente.

Quizás tengo un problema con sentir que el mundo se detiene pero me es imposible no creerlo cuando ella me mira con la profundidad de mil galaxias, es imposible para mí no dejar de respirar cuando una obra de arte me está mirando.

—Puedo ser muy convincente— susurra con alevosía y esas cuatros palabras son capaces de desatar las más fieras tormentas ciclónicas en mi interior, aún no la he besado pero siento que me voy a desmayar.

Mi cuerpo reacciona sin ningún tipo de precedente comparable, necesito que me diga que me detenga, que no quiere hacerlo, que no quiere que la bese pero se mantiene en silencio y la valentía que me ha poseído todo el día se esfuma, me siento disminuida, tan tonta y tan pequeña, como un ser pequeño frente a un gigante colosal. Los nervios empiezan a hacer que mi cabeza de un par de vueltas o quizás sea que he dejado de respirar, no lo sé.

—Te voy a besar ahora— Escucho mi voz pero soy incapaz de moverme, estoy paralizada  y entiendo que me quiero convencer a mi misma más que a ella— lo voy a hacer.

—Hazlo—. Me reta.

—Lo haré. — le contestó pero no me muevo.

Sus ojos marrones se ocultan lentamente de atrás de sus párpados, no estoy preparada para lo que viene, nunca lo había imaginado posible, no pensé que fuera a suceder, lo quiero pero me siento como en un sueño y me da miedo despertar en el mejor momento. Sus labios se presionan con los míos, mantengo los ojos abiertos porque de verdad no puedo creer lo que está sucediendo, mi corazón ha dejado de latir y la confusión entre la realidad y la ficción me comienza a atormentar.