Wait For Your Love | FreenBecky |

Black Horse

DENVER, COLORADO
26 DE AGOSTO

Acabo de tomar el baño más rápido de mi vida, me desperté tarde por quedarme despierta hasta altas horas de la madrugada por no poder dejar de ver Se presume inocente, el final me dejó por mucho tiempo mirando mi techo pensando en cómo había sucedido todo y en cómo la premisa se parecía mucho a Defending Jacob, cuando me di cuenta ya eran casi las tres de la mañana y por obvias razones terminé despertándome tarde por lo cual ahora las gotas que escurren de mi cabello mojado caen sobre el piso de madera de mi habitación mientras corro de un lado a otro para vestirme.

Una blusa blanca y un pantalón negro fue lo primero que pude conseguir de mi armario, un suéter ligero azul claro porque seguramente hará un calor infernal más tarde y no quiero estar cargando con una chamarra todo el día, tomo mi mochila de la silla de madera, y bajo las escaleras brinco los últimos dos escalones mientras sujeto con fuerza la correa de mi mochila para no tirarla.

Escucho a mis padres conversar en la cocina así que sigo derecho hasta la cocina.

—Con cuidado, Rebecca—. Mi papá habla cuando entro a la cocina y él tiene que dar un paso hacia atrás para evitar que derrame la taza de café sobre su camisa azul.

—Lo siento, papá—. Hablo ajustando la corra sobre mi hombro mientras que con la otra mano tomo un vaso con jugo de la isla al centro de la cocina—. Sino me apuro perderé el autobús.

—Rebecca... —. Mi mamá se gira un instante para mirarme, trago un suspiro.

—Sí, mamá—. Hablo sabiendo que es lo que va a decir, ella sonríe y se vuelve a girar.

—Desayuna algo antes—. Mi mamá sigue hablando mientras sigue de espaldas a la isla, mi papá se acerca y acaricia mi cabello húmedo antes de dejar un beso en mi frente haciendo que lo mire y le sonría mientras dejo el vaso semi vacío de vuelta en la superficie—. Aún estás a tiempo.

—Comeré en el instituto—. Hablo mientras tomo una tostada con mermelada que supongo mi papá preparó para él—. Me llevaré esto.

—Rebecca—. Mi papá me llama antes de que pueda salir de la cocina, mi cuerpo hormiguea por completo por el estrés y la ansiedad que me da el llegar tarde el primer día de clases—. Tómalo con calma ¿quieres?

—Siempre—. Asiento para reafirmar mi respuesta—. Me tengo que ir.

—Rebecca—. Ruedo los ojos cuando es la voz de mi madre la que me llama esta vez—. Hoy regreso a trabajar así que dejaré comida en el congelador solo tienes que calentarla, come por favor.

—De acuerdo...—. Doy dos pasos para salir de la habitación mientras muerdo la tostada con mermelada pero inmediatamente vuelvo sobre mis pasos, beso la mejilla de mi papá dejando un rastro de mermelada al contacto que me hace reír y después camino hacia mi mamá para abrazarla—. Ahora sí me tengo que ir—. Le doy otra mordida a la tostada—. ¡Los amo!

—¡Y nosotros a ti! ¡Con cuidado!

Las palabras se pierden en cuanto cierro la puerta principal de mi casa, muerdo lo último que queda de la tostada mientras camino hacia la acera delantera, cruzo la calle para esperar el transporte escolar cuando un ruido ahogado me hace girar a la izquierda. Un auto negro entra en mi campo de visión, del escape sale un hilo de humo blanco mientras el motor vuelve a rugir. Cuando el auto se detiene enfrente de mi casa justo en la acera contraria en la que yo me encuentro no puedo evitar sonreír al ver a la persona que conduce.