Wait For Your Love | FreenBecky |

Mario Kart

SAROCHA'S POV

Empiezo a creer que es momento de conocer esa parte de Rebecca que no conozco, sé que hemos tenido esta amistad por mucho tiempo pero aún así creo que hay muchas cosas que no conozco de la castaña, sé que le gusta mirar por la ventana del autobús de manera melancólica para no tener que hablar con nadie en el transporte, sé que cuando algo le gusta puede obsesionarse con el tema por semanas, sé que le gustan los postres pero necesita compartirlos con alguien porque el dulce termina empalagando su lengua, sé que la mayor parte del tiempo puede parecer callada y reservada pero que en esa timidez esconde la risa más escandalosa y el sentido del humor más agrio que el mundo no está preparado para conocer.

Si me pidieran definir a Rebecca creo que lo único que podría decir es que es una persona con una dualidad que la hace diferente al resto, Rebecca es alguien que se preocupa por las personas de su alrededor aunque no lo demuestre con frecuencia, le gusta analizar a las personas y por eso es callada, es muy inteligente, divertida, bonita, y talentosa. Suele cantar en la ducha y suele tropezarse con facilidad, no le gusta practicar ningún deporte aunque es fanática de ellos, Nam suele bromear con que Rebecca es muy perezosa para practicar atletismo, natación o boxeo pero no es perezosa para tumbarse frente al televisor para ver los juegos olímpicos, Rebecca sólo ríe, y cuando lo hace nos contagia a todos. Ella es capaz de ver y apreciar la belleza en la sutileza del entorno, a mi me gusta mirar el espacio y soñar con las estrellas pero a Rebecca le gusta la tierra, puede recostarse por horas en el césped o mirar por la ventana cuando nieva, nunca se queja del frío o del calor y parece acoplarse hasta a los climas extremos aunque prefiere más los días fríos a un día soleado, ella es como una brújula en medio de una tormenta aunque la mayor parte del tiempo parezca perdida.  

Conozco muchas cosas de Rebecca, como que su caricatura favorita es Bob esponja y se encuentra constantemente comparándose con Patricio Estrella o que los días de nieve son sus favoritos porque se puede quedar todo el día en cama, conozco muchas cosas de Rebecca pero deseo conocer esa parte que nunca ha permitido mostrarle al mundo, deseo saber si sus labios son en realidad tan suaves como parecen, quiero saber si sus manos son escurridizas o si su lengua es tan traviesa como ella. Quiero escuchar palabras dulces de sus labios, quiero conocer esa versión que nadie ha conocido.

Cuando el timbre de mi casa suena sé que ha llegado el momento, lo siento en el latido desbocado que mi corazón emite, lo sé porque de pronto me reconozco más torpe que cualquier otro día, todo mi cuerpo tiembla y me miro en el espejo de mi habitación, alboroto mi cabello y deslizo mis manos por la playera blanca mientras trago aire con fuerza, el suficiente que me permita llegar a la puerta y abrirla metafóricamente a un mundo nuevo. Mi mamá hoy no está en casa pero le he avisado desde la noche anterior que había invitado a Rebecca a dormir, no hubo ningún tipo de objeción

Me parece curioso qué para mi mamá la presencia de Rebecca sea tan natural como respirar, quizás es porque nos conocemos desde primer grado, o quizás es que Rebecca no detona la alarma de mamá sobre protectora a diferencia de por ejemplo, Love. La que fuera mi novia no podía venir a casa sino estaban uno o ambos de mis padres, no podía quedarse a dormir por nada del mundo y por supuesto yo no podía quedarme a dormir en su casa, algo que parece tan simple pero que mirándolo con lupa responde a una inquietud profunda.

Cuando llego a la puerta de mi casa vuelvo a pasar mis manos por mi playera y miro a la puerta con seriedad mientras contengo la respiración y después suelto todo el aire contenido. Cuando abro la puerta Rebecca está ahí de pie, con ese mechón de su cabello rebelde que suele bailar al compás del viento, lleva una playera de manga corta y n color blanco que deja parte de su abdomen descubierto, unos jeans azul claro y unas zapatillas deportivas de color blanco, en su hombro derecho una pequeña maleta de mano en la que supongo trae una muda de ropa para el siguiente día y lo que usará para dormir además de sus pertenencias para su rutina de aseo, sus ojos me miran y después gira por sobre su hombro en dirección a la calle, un auto gris está aparcado en la acera, puedo ver por lo vidrios al señor Armstrong que agita su mano hacia nosotras, sonrió y le devuelvo el saludo para verlo encender el auto.