DENVER, COLORADO
23 DE AGOSTOPuedo escuchar mi respiración descender hasta volverse un susurro desvanecido por el viento que sopla de manera taciturna, puedo sentir la sombra de las nubes envolver mi cuerpo antes de que continúen avanzado y sea la luz que irradia el sol la que golpe mi rostro, el césped pica la parte trasera de mis piernas así como mis brazos descubiertos, no uso más que un short de mezclilla y una blusa de tirantes y aunque cualquiera pudiera encontrar irritante la sensación pero para mí es reconfortante. No necesito hacer nada más que cerrar mis ojos para escabullirme en una sensación idílica, llevo casi dos horas recostada sobre el césped verde del jardín trasero de mi casa, dos horas exactas desde que llegué del hospital con mi madre. Dos horas desconectada del mundo mientras tarareo Birds Of A Feather de Billie Eilish, me encanta la sensación abrazadora que el calor del sol cierne sobre mi cuerpo recordándome que la felicidad está impregnada en momentos tan simples como lo es tirarte en el césped. Tengo dos meses para disfrutar de este clima porque la nieve comenzará a descender a mediados de octubre y no es que no me gusten las nevadas, de hecho cuando era una niña no había algo que no esperara con más ansias que ver las calles y las casas cubiertas de blanco porque de esa manera podía quedarme dentro del calor hogareño disfrutando de un chocolate caliente sin hacer nada más que ver a Bob Esponja ser picado por medusas o pateado por Arenita, aunque debo de confesar que Patricio Estrella siempre ha sido mi personaje favorito; quizás es porque en el fondo soy tan tonta y torpe como él.
—¡Becky!—. La voz de mi madre me hace suspirar porque sé que es momento de volver a la casa—. Hora de comer.
Es el último fin de semana antes de que la clases inicien, es mi último año en el Denver East High School, el 12° es el que definirá mi educación universitaria. Mentiría si dijera que lo tengo claro cuando realmente no sé hacia donde dirigir mi vida aunque lo que tengo más que claro es que quedarme en Denver no es una opción. Sé que no debo abrumarme, no es como que mi futuro dependiera de la decisión de una chica de 17 años, puedo meter la pata garrafalmente, sólo espero que algún suceso alumbre mi mente y pueda tomar la decisión correcta.
—¡REBECCA!—. Abro los ojos ante el grito ensordecedor de mi madre, debería ponerme de pie porque me ha llamado por mi nombre y en el segundo siguiente qué...—¡REBECCA PATRICIA!—. Ahí está.
—¡Ya voy!—. Afirmo pero el azul claro del cielo me parece hipnótico y no puedo hacer nada más que ladear la cabeza y contemplar la majestuosidad de la creación, somos un grano de arroz en medio del universo, ¿cuántas Rebeccas estarán allá afuera debatiéndose mentalmente en si son relevantes para la composición del universo?
— Trecientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos—. La voz me hace dar un respingo antes de girar mi cuerpo hacia la derecha, me sostengo sobre mi codo para observar a la persona que ha hablado—. Eso es un promedio, podríamos decir que la distancia en sí misma equivale a 30 planetas tierras...
Sarocha Chankimha.
Mi mejor amiga, más que mi mejor amiga ella es como la hermana que mis padres nunca quisieron darme. Nos conocimos en primer años y desde ahí todo es historia, siempre he sido un poco introvertida así que el que ella se acercara en aquel receso para preguntarme si podía sentarse a mi lado a la hora del almuerzo me puso ansiosa, Freen en ese momento era la nueva en la ciudad, ella y su familia se habían mudado a Estados Unidos después de que le ofrecieran a su padre un trabajo en una empresa de programación. Freen es diferente a mí en todos los sentidos y suelo pensar que es esa divergencia la que nos hace complementarnos de manera tan inusual, como dije soy como una hermana para ella, podemos hablar de cualquier cosa y sé que nunca me va a juzgar, nuestra amistad es así; sincera y sin medias verdades, nos conocemos tan bien que parece que fuimos separadas al nacer, me siento agradecida con la vida de haberla conocido.
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Wait For Your Love | FreenBecky |
Fanfiction¿Qué pasaría si le digo que me gusta? ¿Qué pasaría si un día por fin soy valiente y me paro enfrente de su casa y le digo que desde la primera vez que la vi puso mi mundo de cabeza? ¿Qué pasaría si por un momento desafió las leyes de la física y le...