Capítulo 23

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Luego pasaron 2 años y noticias de José no supe más, ya tenía 25 años y mi vida ya estaba mucho más tranquila, me había convertido en la gerente de la compañía, pero mi vida amorosa no había encontrado a nadie, la cual me hubiera vuelto a enamorar. 

Todo cambió. Era una tarde soleada cuando decidí asistir a la reunión de antiguos alumnos del colegio. La emoción y la nostalgia me invadieron al recordar aquellos días, especialmente a Lucas, el chico que siempre estuvo ahí, pero que nunca se convirtió en mi novio oficial. Al llegar, el bullicio de risas y recuerdos me rodeó. Mientras saludaba a viejos amigos, mi corazón latía más rápido al pensar en la posibilidad de encontrarme con él.

De repente, lo vi. Lucas estaba de pie en una esquina, riendo con un grupo. Su cabello, un poco más corto, y su sonrisa, la misma de siempre. Me sentí atrapada por la nostalgia.

-¡Lucas! ¡Cuánto tiempo sin verte!

 -¡Emily! No puedo creer que estés aquí. -Girándose sorprendido.

La conversación fluyó con facilidad, como si nunca hubiéramos estado separados. Hablamos de nuestras vidas, de los sueños que teníamos y de cómo habían cambiado. Mientras hablábamos, la conexión que una vez tuvimos comenzó a resurgir. Las risas y las miradas cómplices me recordaron aquellos días en el colegio.

A medida que la noche avanzaba, Lucas se volvió más serio.

- Siempre pensé que había algo especial entre nosotros. Me arrepiento de no haberlo explorado más en su momento.

Mis latidos se aceleraron. ¿Era posible que él también hubiera sentido lo mismo?

- Yo también lo pensé. Pero en ese entonces, todo era confuso.

 -¿Te gustaría salir a tomar algo después de esto? Me encantaría ponernos al día de verdad.

La propuesta me tomó por sorpresa, pero en el fondo, sabía que quería decir que sí.

-Me encantaría.

Mientras caminábamos hacia el coche, sentí que algo había cambiado. El reencuentro con Lucas no solo había revivido viejos recuerdos, sino que también había abierto la puerta a nuevas posibilidades.

Pensando para mí misma - Tal vez esta vez, las cosas serán diferentes.

El futuro parecía más brillante, y con cada paso que daba, me sentía más segura de que este reencuentro era solo el comienzo de algo nuevo.

La noche que salí con Lucas fue mágica y, a la vez, reveladora. Nos encontramos en un pequeño café que solíamos visitar durante el colegio. La atmósfera estaba llena de risas y música suave, y mientras conversábamos, sentí que la conexión entre nosotros se reavivaba.

 - Estoy de vuelta del extranjero. He estado trabajando en un negocio familiar de diseño gráfico.

- ¡Eso suena increíble! Nunca me imaginé que tenías talento para el diseño.

 - Gracias. De hecho, estaba pensando en expandir el negocio y me preguntaba si te gustaría aprender junto conmigo.

Sentí una mezcla de sorpresa y emoción. La idea de trabajar juntos me hizo recordar todos esos momentos en los que soñábamos con el futuro.

-¿En serio? Me encantaría. Siempre quise explorar más sobre el diseño gráfico.

- Y no solo eso. También pensé que podríamos intentar retomar lo que quedó a medias entre nosotros.

Mis latidos se aceleraron al escuchar esas palabras. La posibilidad de algo más entre nosotros me llenó de esperanza.

 -¿Te refieres a... nosotros?

Secuestrada por un conocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora