𝐀𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐳𝐚𝐣𝐞𝐬

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Dabi observaba a Astra mientras ella jugaba con unos bloques en el colchón, su pequeña figura ajena al peligro que los rodeaba constantemente

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Dabi observaba a Astra mientras ella jugaba con unos bloques en el colchón, su pequeña figura ajena al peligro que los rodeaba constantemente. Había pasado algún tiempo desde que la castigó, y aunque su relación seguía siendo tan fuerte como siempre, algo lo inquietaba. Sabía que no siempre podría estar allí para protegerla. El incidente en el parque le había recordado lo frágil que era su hermana y lo importante que era prepararla para lo que pudiera venir.

Una tarde, mientras la pequeña jugaba, Dabi se acercó y se agachó a su lado, mirando sus manos moverse con habilidad mientras construía una pequeña torre.

— Astra, — dijo suavemente. — Quiero hablar contigo.

La niña levantó la vista, su cabello oscuro cayendo en suaves ondas sobre sus mejillas. Sus grandes ojos curiosos lo miraban, esperando a que hablara.

— ¿Recuerdas lo que pasó el otro día en el parque? — comenzó, y ella asintió lentamente, su expresión ahora más seria. — No siempre estaré aquí para protegerte... pero quiero que aprendas a defenderte. No para pelear, — aclaró rápidamente al ver su confusión, — sino para que sepas qué hacer si alguna vez estás en peligro.

Astra frunció el ceño, claramente no le gustaba la idea de estar sin su hermano, pero asintió, entendiendo lo que decía. — ¿Cómo? — preguntó con una pequeña voz.

Dabi sonrió un poco. — Te voy a enseñar algunas cosas. Nada complicado al principio. Solo lo básico. Si alguien intenta hacerte daño, quiero que sepas cómo evitarlo o defenderte. También, aprenderás a controlar mejor tu don.

Astra miró sus manos, aún no comprendía del todo su habilidad para manipular nieve, pero confiaba en su hermano. — Está bien, hermano.

Dabi asintió y se levantó, ofreciéndole su mano. — Vamos. Empecemos con algo fácil.

La llevó a un rincón despejado de la habitación. Aunque el espacio era limitado, Dabi había movido los muebles para crear un pequeño lugar donde podían entrenar. Se agachó de nuevo a su nivel y le mostró cómo mantenerse firme sobre sus pies, cómo poner las manos para defenderse.

— Lo primero es aprender a moverte bien, — le explicó, mostrando cómo flexionar las rodillas y distribuir su peso. — Si te quedas rígida, serás más fácil de derribar. Pero si te mantienes en movimiento, será más difícil para cualquiera alcanzarte.

Astra lo imitó, sus pequeños pies moviéndose torpemente al principio, pero Dabi la corregía con paciencia. La miraba con una mezcla de orgullo y preocupación mientras aprendía rápidamente. Incluso a su corta edad, podía notar la determinación en los ojos de la niña.

Después de un rato, comenzaron a practicar algunos movimientos más. Dabi le enseñó cómo esquivar y cómo usar su pequeña figura para salir de situaciones difíciles. A veces, Astra perdía el equilibrio y caía, pero cada vez que lo hacía, se levantaba rápidamente, sin quejarse.

𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐢𝐭𝐨 || 𝐃𝐚𝐛𝐢/𝐓𝐨𝐮𝐲𝐚 𝐓𝐨𝐝𝐨𝐫𝐨𝐤𝐢 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora