¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El campo de batalla se extendía como un paisaje de destrucción y caos. La lucha entre héroes y villanos había alcanzado su clímax, y las calles estaban llenas de escombros, humo y el eco de gritos. En medio de este escenario devastador, dos enfrentamientos paralelos se libraban con intensidad: Dabi contra Shoto y Astra contra Enji.
Dabi y Shoto se encontraron en el centro de la batalla, rodeados de llamas y humo. El fuego azul de Dabi iluminaba el cielo nocturno, y sus ojos reflejaban una determinación feroz mientras su hermano menor se acercaba.
- ¡Shoto! - rugió Dabi, su voz llena de rabia contenida -, ¿cómo pudiste ser tan ciego? ¡Todo lo que hiciste fue seguir las órdenes de papá y ahora te crees el héroe perfecto!
Shoto, con su rostro en una mueca de dolor y enojo, enfrentó a Dabi sin titubear. Su fuego y hielo chocaban en un espectáculo de luces y sombras, creando un contraste doloroso entre los dos hermanos.
- ¡No tienes idea de lo que pasó! - gritó Shoto, su voz llena de desesperación -. Hice lo que pude para proteger a mi familia. Tú solo elegiste el camino del odio y la destrucción.
Dabi rió con desdén, el sonido resonando como una burla cruel. Sus llamas azules se intensificaron, su cuerpo temblando por el esfuerzo y la tensión.
- ¡No me hables de proteger a la familia! - Dabi exclamó, sus palabras llenas de veneno -. ¡Tu padre nunca nos dio una oportunidad! ¡Todo lo que hizo fue destruirnos!
Mientras tanto, en otro rincón del campo de batalla, Astra estaba enfrentando a Enji. El héroe número uno había intentado con todas sus fuerzas convencer a su hija de que regresara a una vida normal, de que pudiera ser parte de una familia unida, libre de la violencia y el caos.
- Astra - dijo Enji, con una mezcla de desesperación y tristeza en su voz -, no tienes que vivir así. Podemos ser una familia, podemos arreglar todo esto. Por favor, ven con nosotros y deja esto atrás.
Astra, su rostro contorsionado en una mezcla de dolor y resistencia, no podía aceptar las palabras de su padre.
- ¿Familia? - preguntó Astra, su voz temblando con emoción -. ¿Dónde estaba mi familia cuando le necesitaba? ¿Dónde estabas tú?
El choque entre los dos era brutal. Astra utilizaba sus poderes para manipular la nieve y el hielo, congelando el suelo a su alrededor y lanzando ataques implacables. Enji respondía con su fuego intenso, cada golpe y cada contraataque mostrando la desesperación de un padre que trataba de recuperar lo que había perdido.
Mientras Dabi y Shoto se enfrentaban, la intensidad del combate estaba alcanzando niveles peligrosos. Dabi, impulsado por la furia y el dolor, utilizó todo su poder. Las llamas azules envolvían su cuerpo, llevándolo al límite mientras se enfrentaba a su hermano.
- ¡Este es el precio de tu traición, Shoto! - gritó Dabi, su cuerpo cubierto de fuego azul y sus movimientos llenos de una energía desesperada.
Las llamas ardían con una intensidad abrasadora, y Shoto, agotado y herido, luchaba por mantenerse en pie. Los esfuerzos de Dabi eran tan feroces que el propio fuego parecía consumirlo desde adentro.
