El tiempo había pasado rápidamente, y ahora Astra tenía cuatro años. La pequeña había crecido en medio de las sombras de la Liga de Villanos, pero su espíritu era todo lo contrario a su entorno. Su energía inagotable llenaba la habitación que compartía con Dabi, quien, a sus 24 años, se encontraba en una etapa donde lidiar con una niña pequeña resultaba ser uno de sus mayores desafíos.
Astra corría de un lado a otro, su risa resonando en las paredes de la habitación. Dabi la observaba desde su lugar en el colchón, su mirada a medio camino entre la exasperación y el cariño. Sabía que Astra no tenía ni idea de lo complicada que era su vida o de los peligros que acechaban fuera de esas paredes. Para ella, el mundo era un lugar lleno de aventuras y diversión, y su hermano mayor era su refugio seguro.
─ Astra, ya basta ─ dijo Dabi, su voz firme pero sin malicia.
La niña, por supuesto, no hizo caso. Estaba demasiado ocupada persiguiendo una pequeña pelota que Dabi había robado para ella hacía unos días. Con su cabello blanco desordenado y sus ojos azules brillando con emoción, Astra parecía la imagen viva de la inocencia. Pero Dabi sabía que bajo esa apariencia angelical se escondía una voluntad de hierro.
Cuando la pelota rodó hasta los pies de Dabi, él la atrapó con una mano, deteniendo el juego de Astra. La pequeña se acercó a él, esperando que le devolviera la pelota, pero Dabi la miró con una ceja levantada.
─ Es hora de descansar un poco ─ le dijo, sin intención de ceder.
Astra frunció el ceño, su pequeña cara arrugándose en una expresión que Dabi había aprendido a reconocer como el preludio de un berrinche. Sin decir una palabra, cruzó los brazos sobre su pecho y se quedó plantada frente a él, con los labios fruncidos.
─ No, Astra ─ repitió Dabi, esta vez con más firmeza.
La niña dejó escapar un gruñido de frustración y luego, como si no pudiera contenerlo más, comenzó a patalear en el suelo, sus pequeños pies golpeando el piso de madera con fuerza. El berrinche había comenzado, y Dabi sabía que tendría que manejarlo con paciencia.
─ No quiero descansar, quiero jugar ─ gritó Astra, su voz aguda y llena de determinación.
Dabi suspiró y dejó la pelota a un lado. Sabía que ceder solo haría que los berrinches se volvieran más frecuentes, pero enfrentarse a una niña de cuatro años con el temperamento de Astra no era tarea fácil.
─ Astra, si sigues haciendo berrinche, no podrás jugar más con la pelota ─ dijo, intentando mantener la calma.
Pero sus palabras no parecieron calmar a la niña. Astra, en lugar de detenerse, se dejó caer al suelo, rodando sobre su espalda mientras gritaba y pataleaba, su frustración evidente en cada movimiento.
Dabi se pasó una mano por el cabello, sintiendo cómo la paciencia comenzaba a agotarse. No era el tipo de persona que lidiaba bien con el desorden emocional, y menos cuando provenía de una niña pequeña. Pero Astra era su hermana, y a pesar de todo, él la amaba profundamente.
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𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐢𝐭𝐨 || 𝐃𝐚𝐛𝐢/𝐓𝐨𝐮𝐲𝐚 𝐓𝐨𝐝𝐨𝐫𝐨𝐤𝐢
Fanfic──────🔥────────────🔥────── 𝐸𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑜𝑠𝑐𝑢𝑟𝑎 𝑡𝑟𝑎𝑚𝑎 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜𝑠 𝑓𝑎𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑟𝑒𝑠 𝑦 𝑟𝑒𝑑𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛, 𝐷𝑎𝑏𝑖, 𝑢𝑛 𝑣𝑖𝑙𝑙𝑎𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝑓𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑡𝑜𝑟𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠𝑜, 𝑠𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 �...