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El día estaba nublado cuando Enji Todoroki, el hombre conocido por su imponente presencia y habilidades de fuego, entró en la oficina de los investigadores privados con un aire de determinación y preocupación. Aunque su rostro mostraba signos de desgaste, sus ojos reflejaban un deseo ardiente por resolver un asunto que lo había atormentado durante años: el paradero de su hija.
El investigador principal, un hombre de mediana edad con un aire profesional, se levantó al ver a Enji. — Señor Todoroki, qué gusto verlo. ¿Cómo podemos ayudarle hoy?
Enji tomó asiento frente al escritorio del investigador, sus manos entrelazadas en un gesto de concentración. — He venido a solicitar su ayuda una vez más. Necesito saber el paradero de mi hija. Valeria, la madre de mi hija bastarda, me dijo que la había enviado a Argentina, pero después de investigar, descubrí que no está allí.
El investigador asintió, tomando notas en su cuaderno. — Entiendo. Permítame actualizar mi equipo sobre la situación. ¿Tiene alguna nueva información o detalle que pueda ser útil en la búsqueda?
Enji hizo una pausa antes de responder. — Valeria nunca fue completamente honesta conmigo. No sé qué ha sido de mi hija desde que la dejamos. Todo lo que sé es que ella estaba en Japón antes de ser enviada a Argentina. Mi prioridad es encontrarla, sin importar lo que haya pasado. He estado tratando de mejorar mi relación con mi familia, y esto es algo que necesito resolver.
El investigador levantó la vista, su mirada fija en Enji. — Comprendo su situación. Vamos a poner en marcha una nueva búsqueda con la información que tenemos. Trabajaremos en verificar los registros, entrevistar a posibles testigos y revisar cualquier pista que pueda surgir.
Enji asintió con gratitud. — Aprecio su ayuda. Sé que esto no será fácil, pero estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para encontrar a mi hija y arreglar las cosas con ella. No quiero que nada quede sin resolver.
El investigador le ofreció una sonrisa comprensiva. — Nos pondremos a trabajar de inmediato. Le mantendremos informado sobre cualquier avance. Por favor, no dude en contactarnos si tiene más detalles o necesita algo más.
Enji se levantó, su rostro mostrando una mezcla de esperanza y determinación. — Gracias. Espero que podamos encontrarla pronto.
Con esas palabras, Enji salió de la oficina, su mente ocupada con la búsqueda de su hija. Aunque el camino hacia la redención y la reconciliación era incierto, estaba decidido a hacer todo lo posible para enmendar el pasado y establecer una conexión con su hija, sin importar lo que eso pudiera significar.
La tarde estaba cargada de tensión cuando Natsuo Todoroki llegó a la casa familiar. La última conversación con su padre había dejado cicatrices profundas, y el dolor acumulado por años de desilusión y resentimiento lo había llevado a confrontar a Enji sobre los errores que, según él, habían marcado a su familia de manera irreversible.
