CAPÍTULO LII

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Buenas noches!!!

Faltan diez minutos para las doce, sé que es tarde pero es ahora cuando acabo de terminar el capítulo así que espero que lo disfruten y ya me contarán ;)

Este tampoco es el último, sabrán el porqué en cuanto lo acaben, unos imagino que estarán contentos porque no termina aún y otros se desesperaran por lo contrario. Realmente quería que fuera el último pero entonces implicaba no subir nada hasta que pudiera, por lo que he optado por subir lo que tengo y lo siguiente lo antes que pueda. Quizás les de una sorpresa y lo haga entre semana, también quero subir el primer capítulo de Mi perfecto Espía....tengo trabajo jajajajaja

Les deseo unas muy felices vacaciones a todos y que lo pasen genial!

Yo y mi cabecita loca quieren que sean super felices!!!!

¡¡¡Besotes enormes y millones de abrazos para todos!!!

***

Mientras era alejada de donde se desarrollaba todo aquel disparate no podía dejar de pensar en lo curioso de las reacciones que se podían tener ante las diferentes situaciones a las que nos enfrentaba la vida. Al principio de todo lo sucedido había sentido miedo, no podía decir otra cosa, pero a medida que los hechos se iban desarrollando la angustia por volver con los suyos lo había sustituido. En ningún caso imaginó que realmente estuviera en verdadero peligro hasta que sintió el frío metal ajustarse a su costado.

Damon la llevaba casi en volandas y su brazo la sostenía con fuerza contra él. Lo miró sin poder creer que todo pasara tan rápidamente y comenzó a sentir que el aire no le llegaba con suficiente normalidad a los pulmones. Se le nubló la vista al darse cuenta de lo cerca que había estado de la muerte en el caso de que esa mujer se hubiera sentido más acorralada y el temblor de su mano, en el momento en el que apareció el esposo, le hubiera hecho apretar el gatillo.

Aspiró con dificultad tratando de mantener la calma y se concentró en mantener el paso pero le era casi imposible controlar el frío que la estaba invadiendo hasta hacerla tiritar.

-No vuelvas a hacerme algo así, Lizzy. No creo poder soportarlo otra vez.- Damon le hablaba sin mirarla. Su atención estaba puesta en alcanzar la esquina de la posada y evitar las miradas indiscretas.

Liseth ni siquiera se quejó por el diminutivo de su nombre que había utilizado, es más, eso aumentó en gran medida sus ganas de llorar.

-No puedo....- Trató de hacerse entender pero Damon parecía no escucharla.

Se detuvo cuando los dientes le castañearon y se mordió los labios intentando evitar que los sollozos escaparan. En esos momentos estaba totalmente a favor de llorar hasta quedar rendida para alejar el miedo irracional que la dominaba.

-¿Qué sucede?.- Damon se volvió hacia ella preocupado y la abrazó con determinación en cuanto vio su rostro desencajado.- Ya pasó todo, nada malo sucederá.- Le besaba el pelo mientras trataba de calmarla.-

Ella solo pudo enterrar el rostro en el hueco de su cuello y desahogarse mientras se aferraba con desesperación a su cintura. Con cada lágrima se sentía liberada de toda la tensión acumulada y con cada lamento susurrado, se dejaba mimar por el hombre que lo era todo para ella.

-¿Y Thomas está bien?¿David?.- Logró pronunciar entrecortadamente.

-Están bien, los dos.- Le aseguró borrando las lágrimas con los pulgares.- No tienes que preocuparte por ellos. Eres tu la que necesita atención.- Le besó la frente con dulzura y no pudo evitar volverla a estrechar entre sus brazos. Aún sentía el miedo corroerle los huesos al pensar que la perdería.

Saga Londres 3 " Atrapado en ti "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora