Capítulo XXVII

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HOLA, MIS QUERIDAS LECTORAS!!!

SÉ QUE EL CAPÍTULO PASADO OS GUSTO Y ESPERO QUE ÉSTE TAMBIÉN LO HAGA....YA ME CONTARÉIS JIJIJII. ES MÁS LARGO, PARA QUE NO OS QUEJÉIS MUCHO, PERO HOY ME SENTÍA INSPIRADA :)

QUIERO PEDIROS UN FAVOR ME HAN NOMINADO, POR DECIRLO DE ALGUNA MANERA, A UN JUEGO QUE CIRCULA POR WATTPAD. CONSISTE EN PUBLICAR 20 COSAS SOBRE TI Y LA VERDAD ES QUE ME RESULTA INTERESANTE PORQUE ASÍ CADA VEZ QUE ENTREN EN NUESTRO PERFIL TENDRÁN, COMO SI FUERA UN LIBRO, LA OPORTUNIDAD DE SABER UN POCO MÁS DE ESE ESCRITO/LECTOR QUE SOMOS TODOS LOS QUE NOS ENCONTRAMOS AQUÍ!!!!

ME ENCANTARÍA QUE MI HICIERÁIS PREGUNTAS SOBRE QUE OS INTERESARÍA SABER SOBRE MI (NO SOBRE MIS HISTORIAS PORQUE NO SE TRATA DE ESO JIJIJI) Y YO ESCOJERÉ LAS 20 QUE ME PAREZCAN MÁS INTERESANTES Y LAS PUBLICARÉ!! (ESPERO QUE AL MENOS ME HAGÁIS 20 JEJEJEJE ).

LA VERDAD ES QUE ASÍ ME PARECE MÁS DIVERTIDO QUE PONER YO LO QUE QUIERA :)

BUENO OS DEJO CON EL CAPÍTULO DE HOY Y ESPERO QUE LO DISFRUTÉIS!!

¡¡¡¡BESOTES ENORMES!!!!

***

A pesar de que cuando despertó era consciente de que apenas había dormido, se sentía lleno de energía. Pareciera que la actividad continua de las últimas horas tenía un efecto contrario en él.

No. Rectificación. Era Liseth, su compañía, la que lo revitalizaba.

Había recordado que su intención al entrar la noche anterior en la habitación de Liseth era llevarle las joyas, así que se levantó para encontrar dónde podía haberlas dejado.

Tras buscar por el suelo las halló bajo su camisa. Los estuches seguían cerrados y los dejó encima del tocador. Se los daría más tarde y esperaba que le gustaran.

Volvió a la cama, era demasiado temprano para despertarla aún, pero no podía resistirse a mirarla mientras dormía y sabía que no sería capaz de volver a conciliar el sueño, así que se acomodó de lado y sobre un brazo flexionado apoyó la cabeza a la vez que con el otro iba descubriendo el cuerpo desnudo de su mujer. Muy despacio, para no perturbarla, la fue destapando y apenas contuvo la respiración esperando que no notara el cambio de temperatura a pesar que la habitación se encontraba caldeada.

Yacía bocabajo y con el rostro vuelto hacia él pero oculto por esa mata de pelo azabache en la que había hundido más de una vez los dedos y enredado más de dos las manos. Las largas guedejas le cubrían la espalda hasta llegar a su trasero en forma de corazón. ¡Maldito infierno!. Volver a verlo le hacía recordar lo bien que se adaptaba a su agarre, fijándola mientras la embestía como un poseso.

Control. Necesitaba controlarse.

Le apartó el cabello para dibujarle la espalda con la yema de los dedos. Comenzó por el cuello y bajó lentamente hasta el final, deteniéndose allí para fijar la mirada en lo que le había cautivado durante una de su intensas exploraciones corporales. Justo al final de la columna y donde comenzaban esos glúteos perfectos, tenía dos hoyuelos, uno a cada lado. Le habían parecido lo más seductor que había visto nunca. Los rodeó con cuidado con un dedo y no pudo evitar acercarse para pasar la lengua por ellos.

Lamió uno notando la depresión leve de su carne, hundiéndose en él para saborearlo plenamente. Su pene respondió en el acto, listo para la acción. Paseó su boca hasta encontrarse con su gemelo y ya no pudo evitar acariciar con sus manos las caderas de Liseth, subiéndolas por sus costados hasta llegar a sus senos. Gimió al introducir las manos bajo su cuerpo y apoderarse de ellos.

Era demasiado pronto, lo sabía. Era consciente de que debía de estar exhausta y dolorida pero era incapaz de parar.

Un quejido ténue escapó de sus labios. Esperaba que no fuera para decirle que parara porque eso lo mataría en el acto. Estaba seguro.

Saga Londres 3 " Atrapado en ti "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora