Capítulo XXI

123K 7K 1.8K
                                    

HOLA A TODOS!!!

COMO BIEN ME HABÉIS RECORDADO, AQUÍ EN ESPAÑA ES VERANO, PERO AL OTRO LADO DEL OCEÁNO ATLÁNTICO LAS ESTACIONES VAN AL REVÉS, ASÍ QUE OS DESEO

BUEN INVIERNO!!!

A VER QUE OS PARECE ESTE CAPÍTULO, CREO QUE OS GUSTARÁ.....SINO LO SIENTO MUCHO!!

BESOTES ENORMES Y HASTA EL DOMINGO QUE VIENE!!

***

Terminó de abrochar el último de los botones de su vestido. Había escogido el que más abrigaba porque la mañana era bastante fría, aunque llamarle mañana cuando aún faltaban sus dos buenas horas para amanecer era decir demasiado.

Después de haber intentado dormir dando vueltas y buscando la posición adecuada, y no conseguirlo, había tomado la decisión de levantarse. No podía estar más en aquella cama y aunque Lady Pru pusiera el grito en el cielo y Damon frunciera el ceño, ella se encontraba perfectamente bien, no necesitaba más reposo.

Había procurado no hacer ningún ruido porque era muy consciente de que su esposo dormía en la habitación de al lado, la puerta que conectaba las dos estancias se lo recordaba continuamente. Horas antes había comprobado si la puerta podía abrirse y casi suspiró cuando comprobó que no tenía el cerrojo echado. No fue capaz de traspasarla pero al menos sabía que podía hacerlo cuando quisiera. La había vuelto a cerrar con mucho cuidado y desde entonces no había podido pegar ojo.

Abrió el cajón superior de su escritorio. Era tan femenino como el resto de la habitación decorada en tonos rosas y blancos. Nunca le había gustado especialmente ese color pero tenía que admitir que la atmósfera que creaba le hacía pensar en princesas y castillos. Toqueteó con los dedos la superficie hasta dar con lo que estaba buscando y en cuento tocó las tapas de piel se sintió más cerca de su madre. Ese diario la hacía sentirse reconfortada y cuando más agitada estaba, le tranquilizaba leer sus páginas.

Llevó con ella el candelabro encendido y lo dejó junto a la ventana a la que había descorrido del todo las cortinas para dejar que la luz de la luna iluminara algo la habitación. Se sentó en el alfeizar y abrió el diario por su parte preferida.

Su madre no hablaba casi nunca de su marido, incluso ella llegó a pensar que su padre había muerto, pero cuando tenía unos doce años le fue revelada la verdad. Le costó bastante admitir que alguien podía renunciar a un hijo suyo y estuvo un tiempo pensando que quizá su padre tuviera razón para expulsar a su madre, pero tuvo que reconocer finalmente que ella no podía dar crédito a que aquello fuera verdad. Su madre era incapaz de engañar a su esposo, y Liseth podía decirlo porque aunque él ya no tenía ningún derecho sobre ella cuando la alejó embarazada, ella siempre le fue fiel y lo tenía en su pensamiento.

¿Como podía amarlo después de lo que le hizo?. Se lo había preguntado en varias ocasiones, en las pocas que el tema había salido a relucir, y ella siempre había dicho que no importaba lo que la otra persona te hiciera cuando tu corazón no quería reconocer el mal que te hacían y que los sentimientos no eran algo que se pudiera escoger, florecían y se enredaban dentro de ti. A veces terminaban secándose y otras seguían vivos a pesar del dolor recibido.

Su sorpresa fue inmensa, cuando años después decidieron aceptar el trabajo en Reading y se enteró de la existencia de un hermano. Según su madre, nombrarlo le dolía, y había optado por callar su existencia porque no quería recordarlo. Lyseth se enfadó muchísimo con su madre pero terminó entendiéndola y se alegro de saber que existía alguien a quien podía llamar hermano.

Su madre había insistido en que él no sabía nada de ellas y dudaba que su padre le hubiera dicho la verdad de su desaparición, pero Lyseth no entendía el porqué su madre no había intentado, de nuevo, hacerle llegar noticias suyas. Sospechaba que sabía de su enfermedad y que por eso del viaje para ponerse en contacto con su hijo. No quería dejarla desamparada cuando ella faltara, pero cuando pudo buscar información de su paradero, se encontró con la sorpresa que él no vivía en Londres, ni siquiera en Inglaterra, sino que estaba al otro lado del oceáno, en un lugar llamado Boston, en América.

Saga Londres 3 " Atrapado en ti "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora