Saga Londres 3 " Atrapado en ti "

CAPÍTULO XVII

BUENAS!!!! :)

OS VOY A CONTAR UNA COSA QUE ME OCURRIÓ EL VIERNES NOCHE, MÁS BIEN DE LA QUE FUI TÉSTIGO Y LA VERDA ME SORPRENDIÓ PORQUE PENSABA QUE LOS GESTOS ROMÁNTICOS EN ESTOS DÍAS FORMABAN PARTE DE PELÍCULAS O DE HISTORIAS COMO LA MÍA..... Y POCO MÁS :)

AL GRANO...

EL VIERNES FUI CON MI HERMANA ROCÍO, A LA QUE MUCHOS CONOCÉIS, Y MI CUÑADO JOSE MARÍA A UN ESPECTÁCULO DE HUMOR QUE SE HACÍA EN UN BARCO EN EL RÍO.

DE PRONTO UNO DE LOS HUMORISTAS COMIENZA A DECIR QUE EL SIETE ES UN NÚMERO MÁGICO, QUE QUIENES DE LOS PRESENTES LLEVAN SIETE AÑOS DE NOVIOS O SIETE AÑOS DE CASADOS, Y COSAS POR EL ESTILO....EN FIN, SACA A UNA PAREJA QUE ERAN NOVIOS Y SUENA EL ESTRIBILLO DE LA CANCIÓN DE CARLOS VIVES "QUIERO CASARME CONTIGO", QUE SUPONGO QUE CONOCÉIS....EL NOVIO SE ARRODILLA ALLÍ EN MEDIO DE TODO EL MUNDO Y LE PIDE MATRIMONIO A LA CHICA CON ANILLO Y TODO...CASI LLORO!!! JAJAJAJA

TENÍA QUE COMPARTIRLO CON VOSOTRAS QUE ME PREGUNTÁIS AMENUDO QUE DONDE ESTÁN LOS HOMBRES ROMÁNTICOS COMO MIS PROTAGONISTAS, Y A LAS QUE HE CONTESTADO EN MÁS DE UNA OCASIÓN, QUE SOLO EXISTEN EN LAS NOVELAS JAJAJJAJA

PUES ME EQUIVOCABA, TODAVÍA HAY POR AHÍ ALGUNO QUE ENTRA DENTRO DE ESE GÉNERO Y ME ENCANTA!!! COMO NO, TODOS LOS PRESENTES TERMINAMOS APLAUDIENDO Y GRITANDO AQUELLO DE "VIVAN LOS NOVIOS"

CON ESTO OS DEJO HASTA LA SEMANA QUE VIENE

!!!BESOTES ENORMES!!!!

NOTA: ME ENCANTARÍA QUE ME CONTARÁIS SI A ALGUNA OS HA OCURRIDO ALGO ASÍ, O ALGO TAN ROMÁNTICO....BESOS!

***

Aunque fue incapaz de tomar algo más que dos sorbos de té, no podía decir lo mismo del hombre que devoraba con tranquilidad y deleite todo lo que había sobre la mesa. Parecía que a Damon nada podía quitarle el apetito ni siquiera la incertidumbre de descubrir, por fin, si realmente estaba unidos en santo matrimonio o no.

Liseth lo miró entre las pestañas mientras dejaba la servilleta pulcramente doblada sobre la mesa. Era realmente exasperante comprobar que mientras ella sentía el corazón en la garganta, él no mostraba ningún signo de inquietud.

Damon levantó la mirada y alzó la ceja con ese movimiento tan característico de él, que aparecía justo antes de que en su rostro se dibujara esa sonrisa indolente. Lo conocía en ciertos aspectos, como si llevaran años juntos pero en realidad se debía a que era incapaz de no observarlo y memorizar cada gesto o movimiento. Todo lo hacía de una manera fluida y elegante, sin grandes aspavientos. Su forma de caminar, la manera que tenía de ajustarse los puños antes de soltar una de sus frases socarronas y todo le gustaba.

Frunció el ceño ante este pensamiento porque no era la primera vez que aceptaba que ese hombre que la desesperaba y sacaba de sus casillas en más de una ocasión, también la tenía totalmente conquistada. Había sido así desde el primer momento en el que lo conoció y desde que volvieron a verse sabía que volvería a ocurrir. Tenía un magnetismos animal que le era incapaz de ignorar y cada día le costaba más y más esfuerzo no dejarse llevar.

Tenía que demostrarle que ella no era tan fácil de convencer. No podía perdonarle sin más lo ocurrido por mucho que admitiera, que en realidad, él tampoco tenía mucha culpa de la situación en la que se hallaban. Pero cada vez le era más difícil y la única forma que tenía de combatirlo era agarrarse con fuerza a lo que pretendía conseguir. Visualizar su meta y no desviarse ni un ápice del camino trazado.

- ¿Piensas hacer sufrir a alguien en este momento?.- Damon se reclinó sobre el respaldo del asiento que ocupaba.

Liseth apenas se había dado cuenta que lo miraba fijamente y sonrió ante su pregunta.