Era Hoseok. El odiado quinceañero de sus recuerdos se había convertido en un precioso doncel. Y él le había contado... ¿qué no le había contado? Jungkook emitió un gemido al recordar la confesión.
—Un momento dijo él, luchando por su vida. Tú no puedes ser Hoseok. El era...
—¿Sí? preguntó Hoseok, amenazador. Cuidado con lo que dices.
—Hoseok era... sé que han pasado cinco años, pero nadie cambia tanto. Sólo eras un niño.
—Tenía dieciséis años.
—No puede ser.
—¡Sé muy bien la edad que tenía!
—Pues parecía que sólo tenías trece.
—Tardé un poco en crecer le informó el con mirada glacial. Era muy delgado y un poco bajito, pero he cambiado. Ahora tengo veintiún años y mido un metro sesenta. No es mucho, ya lo sé, pero no he crecido más.
—¿Y yo qué culpa tengo? preguntó él, tontamente.
—Ni siquiera te acordabas de mi cara.
—¿Cómo iba a recordar tu cara si ni siquiera la veía entonces? Te la tapaba el pelo. Hablar contigo era como intentar establecer comunicación con una fregona. Y eso era en los días buenos.
—No te inventes excusas.
—No me estoy inventando nada dijo Jungkook, intentando ser paciente. Sólo estoy intentando explicar que estás equivocado.
—Vaya, en eso no has cambiado. Siempre intentando llevar la razón.
No sé cómo mi hermano te aguantaba.
—No cambies de tema.
—No sé cuál es el tema. Lo único que sé es que sigues siendo insoportable.
—No me gusta que me tiendan trampas...
—Yo no te he tendido ninguna trampa.
—¿No? Entonces, ¿no es una trampa llegar en coche cuando yo te esperaba en el tren?
—Eso ha sido accidental. Quería llegar aquí antes que el tren, pero Freddy se perdió. Creí que me habías reconocido.
—Y cuando te diste cuenta de que no era así, no dijiste nada para pillarme.
—¡Pues sí! Estaba oyendo cosas interesantísimas sobre mí mismo.
—Y supongo que darme un nombre falso, tampoco es tenderme una trampa... Eun.
—No es un nombre falso. Tengo varios nombres y Eun es uno de ellos.
—¿Y cómo iba yo a saber que tenías varios nombres?
—Porque ya te lo había dicho una vez. Bo Gum , Eun y Hoseok son los tres nombres de familia que llevamos mi hermano y yo. Te lo conté un día que fuiste a buscarlo, mientras terminaba de vestirse. ¿Y sabes cual fue tu respuesta? «Ah». Esa era tu respuesta a todo lo que yo decía.
—Lo que no entiendo es cómo Jin no me ha avisado de que venías en coche.
—El no lo sabía. Quería darte una sorpresa.
—Querías pillarme, querrás decir.
—No se me había ocurrido pensar que no ibas a reconocerme, pero la verdad es que me alegro. De ese modo, me he enterado de muchas cosas.
¿Cómo te atrevías a llamarme el bichejo venenoso!
—¿Y tú como te has atrevido a decirle a ese Freddy que yo era el enemigo?
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Mi destino eres tu
RomansaJeon Jungkook no podía creérselo. El risueño y pecoso adolescente que no le había causado más que quebraderos de cabeza, llegando incluso a arruinar su vida amorosa, había vuelto a aparecer en su vida y él se veía obligado a cuidar de este pequeño d...