Cap. 6 ¿Puedo hablar con Hoseok? Soy Jackson Wang

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Hoseok estaba sentado de nuevo con una sonrisa de oreja a oreja, como si no hubiera hecho nada. Después de las presentaciones, Taehyung tomó un par de sillas de la mesa de al lado para que se sentaran.

Hoseok miraba a Jungkook con desafío.

—Vamos, regáñame lo retó.

—No soy un ogro, Hoseok dijo Jungkook. Lo has hecho muy bien. Pero,

¿qué estás haciendo con este desalmado? preguntó, señalando a Taehyung.

—Se ofreció a acompañarme a la Torre de Londres. Qué detalle, ¿verdad?

—Sí, claro. Espero que no se haya aburrido.

—Bueno, la verdad es que no fuimos a la Torre admitió Hoseok. Taehyung me llevó a su oficina y después me presentó a algunos amigos. Y aquí estamos...

La expresión de Taehyung era tan inocente como la de un recién nacido.

—Tengo que decirle cuánto me ha gustado su pequeña exhibición dijo Jimin. Parece usted un profesional.

Taehyung soltó una carcajada y Jimin lo miró con frialdad. Una de sus virtudes, a los ojos de Jungkook, era que Jimin se mantuviera completamente inmune a los encantos de su compañero de piso.

—Hoseok es una profesional dijo Taehyung. Y Mac también añadió, señalando al chico que había bailado con el doncel.

—¿Un bailarín profesional? repitió Jungkook, incrédulo.

—Tenía un grupo de baile en Australia explicó Hoseok. Éramos cuatro y bailábamos en los clubes, hasta que mis compañeros empezaron a casarse y esas cosas. Ahí se terminó todo suspiró. En ese momento, apareció un camarero con una bandeja en la mano y, mientras cada uno pedía su copa, el se inclinó hacia Jungkook. ¿Seguro que no estás enfadado conmigo?

—Claro que no.

—Pruébalo bailando conmigo.

—Si es un vals o algo tranquilo...

—Te lo prometo.

—Entonces, encantado sonrió él. Hoseok era como una pluma en sus brazos y Jungkook sentía que estaban flotando. Bailas maravillosamente.

—Muchas gracias, pero la verdad es que necesito volver a entrenar. Mac conoce un estudio y pienso tomar unas clases antes de volver a trabajar.

Un familiar escalofrío de aprensión lo recorrió de arriba abajo.

—¿Trabajar? ¿Quieres decir a bailar?

—Sí, pero no en el escenario. Sólo algunos clubes, restaurantes con orquesta y cosas así.

—Dudo que haya mucho trabajo de ese tipo de Delford.

—¿No?

—Me parece que sólo hay un club nocturno. Delford no es Londres.

—Entonces, tendrá que ser en Londres.

—¿Qué?

—Que voy a quedarme aquí dijo el. ¡Ay! ¡Me has pisado!

—¡Hoseok, no puedes quedarte aquí!

—Pero si ha sido idea tuya...

—¿Idea mía?

—Tú eres el que ha dicho lo de Londres.

—Pero... ¡Hoseok! Yo quería decir...

—Primero me dices que Londres es el único sitio para hacer lo que quiero y después, quieres echarme lo interrumpió el.

Mi destino eres tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora