CAPÍTULO 36

52 10 6
                                    

Avril Fray.

—Entonces, ¿nunca has tenido novio? —Zayn arquea ambas cejas con curiosidad.

Yo suelto una pequeña risa porque... No lo sé, tal vez porque las luces han comenzado a marearme, o porque él luce particularmente gracioso apoyando la mejilla contra la boquilla de una botella de vodka.

—Así es. —Asiento, dándole una última mordida a la paleta de limón antes de desechar el palito y tomar la botella de agua.

—¿Y no te da curiosidad?

—¿Curiosidad? —Arrugo la nariz.

—Sí. Ya sabes... Tener un novio y hacer las... tonterías que hacen los novios. —Suelto una carcajada al percatarme de lo difícil que le resultó pronunciar esas palabras. —No lo sé... ¿Ni siquiera has follado con nadie?

Paso de la diversión a la estupefacción en menos de un segundo, porque me atraganto con el agua al escuchar su pregunta y el botellín se me resbala de las manos, desplomándose sobre la barra. Zayn enseguida me tiende varias servilletas para secarme mientras él se encarga de limpiar mi desastre.

Intento mantener la respiración estable cuando vuelvo a mirarle. Una sonrisita insolente se desliza por sus labios al tiempo que él se inclina hacia adelante, observándome interrogante.

—¿Eso es un no?

Me cruzo de brazos con decisión, y a pesar de que lo último que quiero en el mundo es que note que me he sonrojado, le miro directamente a los ojos.

—¿Qué clase de pregunta es esa?

Él parpadea con inocencia.

—¿Una cualquiera?

Yo pongo los ojos en blanco.

—¡Vamos! Es una pregunta como cualquier otra —insiste.

—No, Zayn. No lo es.

—¿En serio me dejarás con la duda?

—Eternamente. —Sonrío ampliamente, disfrutando cada segundo de su exasperación.

—Eternamente es mucho tiempo, Avril.

—Pues que pena. —Me encojo de hombros, dejando que el sabor de la victoria se desplace por mi lengua mientras él se da la vuelta, dándole un largo sorbo al vodka y dejando que sus ojos divaguen por ahí.

Aún no he decidido si me gusta este Zayn. Por una parte parece más relajado que de costumbre, más visceral, como si el alcohol hubiese agujereado su barrera y una parte de su verdadero yo se las hubiese arreglado para salir y conocer el mundo, para sentir un poco. Pero por otra... No estoy segura de saber cómo lidiar con un Zayn que no se calla lo que piensa, que por primera vez parece humano, vivo.

—¿En serio no vas a responder?

—¡Zayn!

—Al menos dime si has besado a alguien. —Vuelve a girarse, esta vez con una sonrisa divertida.

—No, no voy a decírtelo.

—¡Es solo otra pregunta tonta!

—No.

—¿No has besado a nadie? —pregunta, frotándose la mandíbula con escepticismo.

—Es un «No» de «No pienso responder tú estúpida pregunta» ¿Contento?

—¡Vamos! No puede ser tan difícil.

—Para tí no lo será —espeto—. A mi me da vergüenza estar contando mis cosas por ahí...

Más allá de las estrellas (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora