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Después de varios días de entrenamiento intenso, Tom tuvo una idea: buscar videos de rescates de Spiderman. Con su habilidad para escalar paredes y balancearse por la ciudad, Spiderman era un modelo a seguir para aprender a moverse con agilidad en lugares difíciles. **"Mira esto",** dijo Tom, mostrándonos un video en su computadora donde Spiderman salvaba a personas atrapadas en un edificio en llamas.

Observamos atentamente cómo Spiderman doblaba las piernas al caer, cómo utilizaba sus lanzarredes para impulsarse de un edificio a otro, y cómo se adhería a las paredes con una precisión perfecta. **"Esos movimientos...",** comentó Alex, pensativo, **"me pregunto si Venom tiene habilidades similares. Al fin y al cabo, comparten algo en común."** No hacía falta decirlo: ambos habíamos escuchado los rumores sobre la relación entre Spiderman y Venom.

Venom, que había estado observando a través de mis ojos, intervino. **"Puedo replicar eso",** dijo en mi mente. **"Puedo usar los restos de simbionte en los dedos de tus manos y pies para adherirnos a las paredes como él."**

**"¿Crees que podrías hacerlo?"** le pregunté.

**"Solo hay una forma de saberlo",** respondió Venom con determinación.

Durante los días siguientes, comenzamos a practicar la escalada sin cuerdas. Me acerqué a un muro alto en el área de entrenamiento y sentí cómo el simbionte comenzaba a extenderse por mis manos y pies, creando una especie de adhesivo orgánico. Intenté trepar, y para mi sorpresa, logré adherirme sin problemas. Subí con lentitud, imitando lo que habíamos visto en los videos de Spiderman.

A medida que los días pasaban, la escalada se volvió más natural para mí, y cada vez me sentía más cómodo usando esta nueva habilidad. Empezamos a incorporar muñecos de prueba para rescates, y practiqué cómo sacar a alguien de un edificio en llamas usando la elasticidad de Venom. Con un solo estiramiento, podía alcanzar a los muñecos y sacarlos de las zonas peligrosas.

Tom, siempre buscando maneras de desafiarme, consiguió un lanzador de pelotas de béisbol. Lo colocamos a unos metros de distancia, y mi tarea era atrapar las pelotas al azar, a medida que eran disparadas a gran velocidad. Venom se activaba en el momento justo, extendiendo mis brazos de manera elástica para atrapar las pelotas en el aire sin problema.

**"¡Buen trabajo!"** gritó Tom, mientras atrapaba la última pelota con facilidad. Pero aunque había progresado, sentía que algo faltaba.

Un día, después de otra sesión de entrenamiento, Alex se acercó a mí. Me miró en silencio durante unos segundos, como si estuviera a punto de decirme algo importante. **"Sé que puedes hacerlo",** pensé que iba a decirme, pero no lo hizo. Parecía dudar, como si estuviera evaluando si debía decirlo o no.

En ese momento, sentí una oleada de dudas. ¿Realmente estaba listo para enfrentar algo más allá del entrenamiento? Sabía que tenía la fuerza y la habilidad, pero había algo en mi interior que aún me frenaba. La verdadera prueba aún no había llegado, y aunque mis entrenadores confiaban en mí, yo no estaba completamente seguro de que pudiera hacerlo.

El entrenamiento continuaría, pero la pregunta permanecía: ¿Estaba realmente listo para ser un héroe?

El Rugido de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora