El Rugido de la Noche

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Esa noche, mientras la casa dormía en silencio, sentí cómo Venom comenzaba a inquietarse. Sabía que esta era una de esas raras oportunidades en las que podíamos hablar sin interrupciones. Mientras me acomodaba en el pequeño ático que se había convertido en mi refugio temporal, Venom rompió el silencio.

**"Te arriesgaste mucho hoy, Rex,"** dijo Venom, su voz resonando en mi mente con una mezcla de preocupación y reprimenda. **"El fuego es una de nuestras debilidades. Podríamos haber... podrías haber..."**

**"Lo sé,"** respondí, sabiendo a qué se refería, pero sintiéndome en paz con la decisión que habíamos tomado. **"Pero fue lo correcto."**

Venom permaneció en silencio por un momento, procesando mis palabras. **"¿Lo correcto? Arriesgarnos a... a eso, solo para salvar a un bebé. ¿Por qué?"**

**"Porque un héroe salva vidas, Venom. Un monstruo las destruye."** Sentí la tensión en él, pero seguí hablando. **"Desde que estamos juntos, he visto cosas que nunca imaginé. He sentido miedo, duda, incluso dolor, como cuando Lucy me llamó monstruo. Eso me dolió más de lo que podría explicar, pero..."**

**"Pero, ¿qué?"** Venom preguntó, casi como si necesitara escuchar la respuesta.

**"¿Cómo te sentiste cuando esa señora te dio las gracias? ¿O cuando el bebé, en tus brazos, no lloró ni se apartó? No nos vio como un monstruo, Venom. Nos vio como alguien que la protegió, que salvó su vida."**

Venom se quedó en silencio, pero podía sentir la confusión y el conflicto en él. Finalmente, su voz surgió, más suave, casi introspectiva. **"No sé cómo me siento. No estoy acostumbrado a... a eso. A ser visto como algo más que... que lo que soy."**

**"Te entiendo,"** le dije, sabiendo lo difícil que era para ambos aceptar estos nuevos roles. 

**"Pero juntos, podemos hacer algo bueno. Podemos ayudar a la gente, protegerlos de verdad. Y eso es lo que importa, más allá de cómo nos vean o de lo que piensen."**

Venom no respondió de inmediato, pero sentí que algo cambiaba en él, una especie de aceptación, quizás una pequeña chispa de esperanza. Finalmente, habló con una determinación que no había sentido antes.

**"Sí, Rex. Vamos a hacerlo. Vamos a ayudar a la gente."**

Cerré los ojos, sabiendo que, aunque nuestro camino no sería fácil, lo recorreríamos juntos, haciendo lo mejor que pudiéramos, uno al lado del otro.