𝐍𝐞𝐰 𝐘𝐨𝐫𝐤 𝐛𝐨𝐲

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Freya estaba sentada en la cama de su habitación en la Torre de los Vengadores, abrazando sus piernas mientras su mente daba vueltas sin parar

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Freya estaba sentada en la cama de su habitación en la Torre de los Vengadores, abrazando sus piernas mientras su mente daba vueltas sin parar. Había descubierto que Wanda Maximoff, una poderosa y temida bruja, era su madre. Aquella mujer que la había abandonado siendo solo un bebé para buscar a unos hijos que había inventado con magia. Y ahora, después de tanto tiempo, lo único que quería era matarla.

El dolor la consumía, su pecho se sentía pesado y el silencio en su habitación solo hacía que su mente corriera más rápido. Se había encerrado para no tener que enfrentarse a más verdades, a más revelaciones que la lastimaran. Sabía que no estaba lista para ello.

De repente, escuchó un sonido en la ventana. Peter, como siempre, había encontrado la forma de colarse. Lo vio entrar sigilosamente con su habitual preocupación reflejada en el rostro.

—Freya... —murmuró Peter, acercándose a ella y sentándose a su lado.

Ella no dijo nada, pero su mirada hablaba más que mil palabras. Sentía una mezcla de tristeza, rabia y confusión que no podía expresar en voz alta. Peter, notando su estado, la abrazó con suavidad, dejando que ella descansara su cabeza en su hombro.

—No tienes que hablar si no quieres —le dijo en un susurro—, pero estoy aquí. No estás sola.—Sé que no querías ver a nadie —dijo Peter en voz baja mientras avanzaba hacia ella—, pero eso no me va a detener.

Freya apartó la mirada, intentando ocultar el dolor que brillaba en sus ojos. Sin embargo, Peter se arrodilló frente a ella, obligándola suavemente a mirarlo.

—Freya, no puedes enfrentar esto sola —susurró—. No importa lo que Wanda haya dicho o hecho, no cambia lo que eres. Y definitivamente no cambia lo que siento por ti.

—Pero... ¿cómo puedes decir eso? —murmuró Freya, su voz temblorosa—. Ella todo lo que quería era que yo desapareciera... ¿cómo no voy a sentirme rota?

Peter negó con la cabeza, su mano encontrando la de ella.

—No estás rota. Todo lo que Wanda hizo, todo lo que te dijo, no define quién eres. Eres fuerte, mucho más de lo que crees. Y no tienes que enfrentarlo sola.

Freya se quedó en silencio por un momento, dejando que las palabras de Peter se filtraran en su mente. Él siempre encontraba la forma de darle esperanza, incluso en los momentos más oscuros.

—¿Por qué viniste por la ventana? —preguntó de repente, con una pequeña sonrisa que apenas alcanzaba sus labios.

Peter sonrió, ese gesto travieso que le era tan característico.

—Bueno, cerraste la puerta, así que tuve que improvisar. —Sus ojos brillaron mientras añadía—. Y además, ¿qué tipo de héroe sería si no entrara dramáticamente?

Freya soltó una pequeña risa, el primer sonido de alegría que había hecho en horas. Era una risa débil, pero genuina.

Peter aprovechó el momento, sentándose junto a ella en la cama. Su brazo rodeó los hombros de Freya, acercándola a él. Ella se apoyó en su pecho, sintiendo el latido calmado de su corazón.

𝐇𝐨𝐰 𝐝𝐢𝐝 𝐢𝐭 𝐞𝐧𝐝? || 𝐋𝐨𝐤𝐢 𝐋𝐚𝐮𝐟𝐞𝐲𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora