"Tu eres mía...eres mi hija, no me ves como un monstruo, ni como un simple dios de las mentiras, del engaño...eres lo único que tengo en esta vida y lo único que me pertenece, algo que jamás voy a tener que compartir, mi princesa, mi hija,mi vida...
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Freya estaba en su habitación, preparándose para algo que, sinceramente, no la emocionaba en lo más mínimo: una ceremonia aburrida en Asgard. Su padre, Loki, le había insistido en asistir, argumentando que, como hija de un dios, era importante que participara en estos eventos. Sin embargo, a Freya le parecían interminables y poco interesantes. Mientras se peinaba frente al espejo, suspiró pesadamente.
─ ¿Por qué no pueden ser ceremonias más divertidas? ─murmuró para sí misma, recordando las largas horas que tendría que estar allí, escuchando discursos y viendo a los asgardianos en trajes formales.
De repente, una idea cruzó por su mente, iluminando su rostro. Sonrió con picardía mientras se levantaba y se dirigía hacia su teléfono. Sin pensarlo dos veces, marcó el número de Peter Parker.
─ Hola, Freya, ¿qué tal? ─dijo Peter, su voz alegre al otro lado de la línea.
─ Peter, ¿qué tal si haces un pequeño viaje conmigo? ─preguntó Freya, su tono lleno de emoción.
─ A Asgard ─respondió Freya, como si fuera la cosa más normal del mundo.
Hubo un momento de silencio al otro lado.
─ ¿A... Asgard? ─repitió Peter, un poco incrédulo─. ¿Como en el Asgard de los dioses? ¿Ese Asgard?
─ Ese mismo ─Freya soltó una risa─. Mi padre tiene que llevarme a una ceremonia aburridísima, y pensé que sería mucho más divertido si vinieras conmigo.
─ ¿Estás segura de que es una buena idea? ─preguntó Peter, aunque la idea de visitar un reino místico como Asgard lo emocionaba más de lo que quería admitir─. ¿Tu padre no se enojaría?
─ Mi padre entenderá. Además, es solo una ceremonia. Te prometo que después podemos explorar un poco y ver algunas cosas geniales.
Peter dudó un segundo más, pero la emoción superó cualquier preocupación.
─ Está bien, cuenta conmigo. ¿Cuándo nos vamos?
─ En unas horas. Así que prepárate y ven a la Torre lo antes posible ─respondió Freya, emocionada.
Después de colgar, Freya no pudo evitar sonreír. La idea de tener a Peter a su lado durante la ceremonia hacía todo el evento mucho más interesante.
Horas más tarde, Peter llegó a la Torre de los Vengadores, donde Freya ya lo esperaba con su traje asgardiano. Él estaba algo nervioso, vistiendo una chaqueta formal que Tony le había prestado, ya que no estaba muy seguro de lo que debía llevar para una ceremonia en otro reino.
─ ¿Listo para viajar a otro mundo? ─preguntó Freya, levantando una ceja con una sonrisa divertida.
─ ¿Qué tan raro sería si dijera que estoy un poco nervioso? ─respondió Peter, rascándose la nuca.
