El laberinto de la Culpa - Katsudeku

24. Reunion de heroes

La sede de la UA estaba llena de actividad mientras los héroes en entrenamiento se reunían para analizar el reciente ataque de la Liga de Villanos en Hosu. El salón de conferencias estaba iluminado por una pantalla que proyectaba las imágenes del ataque, y el aire estaba cargado de preocupación y urgencia.

Katsuki Bakugou, junto a sus compañeros de clase —Uraraka, Iida, Kirishima, Denki y Todoroki—, se encontraba en la sala, observando las imágenes que se proyectaban en la pantalla. Los héroes en entrenamiento estaban completamente inmersos en la revisión de los eventos recientes, buscando comprender el alcance del ataque y cómo podían mejorar su respuesta a futuras amenazas.

—Aquí están las imágenes que conseguimos del ataque en Hosu —dijo Iida, señalando la pantalla con seriedad—. La Liga de Villanos fue increíblemente efectiva en su ataque. Necesitamos analizar cada detalle para entender mejor su estrategia.

En la pantalla, se veían tomas borrosas y fragmentadas del caos. La calidad de las imágenes hacía difícil identificar claramente a los individuos, pero las figuras de los villanos y los Nomus eran evidentes. Una figura en particular llamó la atención de todos: un villano con un estilo de combate distintivo, que parecía moverse con una habilidad y precisión notables. Sin embargo, su rostro estaba completamente difuso y sin detalles claros.

—Esa figura ahí —comentó Uraraka, señalando una imagen donde la silueta del villano era prominente—. No podemos ver su rostro claramente, pero el estilo de combate es inconfundible. La forma en que se mueve y la manera en que maneja las armas es única.

Kirishima frunció el ceño mientras observaba. —Parece que este villano tiene una habilidad impresionante para evitar ser captado claramente. ¿Alguna idea de quién podría ser?

Denki, que había estado en silencio, intervino con una expresión preocupada. —He oído rumores sobre un villano que se ha unido a la Liga y que está causando problemas serios. Aunque las imágenes no muestran su rostro, la figura parece coincidir con algunas descripciones.

Todoroki asintió con la cabeza, su expresión grave. —Lo importante es que, sin importar quién sea, la Liga de Villanos ha demostrado ser una amenaza seria. Tenemos que prepararnos para enfrentar a cualquier enemigo que puedan enviar.

Bakugou, que había estado observando las imágenes con una intensidad creciente, finalmente habló. Su voz estaba cargada de frustración y determinación. —No puedo dejar de pensar que esa figura se parece a algo que he visto antes. Esa postura, esos movimientos... son demasiado familiares.

Iida miró a Bakugou con atención. —¿Crees que conoces a esta persona, Katsuki?

Bakugou asintió lentamente, aunque su rostro estaba tenso. —Es difícil decirlo con certeza, pero algo en esa figura me resulta inquietantemente familiar. De todas formas, debemos centrarnos en preparar una estrategia para enfrentar a estos villanos.

Uraraka, con una expresión de preocupación, intervino. —Sea quien sea, debemos estar listos para lo que venga. La Liga de Villanos no se detendrá, y tenemos que prepararnos para cualquier ataque futuro.

Kirishima agregó con determinación. —Exactamente. La mejor manera de enfrentarnos a esta amenaza es estar preparados. Vamos a estudiar las imágenes, reforzar nuestras habilidades y hacer todo lo posible para proteger a la gente.

Denki asintió con acuerdo. —Sí, y necesitamos coordinar nuestras estrategias. No podemos permitir que la Liga de Villanos nos tome por sorpresa nuevamente.

Todoroki miró a Bakugou, reconociendo la intensidad en su voz. —Tienes razón, Katsuki. Aunque las imágenes no nos dan una identificación clara, la amenaza es real. Vamos a hacer todo lo posible para prepararnos y enfrentar a los villanos con la fuerza necesaria.

La reunión continuó con una discusión sobre estrategias, preparativos y planes de acción. Aunque la identidad del villano borroso seguía siendo un misterio, la preocupación y la determinación del grupo eran evidentes. Sabían que tenían que estar preparados para cualquier desafío que se presentara y que la guerra entre héroes y villanos estaba lejos de terminar.

Con una resolución renovada, los héroes en entrenamiento se comprometieron a fortalecer sus habilidades y a trabajar juntos para enfrentar cualquier amenaza futura. La batalla estaba en marcha, y estaban listos para hacer lo necesario para proteger a la sociedad y enfrentar a la Liga de Villanos con todo lo que tenían.

La reunión de los héroes terminó con un sentimiento de urgencia y resolución. Los compañeros de Katsuki Bakugou se levantaron uno a uno, dejando la sala de conferencias para prepararse para sus respectivas tareas. La pantalla seguía mostrando las imágenes del ataque en Hosu, ahora en pausa.

Bakugou se quedó solo en la sala, su mente girando en torno a las imágenes que había estado estudiando. La pantalla proyectaba las fotos borrosas de la noche del ataque, y aunque el rostro del villano en cuestión no era claramente visible, la figura tenía un aire familiar que no podía ignorar.

Con un resoplido de frustración, Bakugou caminó hacia la pantalla, sus ojos fijos en la figura difusa que había captado su atención. Su mente estaba inundada de recuerdos y emociones conflictivas. Sabía perfectamente quién era esa figura, aunque no podía decirlo en voz alta. Esa postura, esa forma de moverse, todo le resultaba dolorosamente familiar.

—Maldita sea, Deku —murmuró Bakugou, apretando los puños mientras miraba la imagen en la pantalla. Su rostro estaba marcado por una mezcla de enojo y tristeza. — ¿Qué demonios has hecho?

En su mente, recordaba los días en la secundaria, cuando Izuku Midoriya era su compañero y su objeto constante de burla. El chico que había sido el blanco de sus ataques y desprecios, el que había sido el hazmerreír de su vida. Bakugou no había pensado en él durante años, pero ahora, al ver esa figura en las imágenes, todo el dolor y la culpa de esos años resurgieron con una intensidad abrumadora.

La figura en las imágenes no solo era un villano formidable; era alguien que había sido una parte importante de su pasado, alguien que había sido profundamente herido por él. Aunque Bakugou intentaba no mostrar sus sentimientos, su corazón palpitaba con una mezcla de arrepentimiento y angustia.

—¿Cómo llegaste a esto? —se preguntó en voz baja, su voz casi un susurro. — ¿Por qué te uniste a ellos?

Se acercó a la pantalla, analizando cada detalle de las imágenes. Sabía que Izuku había desaparecido en la secundaria, pero nunca se imaginó que acabaría en la Liga de Villanos. El cambio que había experimentado era más drástico de lo que podía haber imaginado. Ahora, era un villano con habilidades y habilidades que rivalizaban con las de los mejores héroes.

Bakugou trató de concentrarse en la situación presente. La revelación de que Izuku estaba involucrado en la Liga de Villanos significaba que tenían un enemigo formidable al que enfrentar. Pero también significaba que había una historia de dolor y resentimiento que necesitaba ser comprendida.

Se quedó en la sala por un rato, absorto en sus pensamientos. Las imágenes de Deku en acción lo atormentaban. Sabía que tenía que prepararse para lo que viniera, pero también entendía que tenía una responsabilidad mayor. No podía simplemente ignorar el hecho de que alguien a quien había hecho daño estaba ahora en el bando contrario.

Finalmente, Bakugou se levantó de su asiento, decidido a enfrentar la realidad de la situación. Se dio una última mirada a las imágenes en la pantalla, su expresión una mezcla de determinación y pesar.

—Voy a hacer lo que sea necesario para proteger a la gente —dijo para sí mismo, su voz llena de resolución—. Y si eso significa enfrentar a Deku, entonces lo haré.

Con un último vistazo a la pantalla, Bakugou dejó la sala de conferencias con un sentido renovado de propósito. Sabía que el enfrentamiento con Izuku sería inevitable, pero también sabía que no podía dejar que sus sentimientos lo detuvieran. Tenía que enfrentar la realidad y prepararse para el desafío que se avecinaba.

La batalla entre héroes y villanos continuaría, y Bakugou estaba decidido a estar listo para enfrentar a cualquier enemigo, sin importar lo personal que fuera el enfrentamiento.