El laberinto de la Culpa - Katsudeku

26. Encuentro en la noche

La luna brillaba tenuemente en el cielo nocturno mientras Izuku Midoriya, con su traje de villano ajustado, caminaba sigilosamente por las calles oscuras de la ciudad. Había pasado un mes desde el ataque en Hosu, y la Liga de Villanos había estado ocupada preparando su próximo gran movimiento. Sin embargo, esa noche, Deku había decidido tomar un desvío de sus planes y buscar a Katsuki Bakugou.

A pesar de la intensa actividad en la sede de la Liga, Deku sentía una necesidad creciente de enfrentar a Bakugou de nuevo. La conversación que había tenido con él en la calle lo había dejado con una mezcla de emociones, y no podía sacarse de la cabeza la necesidad de confrontar a su antiguo amigo.

Mientras se movía entre las sombras, la mente de Deku estaba llena de recuerdos y sentimientos encontrados. La figura de Bakugou, con su actitud desafiante y su estilo de combate inconfundible, había dejado una marca profunda en él. Había un deseo creciente de entender cómo había cambiado, y también de probar su propio crecimiento frente a alguien que había sido tan importante en su vida.

Finalmente, Deku se detuvo en un callejón oscuro. A lo lejos, vio una figura conocida: Katsuki Bakugou, patrullando la zona como un héroe profesional. El corazón de Deku latía con fuerza, no solo por el encuentro inminente, sino también por la emoción que sentía al enfrentarse a alguien de su pasado.

Con movimientos precisos y calculados, Deku se acercó a Bakugou, utilizando su habilidad para moverse silenciosamente. No quería ser detectado demasiado pronto. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se mantuvo en las sombras, observando a Bakugou mientras éste revisaba su entorno.

Finalmente, Bakugou se detuvo y se giró para seguir su ronda. En ese momento, Deku salió de las sombras con una sonrisa desafiante, haciendo que Bakugou se detuviera en seco. La sorpresa se pintó en el rostro de Bakugou mientras reconocía a la figura frente a él.

—Vaya, si no es el mismísimo Bakugou —dijo Deku con un tono juguetón y coqueto, sus ojos brillando con una mezcla de desafío y diversión—. No esperaba encontrarte aquí. ¿Qué estás haciendo en un lugar tan solitario?

Bakugou, con su expresión de sorpresa transformándose rápidamente en una mezcla de ira y confusión, frunció el ceño. —¿Deku? ¿Eres tú? ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

Deku se acercó un paso, su sonrisa nunca desapareciendo. —Ah, sí, soy yo. Parece que la vida nos ha llevado por caminos muy diferentes, ¿no? —Dijo, con un tono de voz que mezclaba picardía con una chispa de nostalgia—. Me alegra verte, Kacchan. Aunque debo decir que no te imaginaba patrullando en la oscuridad.

Bakugou apretó los puños, su mirada fija en Deku. —¿Qué estás haciendo? ¿Viniste a burlarte de mí, o qué? —Su voz estaba cargada de frustración y confusión.

Deku levantó una ceja, aún con esa sonrisa juguetona. —Oh, no, no vine a burlarme. Solo me pareció interesante encontrarme contigo. Ver cómo has cambiado desde aquellos días en la secundaria. —Se acercó un poco más, sus pasos suaves y calculados—. No puedo evitar notar que tienes un aire diferente ahora. ¿Has cambiado mucho o solo estás jugando un nuevo papel?

Bakugou, incapaz de ocultar su enojo y desconcierto, dio un paso hacia adelante. —No estoy aquí para jugar contigo, Deku. ¿Qué es lo que quieres?

Deku se encogió de hombros, sin perder su actitud desafiante. —Solo quería ver cómo te va, cómo te sientes siendo un héroe y cómo te afecta todo lo que está pasando. —Su voz se volvió un poco más seria, pero aún conservando un matiz de desafío—. La última vez que nos vimos, no estaba claro si éramos enemigos o amigos. Parece que ahora eres un héroe y yo... bueno, soy quien soy.

Bakugou frunció el ceño, su enojo mezclándose con una sensación de incomodidad. —No entiendo por qué te interesaría saber eso. ¿Qué esperas conseguir con esta conversación?