Capítulo 2.

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La lluvia caía con una fuerza implacable esa noche, estrellándose contra las ventanas del apartamento con un ritmo constante y relajante.

El sonido del agua y el viento creaba un ambiente acogedor y tranquilizador que contrastaba con la agitación interna que sentía.

Jae-min había salido por casi todo el día y no sabía a donde había ido, pero se ofreció a hacer alguna parada para recoger la energizante que le había pedido.

El ruido de la cerradura abriéndose me sacó de mi preocupación. Lo siguiente que vi fue el cuerpo empapado de Jae-min pasando por la puerta, al parecer no sabía que esa noche llovería en la ciudad.

—Hola Hyun, ya volví y tengo tu bebida

—Gracias por traerla —le dije cuando entró en el apartamento, empapado por la lluvia.

—No hay problema —respondió Jae-min, sacudiendo el agua de su chaqueta antes de dejarla en el perchero y apartando sus zapatos a un lado—. Me voy a dar una ducha. Mientras tanto, prepárate para una noche de película.

Observé cómo se dirigía al baño con una sonrisa en el rostro. Su actitud despreocupada siempre me había sorprendido, especialmente en días como este, cuando la lluvia parecía hacer que todo se sintiera más calmado. Me dirigí al salón, encendiendo la televisión y buscando una película que pudiera hacer que la noche fuera más amena. Mientras lo hacía, no podía evitar pensar en cómo Jae-min se había convertido en una constante en mi vida, una presencia que parecía desafiar la estabilidad que tanto trataba de mantener.

Jae-min salió del baño con el cabello aún húmedo y enredado, con una camiseta blanca suelta y unos pantalones de entrenamiento que dejaban ver su estilo relajado. Me encontré con su mirada y le sonreí, sintiendo una extraña mezcla de familiaridad y nerviosismo.

—¿Qué vamos a ver? —preguntó mientras se acomodaba en el sofá, estirándose y tratando de secarse el cabello con una toalla.

—Pensé en algo ligero, tal vez una comedia —le respondí mientras elegía una película del servicio de streaming —. No quiero algo demasiado intenso esta noche.

Jae-min se estiró y dejó escapar un suspiro.

—Perfecto. A veces, una buena película es todo lo que necesitamos para desconectar.

Coloqué la película y nos acomodamos en el sofá, ambos envueltos en mantas. La lluvia seguía cayendo con la misma intensidad, creando una atmósfera que parecía sacada de una escena de película en sí misma. Mientras la película comenzaba, ambos nos sumergimos en el mundo ficticio que nos ofrecía la pantalla.

Recorrimos el primer tramo de la película con risas y comentarios ocasionales. Era fácil perderse en la historia y en la compañía de Jae-min, olvidando por un momento las preocupaciones diarias. Sin embargo, a medida que la película avanzaba, una escena en particular capturó mi atención y comenzó a despertar sentimientos que no había anticipado.

En la pantalla, dos personajes compartían un momento de intimidad silenciosa bajo la lluvia. Sus miradas y gestos transmitían una conexión profunda que parecía casi palpable. Mientras observaba, me encontré pensando en Jae-min, en la forma en que siempre había estado presente en mi vida, incluso desde mi infancia. La cercanía que compartíamos en ese momento, aunque sin palabras, comenzaba a sentirse diferente. No podía evitar notar lo cerca que estaba de él, la forma en que su presencia parecía llenar el espacio a mi lado.

Sentí un nudo en el estómago y un calor inesperado que se extendió por todo mi cuerpo. La escena en la película se mezclaba con mis pensamientos sobre Jae-min, creando una sensación de confusión y anhelo. Me di cuenta de que, mientras Jae-min reía y se inclinaba hacia el lado, había algo más en juego. La distancia entre nosotros en el sofá parecía más corta de lo que debería ser, y me preguntaba si él también sentía algo similar.

—¿Te gusta esta película? —preguntó Jae-min, rompiendo el silencio mientras me miraba de reojo.

—Sí, está bien —le respondí, tratando de ocultar la inquietud que sentía—. Pero creo que esa escena parece que la estuvieran grabando ahora mismo — dije con algo de nerviosismo.

—Sí, es cierto —dijo Jae-min con una sonrisa comprensiva—. Pero al menos le da un ambiente romántico, la conexión de dos personas bajo la lluvia.

Sus palabras resonaron en mi mente mientras la película continuaba. El diálogo entre los personajes en pantalla parecía tener una relevancia inesperada para mis propios sentimientos, y la cercanía que sentía hacia Jae-min solo aumentaba la confusión que ya experimentaba. A medida que la película llegaba a su fin, me di cuenta de que los sentimientos que había estado tratando de mantener a raya estaban saliendo a la superficie, desafiando la forma en que veía nuestra amistad.

Cuando los créditos comenzaron a rodar y la película llegó a su fin, la sensación de incertidumbre seguía presente. Jae-min se estiró y se levantó del sofá, estirando los brazos y dando un gran bostezo.

—Esa fue una buena película —dijo con una sonrisa—. Gracias por la compañía.

—Sí, gracias a ti por traer la bebida y pasar la noche —le respondí, tratando de ocultar el tumulto emocional que sentía—. Creo que necesito un poco de aire fresco.

Jae-min asintió con comprensión y se dirigió a la cocina para recoger algo de agua. Mientras lo hacía, me quedé sentado en el sofá, procesando los sentimientos que había experimentado. Me preguntaba si lo que sentía era simplemente una fase pasajera o si realmente estaba cambiando la forma en que veía mi relación con él.

La noche continuó con una sensación de confusión, mientras intentaba encontrar respuestas a las preguntas que se estaban formando en mi mente. Aunque la lluvia seguía cayendo y el sonido de la televisión se había apagado, la inquietud emocional permanecía. El tiempo que pasé con Jae-min había encendido una chispa de tensión que no podía ignorar, y mientras la noche avanzaba, me daba cuenta de que esta chispa podría cambiar la dinámica de nuestra relación de una manera que aún no comprendía del todo.

Me levanté del sofá, caminando hacia la ventana para observar la lluvia que seguía cayendo. La visión de las gotas deslizándose por el cristal parecía reflejar mis propios sentimientos enredados. La noche estaba lejos de terminar, y mientras la lluvia continuaba su ritmo constante, me sentía atrapado entre la seguridad de la amistad y la incertidumbre de los nuevos sentimientos que estaban emergiendo.

Pero en mi mente volvió la cara de Min-ah, no sé por qué rayos estaba fantaseando con Jae, considerando que yo ya estaba en una relación.

Pero en mi mente volvió la cara de Min-ah, no sé por qué rayos estaba fantaseando con Jae, considerando que yo ya estaba en una relación

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