Capítulo 32.

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La brisa salada de Busan soplaba suavemente cuando salí del hotel temprano en la mañana, con el sol apenas comenzando a iluminar la ciudad. Había estado aquí por un par de días, ocupado con las pruebas de sonido y todos los preparativos del concierto. Pero hoy, la sensación en el aire era diferente. Hoy era el día.

Había trabajado muy duro para llegar a este momento, para ganarme este escenario. Pero, a pesar de la emoción que sentía por el concierto, lo que más me emocionaba era la llegada de Do-hyun. Sabía que su tren estaba programado para llegar alrededor del mediodía, y ya estaba contando los minutos para verlo. Sabía que tenerlo aquí conmigo lo haría todo mucho más especial.

Después de una mañana ocupada, volví al hotel y me encontré revisando el celular cada pocos minutos. El viaje de Do-hyun a Busan no era largo, pero cada minuto que pasaba sin él parecía una eternidad. Sabía que el concierto saldría bien, pero la verdadera razón por la que estaba tan emocionado era porque, por primera vez, sentiría que todo lo que había logrado en los últimos meses tendría un sentido más profundo con él a mi lado.

Finalmente, recibí el mensaje que había estado esperando:

"Ya llegué. Estoy en la estación. ¿Dónde te veo?"

Sonreí al leerlo, sintiendo un alivio inmediato. Le respondí rápidamente:

"Voy para allá. Espérame afuera."

Agarré mi chaqueta y una gorra y salí del hotel lo más rápido posible. El corazón me latía con fuerza, una mezcla de nervios y emoción. No era solo el concierto, era saber que, después de todo lo que habíamos pasado, estábamos aquí, en este momento. Juntos.

Cuando llegué a la estación, lo vi de pie, con una pequeña maleta a su lado, mirando alrededor como si estuviera buscándome entre la multitud. Su cabello claro se movía ligeramente con el viento, y cuando finalmente nuestros ojos se encontraron, me sentí como si todo el estrés y la presión de los últimos días desaparecieran de golpe.

Caminé hacia él con una sonrisa, y cuando estuve lo suficientemente cerca, lo abracé sin dudar. Sentirlo en mis brazos me hizo recordar por qué todo esto valía la pena.

—Me alegra que hayas llegado —murmuré, sin soltarlo.

—Me alegra estar aquí —respondió Do-hyun, con esa calidez en su voz que siempre me tranquilizaba.

Nos separamos solo lo suficiente para que pudiera mirarlo a los ojos. Tenía esa expresión tranquila que siempre parecía llevar consigo, pero podía ver el destello de emoción en sus ojos. Sabía que él también estaba nervioso por el concierto, aunque nunca lo diría abiertamente.

—¿Estás listo para el gran show? —preguntó, sonriendo de lado.

Me reí, sacudiendo la cabeza.

—Creo que nunca voy a estar completamente listo, pero lo haré lo mejor que pueda.

—Siempre lo haces —respondió él, con una confianza en mí que me hizo sentir aún más fuerte.

Pasamos la tarde juntos, dejamos su maleta en mi hotel y caminamos por las calles de Busan mientras yo trataba de mantener la calma antes del concierto. A veces, hablar de cualquier cosa menos del espectáculo me ayudaba a despejar la mente. Decidimos almorzar cerca de la playa, en un pequeño restaurante que servía mariscos frescos. Mientras esperábamos la comida, hablamos de los planes para el resto del fin de semana, de cómo queríamos explorar más de la ciudad esta vez, sin la presión que habíamos tenido en nuestra última visita.

—¿Te acuerdas de la última vez que estuvimos aquí? —dijo Do-hyun, mientras revolvía su té helado.

—Cómo olvidarlo —respondí, riendo suavemente—. Fue un desastre. Estábamos tan atrapados en nuestros problemas que ni siquiera nos dimos cuenta de lo bonita que es esta ciudad.

Try Again © [BL] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora