El reloj en la pared avanzaba implacable hacia las 2:43 p.m. mientras el sol de la tarde ardía con todo su esplendor a través de las cortinas parcialmente abiertas. Las vacaciones de la universidad —En tan solo un mes— se acercaban rápidamente, y con ellas, el alivio esperado por semanas de arduo trabajo y presión. Pero, en lugar de sentirme aliviado, una creciente sensación de inquietud me abrumaba.
Las últimas semanas seguían siendo iguales, al parecer nadie de mi universidad se aburría de mi nombre en sus bocotas. La discriminación que enfrentábamos, tanto en la universidad como en el entorno profesional de Jae-min, había comenzado a pasar factura. Mis errores en los proyectos se acumulaban; no porque no entendiera el material, sino porque me faltaba la energía y el enfoque necesarios para completarlos. La ayuda que solía recibir de mis compañeros de estudio ya no estaba disponible. Algunos miraban con desdén, mientras que otros simplemente se habían alejado, incapaces de soportar la atmósfera tóxica que se había formado en torno a nosotros.
Miré el escritorio abarrotado de papeles, libros y proyectos a medio hacer, sintiendo el peso de cada una de mis tareas sin completar. Había cometido errores en casi todos los entregables recientes, y aunque intentaba corregirlos, el tiempo se me escapaba entre los dedos. Sin alguien que me ayudara me sentía perdido y agotado.
Mi preocupación por Jae-min no se quedaba atrás. Había crecido en paralelo a mi propia desesperación. Había olvidado llevar las llaves esta mañana, y cuando me di cuenta de que no podía acceder a la casa, la ansiedad creció en mi pecho.
No había tenido noticias de él desde que salió temprano, que a ser honesto, es muy extraño en él. Y mi mente —como toda persona insegura— empezó a alimentar pensamientos oscuros por más que los intentara reprimir. Me preocupaba que pudiera estar involucrado en algo que no quería compartir conmigo, o incluso que pudiera estar engañándome. La idea de perderlo me desgarraba por dentro, y la inseguridad me estaba consumiendo.
De repente, el timbre de la puerta rompió el silencio de la casa. Me levanté rápidamente, casi cayéndome de cara por enredar mis pasos. Mi corazón estaba acelerado, mi dramatismo me diría que era una taquicardia, llevaba horas esperando ver a Jae-min de pie en la entrada. Corrí hacia la puerta, abriendo con prisa, pero en lugar de él, encontré a Seung-ho y a Min-ah, ambos con expresiones de preocupación y determinación.
— ¡Vaya, hola!— dije, tratando de sonar casual a pesar de la sorpresa y la confusión que sentía. —No esperaba verlos hoy.
—Pensamos que podríamos ayudarte con los exámenes y trabajos antes de las vacaciones— dijo Seung-ho con una sonrisa amable—. Sabemos que has estado pasando por muuuucho últimamente.
Min-ah, con su cabello castaño oscuro y una expresión de compasión en el rostro, asintió. —Sí, no es necesario ser conocido tuyo para darnos cuenta que algo te está afectando académicamente como física y mentalmente.— Me señaló de cabeza a pies con su índice —Sólo espero que no sea por culpa de ese Jae-min. — Tenía razón, y me dió algo de pena saber que hasta mi ex notara que tenía problemas con mi actual pareja.
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Try Again © [BL] ✓
Romansa¿Puede una amistad de toda la vida transformarse en algo más profundo? Jae-min y Do-hyun han sido amigos desde la infancia, compartiendo secretos y sueños en las vibrantes calles de Seúl. Mientras Jae-min busca inspiración para su música y Do-hyun...