Capítulo 0.

163 50 21
                                    

Era una mañana como cualquier otra en el apartamento que compartía con Jae-min. El aroma del café flotaba en el aire, prometiendo un comienzo cálido para el día. Estaba ocupado preparando un café para Min-ah, mi novia, quien estaba de visita. Aún no vivíamos juntos, así que estos momentos eran "especiales", y tenía que aprovecharlos por lo ocupado que me la pasaba con mis estudios.

Me movía en la cocina, concentrado en asegurarme de que el café estuviera justo a su gusto, cuando escuché el sonido de pasos ligeros en el pasillo. Era un sonido familiar: el comienzo del día de Jae-min, que como siempre, se levantaba tarde, sin prisas ni preocupaciones.

En el momento en que Jae-min apareció en la sala, el sol ya estaba asomándose por las ventanas, iluminando el espacio con una luz tenue. Estaba descalzo y vestido solo con unos pantalones cortos que se arrugaban más en cada movimiento. La vista de Jae-min así no era nada nuevo, pero la situación sí era algo incómoda, por la presencia de mi novia. Se acercó a la cocina con su típica actitud despreocupada, estirándose y bostezando como si acabara de despertar de un sueño interminable.

—Do-hyun, ¿por qué no me avisaste que tendríamos visitas?— exclamó Jae-min con una sonrisa y su voz ronca, mientras se acomodaba en una silla de la mesa donde Min-ah estaba sentada con una expresión que mezclaba curiosidad y celos.

—¿En serio, Jae-min?— le respondí, con una mezcla de exasperación y pánico. —¿No crees que deberías ponerte algo cuando Min-ah está aquí?

Jae-min se rió y me hizo una mueca. —¿Por qué? ¿No puedo estar cómodo en mi propia casa?

Min-ah, que había estado observando la escena con los ojos entrecerrados, se sonrojó un poco antes de murmurar algo. —No es eso... Solo, no puedo evitar sentir que me da pena ver tu cuerpo tan, expuesto.

El rubor en mis mejillas se hizo más evidente al escuchar sus palabras. Traté de mantener la calma mientras reprimía el impulso de esconderme. —Jae-min, por favor, ¿podrías al menos ponerte una camiseta?— Carraspeé, incómodo ante el pecho desnudo de Jae.

Jae-min, divertido por la situación, finalmente se levantó con una risa. —Está bien, está bien. No quiero causar más problemas.— Y con una última sonrisa traviesa, se alejó para vestirse.

Min-ah y yo intercambiamos miradas llenas de resignación y complicidad. Desde pequeño, sabía que Jae-min era alguien despreocupado, y esa actitud me volvía loco.

 Desde pequeño, sabía que Jae-min era alguien despreocupado, y esa actitud me volvía loco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Try Again © [BL] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora