Aquella tarde, luego de que habíamos vuelto de nuestro pequeño paseo en el campo, las cosas empezaron a fluir más. Esa pequeña charla que tuvimos, el espacio de contar nuestros sentimientos, fue el verdadero punto de inflexión en nuestra amistad.
Desde entonces, nuestra relación había tomado un giro sutil pero significativo. Habíamos pasado de una amistad cercana a algo que rozaba lo romántico. A veces, una mirada o un toque casual de su mano me hacía sentir una conexión más profunda de la que había experimentado antes. Aunque no lo habíamos definido aún, ambos sabíamos que había algo más que simple amistad entre nosotros.
Estos últimos días, Jae-min había sido particularmente atento. Cada vez que se reía, su risa se escuchaba más cercana, más íntima. Más que solo unos mejores amigos. La forma en que me ha estado mirando o me ha susurrado al oído me hace sentir esas ligeras mariposas en todo el estómago, y ya las había intentado ahogar durante mucho.
Hoy, ya después de la universidad, sentía una mezcla de ansiedad y esperanza. La clase había sido particularmente agotadora, llena de debates y análisis que parecían interminables. Salí de la universidad con la mente nublada, pero la expectativa de regresar a casa y encontrarme con Jae-min.
Cuando llegué a casa, la familiaridad del entorno me dio un breve respiro. De repente, el aroma de la comida que estaba cocinando Jae-min invadió mis sentidos, trayendo consigo una oleada de calidez. Dejé mis cosas en el vestíbulo, me deslicé los zapatos, y me dirigí a la cocina con el corazón latiendo rápido.
Al abrir la puerta de la cocina, vi a Jae-min de espaldas, concentrado en la estufa. La forma en que se movía, la manera en que estaba completamente inmerso en la tarea, me hizo sonreír. Me acerqué despacio, sin querer interrumpirlo, pero no pude evitar dejar escapar una ligera risa cuando el aroma de la comida se intensificó.
—¿Qué estás cocinando? —pregunté, intentando que mi voz sonara casual a pesar de la mariposa en mi estómago.
Jae-min se giró con una sonrisa que iluminaba su rostro, su expresión reflejaba un orgullo sutil. —¡Tu comida favorita! Hoy pensé en consentirte.
Me acerqué a la mesa, donde Jae-min había dispuesto con esmero mi comida favorita: kimchi, bulgogi, y arroz. Todo estaba servido en una bandeja de madera, el aroma era tan fuerte y tentador que casi podía saborearlo con solo olfatearlo. La luz tenue de la cocina caía sobre Jae-min, creando una atmósfera acogedora y romántica.
Me senté frente a él y, mientras él servía la comida en los platos, me invadió un sentimiento de gratitud. Jae-min siempre había sido alguien especial en mi vida, pero la reciente cercanía que habíamos compartido solo había intensificado esos sentimientos.
—¿Todo bien en la universidad? —preguntó Jae-min mientras se acomodaba a mi lado, su voz sonaba cálida y atenta.
—Sí, más o menos. —Le di un sorbo a mi bebida y traté de dejar que el cansancio se desvaneciera. —Pero estar aquí contigo hace que todo parezca más llevadero.
Mientras comíamos en silencio, el sonido de nuestros palillos y el crujido del kimchi eran los únicos ruidos que rompían la tranquilidad. La comida estaba perfecta, y me sorprendió la habilidad con la que Jae-min había logrado capturar el sabor de mis platos favoritos. Sin embargo, mi mente estaba ocupada con todo lo que le he querido decir.
Finalmente, rompiendo el silencio, tomé un profundo respiro. —Jae-min, ¿puedo decirte algo?
Jae-min levantó la vista, su expresión se volvió seria. —¿Qué pasa?
Me sentí un poco nervioso al comenzar la conversación. —Recuerdo cómo nos sentimos cuando fuimos al campo hace unas semanas. Todo pareció cambiar entre nosotros. —Hice una pausa, buscando las palabras adecuadas. —Desde entonces, he estado pensando mucho en nosotros, en lo que realmente somos el uno para el otro.
Jae-min me miró con curiosidad, su atención completamente centrada en mí. —¿Qué quieres decir?
—Quiero decir que, durante ese paseo, nosotros hablamos sobre lo que sentimos por el otro y hasta ahí quedó ese tema... —Miré a Jae-min a los ojos, tratando de transmitir la profundidad de mis sentimientos. —Sabes que me importa mucho lo que tenemos, y me gustaría saber si podríamos intentar ser algo más, algo más formal, algo que vaya más allá de la amistad.
Jae-min frunció el ceño, su mirada se llenó de incertidumbre. —¿Estás seguro de esto? No quiero que esto afecte nuestra amistad si las cosas no salen bien.
Mi corazón latía con fuerza mientras trataba de articular mis pensamientos. —Lo sé, y entiendo tus temores, yo también los tengo. Pero a pesar de eso, realmente quiero intentarlo. Quiero estar contigo no solo como tu amigo, sino como algo más.
Jae-min se quedó en silencio, sus ojos fijos en los míos mientras procesaba mis palabras. Podía ver la lucha interna en su rostro, la batalla entre el deseo y el miedo a lo desconocido. El ambiente a nuestro alrededor se sintió de repente cargado con una tensión palpable.
Finalmente, Jae-min suspiró y dejó sus palillos a un lado. —Está bien. —Su voz era suave, pero decidida. —Acepto ser tu novio.
Una oleada de alivio y felicidad me envolvió al escuchar sus palabras. Me incliné hacia él, y Jae-min hizo lo mismo, nuestras frentes casi tocándose en un gesto íntimo y sincero. No necesitábamos palabras para entender lo que significaba este momento. Su mano se colocó por sobre mi muslo y me acarició con cariño. Esto era todo lo que estaba bien.
Jae-min rompió el silencio con una sonrisa juguetona mientras me servía la comida con sus palillos. —Ahora que estamos en una relación seria, tendrás que enseñarme cómo actuar. No es como si tuviera mucha experiencia en esto —dijo, bromeando sobre su falta de relaciones serias anteriores.
Reí, sintiendo una mezcla de amor y diversión. —¿Así que vas a actuar como si nunca has estado en una relación seria?
Jae-min alzó una ceja con un aire de desafío. —Exactamente. Aunque, tú muy bien sabes que no he podido estar con una chica por más de una noche. Así que, ¿qué tal si me das algunas lecciones?
La broma aligeró el ambiente, y me di cuenta de que, a pesar de nuestros miedos y dudas, estábamos dispuestos a enfrentar juntos este nuevo capítulo de nuestras vidas. Nos reímos juntos, y la cena continuó en un ambiente de ligereza y alegría.
—No te preocupes —le respondí— Mi única relación seria ha sido con Min-ah. Solo sé que me importa estar contigo, y eso es lo que más importa.
Jae-min asintió, y la conversación continuó fluyendo entre risas y confesiones. Hablamos sobre nuestras expectativas, nuestros temores y lo que esperábamos de esta nueva etapa en nuestras vidas.
Cuando la cena terminó, Jae-min se levantó para limpiar, y yo lo acompañé en la tarea. Mientras lavábamos los platos juntos, nuestras conversaciones se volvieron más ligeras y relajadas. La tensión que había sentido antes se desvaneció, reemplazada por un sentido de calma y seguridad.
—Así que, ¿cuáles son tus planes para mañana? —preguntó Jae-min mientras secaba los platos.
—Nada en particular —respondí—. Solo quiero pasar tiempo contigo y ver cómo avanzamos. Estoy dispuesto a aprender y crecer juntos en esta relación.
Jae-min sonrió, su mirada llena de afecto. —Me parece un buen plan. Y no te preocupes, aprenderé contigo en el camino. Será un viaje interesante, eso es seguro.
Mientras terminamos de limpiar, solo estaba agradecido de al menos poder estar con la persona que realmente me completaba, me había tardado en darme cuenta de aquello, pero ahora, estaba feliz.
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Try Again © [BL] ✓
Romance¿Puede una amistad de toda la vida transformarse en algo más profundo? Jae-min y Do-hyun han sido amigos desde la infancia, compartiendo secretos y sueños en las vibrantes calles de Seúl. Mientras Jae-min busca inspiración para su música y Do-hyun...