Capítulo 15.

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La tarde estaba llegando a su fin, y las luces del campus comenzaban a encenderse mientras me dirigía hacia la salida de la universidad. Después de un día agotador de clases y estudios en la biblioteca, solo quería llegar a casa y relajarme. Había quedado de verme con Jae-min más tarde, y la idea de pasar un tiempo con él hacía que todo pareciera más llevadero. Nuestra relación era relativamente nueva, pero cada día que pasaba a su lado, sentía que era el lugar donde pertenecía.

Caminaba despacio, sumergido en mis pensamientos, cuando lo vi. Jae-min estaba de pie al otro lado de la calle, cerca de la entrada de la universidad. Llevaba puesto su abrigo negro favorito, ese que siempre decía que le hacía parecer más alto y delgado. Al verme, su rostro se iluminó con una sonrisa que me hizo olvidar instantáneamente el cansancio.

—¡Jae-min! —grité, alzando una mano para saludarlo mientras cruzaba la calle.

Él vino hacia mí y sin decir una palabra, me rodeó con sus brazos en un cálido abrazo. A pesar de la gente que pasaba a nuestro alrededor, el bullicio del tráfico y los murmullos de los estudiantes, todo se desvaneció en el momento en que sentí su cercanía. Era nuestro pequeño mundo, donde solo existíamos él y yo.

—Te extrañé —murmuró contra mi cabello, y pude sentir su respiración cálida en mi cuello.

—Yo también te extrañé —respondí, dejando escapar una risita tonta. Era increíble cómo alguien podía hacerte sentir tan completo con solo unas pocas palabras.

Nos separamos un poco, y cuando lo hice, le tomé la mano de manera instintiva, pero oculté nuestro agarre para que no nos vieran. Era un gesto simple, pero cargado de significado para nosotros. No obstante, en ese preciso momento, algo llamó mi atención. Al otro lado de la calle, entre la multitud de estudiantes, distinguí un rostro familiar. Mis ojos se encontraron con los de Min-ah, mi exnovia, quien nos miraba con una expresión que no pude descifrar de inmediato.

Ella y yo habíamos compartido mucho. Min-ah había sido mi novia durante dos años, y aunque nuestra relación terminó en buenos términos, sabía que aún había sentimientos no resueltos, al menos de su parte. No era que quisiera regresar conmigo, eso estaba claro, pero había algo en su mirada que me hacía sentir culpable, como si hubiera traicionado una promesa que nunca hicimos.

Min-ah se acercó a nosotros con pasos decididos. Era la primera vez que la veía tan cerca desde que nuestra relación había terminado, y no podía negar que me sentía un poco nervioso. Min-ah siempre había sido alguien a quien admiraba por su franqueza y su capacidad para enfrentar las situaciones de frente. Sin embargo, en ese momento, hubiera preferido evitar ese encuentro.

—Hola, Do-hyun —saludó con una sonrisa que no alcanzó sus ojos.

—Hola, Min-ah, ¿Qué haces por acá a estas horas?—respondí, soltando la mano de Jae-min de manera casi instintiva. Ella notó el gesto y arqueó una ceja, pero no dijo nada al respecto.

—Estaba de camino a mi casa cuando recordé que dejé unas cosas en la sala de la universidad. —respondió ella, antes de dirigir su mirada hacia Jae-min—. Veo que no estás solo.

Jae-min, que hasta ese momento había mantenido su expresión tranquila, le sonrió con cortesía y le ofreció una pequeña inclinación de cabeza.

—Min-ah... Hola.

Min-ah sonrió de vuelta, pero no era una sonrisa de felicidad. Era una de esas sonrisas que se utilizan para esconder los verdaderos sentimientos.

—Hola Jae-min.

Había una tensión palpable en el aire, y yo me sentía atrapado en medio de ellos dos. Sabía que Min-ah tenía todo el derecho a sentirse así, después de todo, ella había sido una parte importante de mi vida, y ahora estaba enfrentándome a la realidad de mi nueva relación. Decidí tomar la iniciativa antes de que la situación se pusiera más incómoda.

Try Again © [BL] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora