Capítulo 26.

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Estábamos en camino a la heladería mientras encontré en mi celular una carpeta de fotos de Do-hyun

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Estábamos en camino a la heladería mientras encontré en mi celular una carpeta de fotos de Do-hyun. El primer impulso fue ignorar las fotos y concentrarme en el viaje, pero era inútil. No podía dejar de mirar las imágenes de Do-hyun, recordando los momentos que habíamos compartido. Su sonrisa, sus ojos, su cabello castaño claro. Todo se sentía tan reciente, tan presente.

Jung-ho estaba manejando con su habitual despreocupación. La música sonaba en el fondo, una melodía alegre que contrastaba con mi ánimo sombrío. Miré a mi hermano de reojo, preguntándome si él se daba cuenta de lo mal que estaba. Pero Jung-ho estaba inmerso en la conducción y no parecía notar mi tristeza.

De repente, la voz de Jung-ho interrumpió mis pensamientos.

—¡Aquí estamos! —dijo, estacionando frente a una heladería que había encontrado en el camino.

—Gracias —respondí distraído, mientras miraba cómo Jung-ho se bajaba del auto.

Me quedé en el asiento del copiloto, perdido en mis pensamientos. No estaba seguro de si debía enviarle un mensaje a Do-hyun, pero la idea de no tener una respuesta me desanimaba. No sabía si alguna vez podríamos arreglar las cosas entre nosotros. Sin embargo, no quería dejarlo pasar sin al menos intentarlo.

Mientras esperaba, mi mirada se deslizó por la ventana. Buscaba cualquier distracción que me sacudiera de mi apesadumbrado ensueño. Entonces lo vi. A lo lejos, con el sol reflejándose en su cabello marrón claro, estaba Do-hyun. Mi corazón saltó en mi pecho, y el mundo se detuvo por un momento. No podía estar soñando, no podía ser una ilusión.

El instinto me impulsó a salir del auto. Me levanté de golpe, el aire fresco de la tarde rozándome el rostro mientras corría hacia la dirección en la que lo había visto. Mi mente estaba en un torbellino; la idea de enfrentar a Do-hyun me asustaba, pero la necesidad de resolver las cosas me impulsaba.

La velocidad con la que corría era casi aterradora, y en el camino me preguntaba si estaba cometiendo un error. Mi mente oscilaba entre la emoción y el pánico. ¿Qué si él no quería verme? ¿Qué si me rechazaba? Pero al ver a mi hermano apoyado en el costado del auto con los helados, me asintió con complicidad, la decisión estaba tomada. No podía detenerme ahora.

Mi corazón latía desbocado mientras me acercaba a Do-hyun, quien estaba a unos metros de distancia. Mi corazón latía con fuerza en mis oídos, y mi mente estaba un caos de emociones encontradas. Finalmente, tomé por el hombro a Do-hyun. Al principio, él se tensó, su cuerpo se puso rígido, y parecía asustado. Cuando giró para enfrentarme y vio mi rostro, el miedo que había en sus ojos se transformó en algo más cálido, una chispa de alegría y sorpresa. Sin decir una palabra, me rodeó con los brazos, envolviéndome en un abrazo desesperado y apretado.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos mientras me aferraba a él. La sensación de tenerlo tan cerca de nuevo era abrumadora. Cada duda, cada miedo, todo se desvaneció con su contacto.

Try Again © [BL] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora