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El ambiente estaba cargado de tensión. Desde que Wonwoo había tenido que viajar a Nueva York por trabajo, Yoongi y Seokjin pasaban casi todo su tiempo juntos organizando la boda. Aunque Seokjin intentaba mantener la calma, el estrés de los preparativos, la ausencia de su prometido, y la cercanía con Yoongi estaban comenzando a afectar su mente. Aún así, Seokjin confiaba en que todo saldría bien. Wonwoo volvería pronto, y la boda seguiría adelante.

Yoongi, por otro lado, aprovechaba cada momento con Seokjin. No podía evitar sentir una mezcla de placer y culpa por estar tan cerca de él, ayudándolo a elegir las flores, los manteles, la música... todo. No era su boda, pero a veces, al verlo sonreír o al escucharlo reír, se imaginaba que quizás, en otro mundo, todo esto podría haber sido para ellos.

Día tras día, mientras iban al salón de eventos, hacían pruebas de menú y elegían colores, Yoongi intentaba enterrar sus sentimientos. Sabía que no tenía derecho a sentir lo que sentía, pero estar tan cerca de Seokjin lo hacía imposible de ignorar.

Seokjin, por su parte, estaba agradecido. La ausencia de Wonwoo había sido más difícil de lo que pensaba, y Yoongi había sido su ancla durante esos días. Sin él, probablemente habría colapsado bajo la presión de los preparativos. Aun así, Seokjin no podía dejar de sentir que algo había cambiado. Las palabras que Yoongi había dicho en la iglesia seguían resonando en su mente, aunque ambos nunca las habían mencionado de nuevo.

Finalmente, tras semanas de espera, el día de la vuelta de Wonwoo llegó. Seokjin estaba emocionado por verlo de nuevo, pero cuando Wonwoo llegó al apartamento, su expresión estaba tensa.

– Te extrañé, – dijo Seokjin mientras lo abrazaba. Pero la respuesta de Wonwoo fue más fría de lo que esperaba.

– Yo también. – dijo Wonwoo, aunque su mirada estaba dirigida a Yoongi, que estaba sentado en el sofá, revisando unos papeles con la lista de invitados.

Yoongi se levantó rápidamente al ver a Wonwoo, sintiendo el aire pesado a su alrededor. – Solo estaba ayudando a Jin con algunos detalles.

– ¿Sí? Parece que has estado haciendo mucho más que ayudar. – respondió Wonwoo, sus palabras llenas de una amargura que Yoongi no había anticipado. El corazón de Seokjin dio un vuelco.

– Wonwoo... – comenzó Seokjin, intentando calmar la situación. – Yoongi solo estaba ayudando porque tú estabas fuera. No ha pasado nada más.

Pero Wonwoo no lo escuchaba. Se había pasado semanas viendo fotos de Seokjin y Yoongi juntos, recibiendo mensajes donde su prometido hablaba de lo bien que habían estado avanzando los preparativos. Y aunque sabía que era irracional, no podía evitar sentir que su lugar había sido ocupado.

– Parece que él es quien ha estado organizando nuestra boda. Yo ni siquiera he podido estar aquí, pero él sí. – dijo Wonwoo, dirigiendo una mirada acusadora a Yoongi. – ¿Estás seguro de que solo es tu amigo, Seokjin?

El silencio cayó sobre la habitación. Yoongi bajó la mirada, sintiendo que aquello era demasiado doloroso, tanto para él como para Seokjin. Sabía que no debía quedarse allí.

— Me voy. – dijo Yoongi, recogiendo sus cosas rápidamente. — No quiero causar más problemas.

Seokjin lo detuvo antes de que pudiera salir por la puerta. — No, Yoongi. No te vayas. Esto no es culpa tuya.

Volviéndose hacia Wonwoo, Seokjin tomó aire y habló con firmeza. – Yoongi ha estado conmigo porque tú no estabas. Pero él es mi amigo, Wonwoo. Mi mejor amigo. Lo que tú y yo tenemos es diferente, es algo que él entiende.

– ¿Lo entiende? ¿Tú lo entiendes, Jin? Porque desde aquí parece que lo estás dejando demasiado cerca. – replicó Wonwoo, aunque su voz empezaba a suavizarse.

Seokjin negó con la cabeza, acercándose a él. – Wonwoo, nadie me va a robar. Tú eres mi prometido. Y no hay nadie en el mundo que pueda reemplazarte. – dijo, buscando su mirada. —Yoongi ha sido un apoyo increíble, pero tú eres con quien quiero pasar el resto de mi vida.

Wonwoo se quedó en silencio por un momento, dejando que las palabras de Seokjin penetraran. Finalmente, exhaló, relajando los hombros. — Lo siento. Sé que he estado fuera y que no ha sido fácil para ti.

Seokjin sonrió, tomando su mano. – Solo quiero que estemos bien. Esta boda es nuestra, Wonwoo. Solo tú y yo.

Yoongi observaba desde la puerta, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que Seokjin había dicho la verdad, pero eso no hacía que doliera menos. Había sido su apoyo, pero nunca sería más que eso. Con un pequeño asentimiento, salió en silencio de la habitación, dejando a los dos futuros esposos solos.

En la oscuridad del pasillo, Yoongi dejó escapar un suspiro. Sabía que había hecho lo correcto, pero ahora tenía que encontrar la manera de seguir adelante. La boda seguiría su curso, y él tendría que estar allí, como el mejor amigo de Seokjin, sonriendo y fingiendo que todo estaba bien.

Made Of Honor ; yoonjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora