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El bullicio de la ciudad de Nueva York era abrumador, pero Yoongi apenas lo notaba. Su mente estaba fija en un solo objetivo: encontrar a Seokjin antes de que fuera demasiado tarde. Tras un vuelo agitado y un taxi que parecía interminable, finalmente llegó al elegante hotel donde Seokjin y Wonwoo se hospedaban.

Con la determinación en sus pasos, Yoongi se dirigió hacia la recepción. – Hola, necesito saber en qué habitación se encuentra el señor Kim Seokjin. – dijo, intentando mantener la calma mientras su corazón latía con fuerza.

La recepcionista, una joven con una sonrisa profesional, miró a Yoongi con una mezcla de curiosidad y cautela. – Lo siento, pero no podemos proporcionar esa información.

Yoongi sabía que tendría que ser más persuasivo. – Por favor, es muy importante. Soy un viejo amigo de Seokjin. Hay algo que necesito decirle antes de que sea demasiado tarde.

La recepcionista, sintiendo la urgencia en la voz de Yoongi, finalmente accedió a llamarle a la habitación. Después de unos minutos de espera, un mensaje de confirmación llegó: Seokjin estaba en el salón de eventos del hotel, preparando detalles finales para la boda.

Con el corazón en la garganta, Yoongi se dirigió al salón. La puerta estaba entreabierta y desde el umbral podía escuchar el sonido de conversaciones y risas. Seokjin y Wonwoo estaban ocupados revisando detalles decorativos. Yoongi respiró hondo y entró con pasos firmes, su presencia de inmediato captando la atención de Seokjin.

Seokjin se volvió y su rostro palideció al ver a Yoongi. – ¿Yoongi? – preguntó, con los ojos abiertos por la sorpresa y la preocupación. – ¿Qué estás haciendo aquí?

Wonwoo, al notar la tensión, se levantó y observó la escena con una mezcla de confusión y desconfianza. – ¿Qué pasa?

Yoongi, sintiendo que el tiempo se estaba acabando, se dirigió directamente a Seokjin. – Necesito hablar contigo, Seokjin. Antes de que tomes una decisión que no puedas deshacer.

Seokjin miró a Wonwoo, quien asintió con una expresión comprensiva y se alejó para darles algo de privacidad. Seokjin, aún atónito, se acercó a Yoongi. – No entiendo, Yoongi. Ya hemos hablado de esto. ¿Por qué estás aquí ahora?

Yoongi respiró profundamente, tratando de organizar sus pensamientos. – Porque me di cuenta de que no puedo perderte sin luchar. Sé que cometí errores, y lamento no haber hablado contigo antes. Pero hay algo que no puedo dejar pasar. Aún siento mucho por ti, Seokjin. No quiero que te cases con Wonwoo si hay alguna posibilidad de que podamos resolver las cosas.

Seokjin lo miró con tristeza y frustración. – ¿Por qué ahora, después de todo este tiempo? ¿Por qué no antes, cuando tenía sentido? Estoy comprometido con Wonwoo. Ya hemos tomado decisiones, y no es justo para él que tú aparezcas de repente.

Yoongi bajó la mirada, sintiendo el peso de sus palabras. – Sé que no es justo, y lamento profundamente no haber sido claro antes. Pero te pido, por favor, que consideres si realmente estás tomando la decisión correcta. No quiero que te arrepientas de esto.

Seokjin cerró los ojos, tratando de contener las lágrimas. – Yoongi, no sé qué decir. Esto es... demasiado complicado. He invertido tanto tiempo y esfuerzo en esta relación con Wonwoo, y no puedo simplemente... dejarlo todo atrás. Pero también... no sé si podré olvidar lo que sentimos.

Yoongi sintió un nudo en el estómago. – No te estoy pidiendo que tomes una decisión ahora mismo. Solo quiero que sepas que aún estoy aquí, que aún te amo y que estoy dispuesto a luchar por nosotros. Lo único que te pido es que no te apresures en tu decisión.

Seokjin lo miró por un momento, y por un breve instante, parecía estar considerando sus palabras. Pero luego, con un suspiro profundo, sacudió la cabeza. – Yoongi, esto es... es mucho para procesar. No sé si hay una solución sencilla a esto. Pero te agradezco que hayas venido. Necesito tiempo para pensar en todo esto.

Yoongi asintió, sintiendo que, al menos, había logrado expresar sus sentimientos. – Lo entiendo. Solo recuerda que estoy aquí, y que te quiero, sin importar lo que decidas.

Seokjin lo miró una última vez antes de volverse hacia la puerta. – Gracias por venir, Yoongi. Espero que encuentres lo que estás buscando.

Yoongi se quedó en el salón, sintiendo la tristeza de la conversación y el peso de la incertidumbre. Aunque había logrado hablar con Seokjin, sabía que el futuro era incierto. Pero al menos, había dado el primer paso hacia una posible reconciliación.

Made Of Honor ; yoonjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora