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La música vibraba por todo el bar, y las risas llenaban el aire mientras Seokjin celebraba su despedida de soltero rodeado de amigos. Yoongi había organizado la fiesta, asegurándose de invitar a algunos de los amigos más cercanos de Seokjin, y a algunos que, aunque no tan cercanos, eran parte importante de su vida.

Jaebum, Namjoon, Jackson, Jungkook, y Mingyu estaban sentados alrededor de una mesa, intercambiando bromas y contando historias embarazosas de los viejos tiempos. Seokjin reía, ligeramente mareado por la mezcla de bebidas y la atmósfera relajada. Los tragos seguían fluyendo y el bar parecía el lugar perfecto para una noche que, en teoría, debería haber sido solo divertida.

Yoongi, desde la barra, observaba a Seokjin. Su sonrisa, su risa, la forma en que sus ojos brillaban cuando se divertía. Había organizado esta noche para él, para despedirlo de la soltería antes de que comenzara su vida con Wonwoo. Pero cada vez que Yoongi lo miraba, sentía cómo su corazón se encogía. Este podría ser uno de los últimos momentos en que podrían estar juntos, de alguna manera, sin las ataduras de su próxima boda.

Jackson y Jungkook estaban en medio de una competencia para ver quién aguantaba más tragos, mientras Jaebum y Mingyu discutían sobre deportes. Seokjin, riendo, se acercó a Yoongi en la barra, apoyándose ligeramente en él, sintiendo la familiaridad y la confianza que siempre compartían.

– Te lo estás perdiendo, Yoongi. Deberías unirte a la diversión. – le dijo Seokjin, su aliento olía ligeramente a alcohol, y su risa era despreocupada.

Yoongi sonrió con una mezcla de ternura y tristeza. – Estoy bien aquí, asegurándome de que todo esté bajo control. Alguien tiene que cuidar de ti, ¿no?

Seokjin se dejó caer en uno de los taburetes junto a Yoongi, acercándose más de lo normal. – Has sido increíble esta noche... No sé qué haría sin ti.

El tono de Seokjin, cálido y agradecido, hizo que Yoongi se sintiera aún más vulnerable. Estaban tan cerca que podía oler su colonia, una mezcla que lo hacía sentir nostálgico y atrapado en un torbellino de emociones.

Antes de que pudiera decir algo, Seokjin lo miró fijamente a los ojos. No había nadie más cerca en ese momento; era solo él y Yoongi en esa pequeña burbuja dentro del bullicioso bar. El alcohol y la confusión emocional hicieron el resto.

Sin pensar, Yoongi se inclinó hacia adelante y, de repente, sus labios rozaron los de Seokjin. Fue un beso rápido, tímido, como si Yoongi dudara de lo que estaba haciendo. Pero lo que lo sorprendió no fue el beso en sí, sino la respuesta de Seokjin.

Seokjin no se apartó. Al contrario, sus labios se abrieron ligeramente, aceptando el beso. El mundo alrededor de ellos pareció desvanecerse por un momento. Fue Yoongi quien se apartó, desconcertado, buscando en los ojos de Seokjin una explicación.

– Lo siento, Jin... Yo no debería...

Pero antes de que Yoongi pudiera terminar la frase, Seokjin volvió a acercarse, buscando sus labios de nuevo. Esta vez, el beso fue más profundo, más intencional. Ambos se perdieron en ese momento, como si finalmente hubieran cedido a algo que habían estado conteniendo durante demasiado tiempo.

Sin embargo, después del tercer beso, Seokjin de repente se detuvo. Una ola de culpa lo golpeó con una fuerza abrumadora. Su mente, despejada por un segundo, pensó en Wonwoo. En su prometido. En la vida que habían planeado juntos.

– Yoongi... – murmuró, alejándose, sus ojos llenos de confusión y arrepentimiento. – No puedo... Wonwoo...

Yoongi, con la respiración acelerada, lo miraba con una mezcla de dolor y arrepentimiento. – Lo sé... yo... no sé qué estaba pensando.

Seokjin se pasó las manos por el cabello, respirando hondo mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder. Sabía que algo había cambiado entre ellos desde hace tiempo, algo que había estado enterrado bajo la superficie de su amistad. Pero esto... esto había ido demasiado lejos.

Los demás seguían riendo y bebiendo en la mesa, ajenos a lo que acababa de ocurrir entre los dos en la barra. Pero para Seokjin, todo se sentía distorsionado. Lo que había sido una noche de celebración ahora estaba teñida de confusión y culpa.

– Yo... necesito un momento. – dijo Seokjin, alejándose rápidamente hacia el baño, dejando a Yoongi solo en la barra, abrumado por lo que acababa de suceder.

Yoongi se quedó quieto, con los labios aún temblando por la sensación del beso que nunca debió haber ocurrido. Sabía que aquello lo cambiaría todo, y ahora no estaba seguro de cómo podrían seguir adelante.

Made Of Honor ; yoonjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora