365 días después él vuelve a su vida arrasándolo todo. Él la metió en aquel mundo tan oscuro, la dejó sola ante el peligro y un año después vuelve, vuelve poniendo su vida patas arriba.
Alana, hija de uno de los futbolistas más famosos del país des...
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Un mes antes
- ¿Le has vuelto a bloquear? -mi prima Marta rompió el silencio que se había formado dentro del coche.
- Sí -suspiré cansada-, no quiero saber nada. Quizás puede sonar contradictorio, pero me precipité. Han pasado ya días y no ha dado señales de vida.
- No sé tía, creo que hay algo más que se nos está escapando -me miró pensativa y yo puse el coche en marcha en cuanto el semáforo se puso en verde.
Cuando le mandé el mensaje a Héctor pensaba que iba a actuar al momento, que en cuestión de horas iba a estar en la puerta de mi casa. Pero no fue así. Volvió a desaparecer, ni siquiera Irina me hablaba del catalán y aunque habían pasado pocos días, esa esperanza que aguardaba, no ocurrió.
Mi intento de captar su atención puede que tuviera éxito, pero no fue lo que yo quería obtener. Al final esperaba que llegara y arrasara con todo y sin embargo, me encontré con todo lo contrario. El vacío. Esa sensación de incertidumbre constante, de no saber si estaba actuando desde las sombras o si por el contrario era verdad que había pasado página.
Y me sentí fatal conmigo misma, me sentí inútil por haber caído a la primera de cambio. Llamé su atención y aunque no supiera que estaba pasando más allá de mi vida, la sensación extraña no me la podía quitar del cuerpo. Estuve en un sin vivir, días en los que mi mente estuvo dando tumbos sin sentido. Días que fueron sumándose hasta conformar un mes en el que todo estaba tenso y no podía ni vivir tranquila.
El corazón me bombeaba tan fuerte que no era capaz de controlarme. La ansiedad me destruyó por dentro y me obsesioné con algo que no podía controlar. ¿Qué estaba pasando en mi vida? ¿Qué estaba haciendo Héctor? No pude pensar porque a cualquier teoría absurda que se me venía a la mente le ponía pegas. Y pasé las noches en vela intentando evadirme de una realidad que me estaba destruyendo por dentro.
- ¿Crees que está actuando desde la sombra? -quise saber la opinión de Marta, necesitaba oír la opinión de alguien aunque no me gustara lo que tenía que decirme.
- Sí -respondió sincera-, por eso tengo miedo de dejarte sola. Ese tío no me gusta, prima. Héctor es todo lo que está mal en esta vida.
- Conmigo hubo momentos en los que fue bueno -lo dije más bien para convencerme a mí, Marta no lo tragaba y siempre trató de abrirme los ojos.
Pero yo estaba tan metida de lleno en mis sentimientos que no era capaz de ver más allá de lo que había vivido. Y es que sabía todo lo malo del catalán, era muy consciente de que no me convenía en absoluto. Aún así supe ver su lado bueno, me gustó la forma en la que me trataba cuando estábamos juntos.
