**No lo había dicho antes si no recuerdo mal, pero en esta historia cambié el cumpleaños de Héctor. Sé que es en agosto, pero por tiempos y por ceñirnos menos a la realidad, en esta historia cumple en enero. Nada, solo quería aclararlo para que no os sorprenda en el próximo capítulo**
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ALANA
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-No me cierran estos vaqueros -miré a mi madre resoplando.
- Pues ponte otros, hija -caminó decidida hasta el armario y comenzó a examinar todos y cada uno de los pantalones que tenía.
Habían pasado ya unos días desde que hablé con mis padres y la cosa había estado tensa. Aunque he de decir y admitir que se lo tomaron muchísimo mejor de lo que imaginé. El miedo se instaló en mí, apenas me dejaba vivir y al soltarlo todo fue como muy reparador, muy liviano.
Con César la relación era nula, tan mal nos vio mi madre que mandó a mi hermano al piso y Marta y yo nos quedamos con ella en la casa de campo. Hubiera preferido que mi prima y yo nos fuéramos al piso para tener mayor libertad, pero realmente mi madre no era un incordio y tenerla en casa supuso un apoyo muy grande.
No supe gestionar la situación, no admití la realidad hasta mucho tiempo después y es que para mí no fue fácil enterarme de que estaba embarazada. Fue como si la noticia todavía siguiera en proceso, estaba asimilando una realidad un tanto cruel. Y ante todo, sentí esa incertidumbre de no saber que iba a pasar con Héctor.
Había dejado que pasaran los días, debía hablar con él y ya estaba la decisión tomada. Quizás no era bueno ir el día antes de su cumpleaños, pero por lo menos tenía la excusa perfecta para presentarme allí. Tenía que contárselo, pero por dentro una sensación extraña me fue consumiendo.
- Ponte estos -mi madre sacó unos palazzo verde botella y los dejó sobre la cama-. Iremos de compras o veré si te puedo hacer unos cuantos -seguía examinando mi armario como si estuviera delante de un ogro.
- ¿Qué pasa? -me acerqué al ver que puso mala cara.
- Nada que desde que has cambiado de estilo no hay nada que se pueda utilizar -resopló y yo reí.
Mi madre no era la más defensora de mi nuevo estilo, pero siempre respetó mis gustos. Y en aquel momento por muy indignada que estuviera, siempre optó por contentarme, antes que imponerme algo.
- Algo haremos. Tengo un montón de vestidos largos que de momento pueden servir -sonreí para contentarla-. Además, que culpa tenemos de que en los últimos dos días me haya crecido un montón la tripa. Antes se disimulaba, ahora es que se nota.
- Estás casi de diecisiete semanas, es normal que se te note Alana -me acarició el pelo y sonrió-. Te dejo que te vistas, voy a ver si Marta está lista.
Asentí y esperé a que se fuera de mi habitación para acercarme al espejo. De fondo escuché a mi madre y a mí prima hablar y dejé caer los hombros derrotada. No quería que viniesen conmigo, pero no hubo negociación posible. Mi madre se moría por ver a Héctor, por suerte mi padre ya no estaba allí y todo sería muchísimo más fácil.
Estaba frente al espejo, mirándome como si estuviera observando a otra persona, a alguien que no reconocía del todo. Mi reflejo parecía el mismo de siempre, mis ojos azules, mi cabello despeinado por culpa de dormir con trenzas, pero había algo diferente, algo extraño, irreconocible. Me llevé la mano al vientre, ese vientre que apenas mostraba signos visibles de cambio, pero que ya albergaba una vida, una vida que no había planeado y que me daba tanto miedo como ternura.
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ERROR 707 ▪︎ HÉCTOR FORT
Fanfic365 días después él vuelve a su vida arrasándolo todo. Él la metió en aquel mundo tan oscuro, la dejó sola ante el peligro y un año después vuelve, vuelve poniendo su vida patas arriba. Alana, hija de uno de los futbolistas más famosos del país des...