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Año 1495 torre de magos

Estar constantemente sangrando era muy frustrante, sobre todo porque las personas la trataban como si tuviera una enfermedad mortal, Atice debió explicarle varias veces que mientras su siclo ocurriera ella era un ser impuro por lo tanto no tenía permitido salir de su habitación, mucho menos tocar la mata de mango porque marchitaría, ni tocar directamente a las personas porque podría quitarles la salud.

- Atice, por milésima vez, yo puedo sacar almas del cuerpo, no la salud; lo mío es un trabajo completo. Ten por seguro que si yo le hago algo a alguien va a quedar como cascarón vacío, no con gripe.

- Tus habilidades no tienen nada que ver en este caso, simplemente que mientras sangramos nuestro cuerpo se vuelve impuro y tocar a cualquiera sería como profanarlo.

- ¿Pero eso qué lógica tiene? A ver, si insistes en decir que desangrarme mensualmente mientras me retuerzo del dolor y mis emociones juegan al píllame si puedes haber quien revienta primero y la que la paso mal soy yo, ¿en qué afecta a los demás? Ni que esto fuera contagioso.

- Los afecta porque eres impura, tu estado amarga el vino nuevo, hace que las cosechas se marchiten, mata los injertos, opaca la superficie de los espejos, embota el filo del acero y el destello del marfil, enmohece el hierro y el bronce, y causa un terrible mal olor en el ambiente. Los perros que prueban la sangre se vuelven locos, y su mordedura se vuelve venenosa como las de la rabia. El río hada, espeso por la sal, no puede separarse excepto por un hilo empapado en el venenoso fluido de la sangre menstrual. Un hilo de un vestido infectado es suficiente. Tan mágico es el poder de las mujeres durante sus períodos menstruales, que se dice que lluvias de granizo y remolinos son ahuyentados si el fluido menstrual es expuesto al golpe de un rayo.

- ¿Te la fumaste al revés o vencida?

- Por todas las hadas RESPETA TUS TRADICIONES MUCHACHITA.

Lo que resto del primer día la niña estuvo encerrada en su habitación con Atice mientras ella le explicaba cómo debía de actuar ahora, tenía prohibido sentarse en más de una silla específica ya que el lugar donde se posara quedaría impuro, al igual que cualquier cosa que utilizara.

Tenía terminantemente prohibido el contacto con otros hombres hasta que terminara su sangrado, a pesar de lo mal que se sintiera por la inflamación debía seguir usando los corsés o su cuerpo se deformaría, no tenía permitido enfadarse o tener arranques en público ya que esto dañaría su imagen en la torre, tampoco tenía permitido el uso de su propia magia.

En cuanto a la higiene debía usar esponjas en su ropa interior y rociarse en perfume cada 20 minutos para mantener oculto el olor de la sangre, las limpiezas y cambios de esponjas las evaluarían según fura la cantidad de sangre que su cuerpo expulsara, si perdía poca sangre significaba que en su futuro tendría pocos hijos, si era mucha sería muy fértil.

- Pero yo no quiero parir a cada rato, mira cómo le ha salido a mi madre el estar de barriga en barriga, para terminar cómo ella ya mejor me lanzó de la punta de la torre y me ahorró el dolor.

- Nunca vuelvas a decir eso niña ¿es que acaso estás loca?

- Lo que yo no entiendo es la razón evolutiva de tener que estar sangrando durante una semana completa TODOS LOS DESGRACIADOS MESES DEL AÑO.

- Es para saber que ya eres una mujer, y además así te enteras si estas o no embarazada.

- NO ME TENGO QUE DESANGRAR PARA SABER QUE NO LLEVO UN SER ADENTRO, ya te digo que si me está creciendo un mini yo en el interior de las tripas, comiéndose toda mi comida, robándome nutrientes y encima tan mal agradecido que me patea las entrañas yo me entero de que esta hay, yo me entero NO NECESITO DESANGRARME DURANTE SIETE DÍAS.

Villanos de una historia mal contadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora