Heeseung aceptó que Sunoo siempre elegirá a Jake antes que a él, decidido a vengarse de Sunoo por jugar con el, hará todo para enamorar y separar a Jake de su lado sin saber que un molesto chico haría olvidarlo de su plan inicial.
❶ 18+
❷ HeeJake ∫...
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La escuela había organizado una salida para celebrar la participación del grupo de música del instituto en la feria.
—Mira esa montaña rusa—exclamó Sunoo, señalando con el dedo una estructura gigante de metal que se elevaba hacia el cielo. —Deberíamos subirnos.
Jungwon, un poco más tranquilo que Sunoo, dudó un momento.
—No sé, Sunoo—dijo.—No me gustan mucho las montañas rusas.
—Vamos, Jungwon—insistió Sunoo.—Es una experiencia única.
—Puedo subirme contigo—Una suave voz s escucho detrás de ellos haciendo que ambos amigos voltearan, Jake miraba a Sunoo mientras jugaba con sus dedos, quería arreglar la amistad con su mejor amigo.
—No gracias, Jungwon ira conmigo—Sunoo lo ignoro tomando del brazo a un temeroso Jungwon, no quería subirse a eso, luego terminaba con ganas de vomitar.
—Jungwon se subirá conmigo—Heeseung detuvo a Sunoo—Le teme a las alturas.
—Estoy yo lo protegere, no necesita tu preocupación falsa—Dijo enojado, ahora Heeseung también quería apartar a Jungwon de su lado.
—¿Como lo harás? A ti también te da miedo—Heeseung se acercó a él sonriendole de manera fría—No puedes ni protegerte a ti.
La tensión entre los dos se sintió en el aire. Jungwon y Jake estaban en medio de su disputa, sin saber qué hacer.
—No te preocupes, Sunoo—dijo Jungwon, tratando de calmar la situación. —Me quedaré aquí abajo, puedes subir con Jake.
—Está bien—Sunoo frunció el ceño, pero asintió.—Pero te lo pierdes.
—No te preocupes, Sunoo—Heeseung sonrió, con una mirada triunfante.—Lo cuidare bien.
Heeseung, con una sonrisa traviesa, tomó la mano de Jungwon y lo guio hacia la montaña rusa.
—No te preocupes—dijo, con un tono de voz que intentaba sonar tranquilo, pero que no podía ocultar su propia tensión. —Te protegeré.
Jungwon, con una sonrisa divertida, se dejó llevar por Heeseung.
—No creo que eso sea posible hyung—dijo, con un tono de voz burlón.—Usted también tiene miedo.
Heeseung se encogió, con una mueca de vergüenza. —Bueno, tal vez un poco—admitió. —Pero estoy aquí para ti.
Se subieron a la montaña rusa, y mientras ascendían por la primera colina, Heeseung sintió cómo su estómago se encogió. La subida se sintió eterna, cada segundo que pasaba, la tensión en el aire aumentaba. Jungwon, con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutaba del miedo de Heeseung.
La montaña rusa finalmente llegó a la cima, y por un instante, el mundo se congeló. Heeseung, con una mirada pícara, le dio un pequeño apretón en la mano.
